«Ahora el contacto cobra un significado y una fuerza impresionantes. Ya se sabe que solo valoramos lo que perdemos»
El coronavirus ha interrumpido la gira de 2029 y sellado sus escenarios, pero no sus intenciones. Cada día, Luis Ramiro conecta con su público a través de la Red para ofrecerles una nueva canción. Por Arancha Moreno.
Texto: ARANCHA MORENO.
Una semana antes, Luis Ramiro brindaba por las canciones sobre el escenario de la Joy Eslava. El sábado 7 de marzo sonaba su nuevo trabajo, 2029, con el júbilo con el que se celebra siempre un nuevo repertorio en la ciudad del autor. Estaba en plena vorágine de carretera y shows, pero tuvo que frenar en seco. De repente, juntarse en una misma sala, algo tan cotidiano para un músico, era un peligro público. Cuesta asimilarlo tan de golpe, pero Luis entiende cuál es la prioridad ahora: «Qué se le va a hacer, lo importante en este momento es otra cosa. El dinero viene y va, la salud no».
Ramiro es tan gato que vive en pleno centro, junto a la Plaza Mayor. Allí se confina estos días, esperando a que el coronavirus pase de largo y nos deje volver a nuestras vidas de antes. Mientras tanto, se refugia entre canciones que publica en su canal de YouTube, temas como “Alza el vuelo” o “Mi tabla de salvación”. «Estoy componiendo y subiendo a mis redes una canción por día, para así contribuir un poco, al menos a que la que gente que me sigue pueda distraerse, y recibo muchos mensajes preciosos al respecto. También he hecho ya un par de conciertos por Instagram y un recital de poesía», cuenta. Hace años que combina música y poesía y publica en ambos formatos.
Hace trece años que debutó con Castigado en el cielo, amparado por Sony BMG. Aquella relación con la multinacional fue efímera, y desde entonces se ha movido por los márgenes de la industria. Lleva años recurriendo al micromecenazgo, y este último trabajo también ha visto la luz así, gracias a la fidelidad de su público. La gente no le falla; las musas, tampoco, ni siquiera en época de encierro: «No me paraliza, estoy componiendo una canción por día, la gran mayoría hablando o haciendo referencia a esta situación», dice. Si quiere desconectar, basta con enchufar su disco favorito de estos días: «El disco que me hace olvidarme de todo es One from the heart de Tom Waits y Crystal Gayle. Una joya absoluta que te envuelve y te hace perderte por lugares maravillosos».
Quizá sea demasiado pronto para descubrir más cosas sobre todo esto, o sobre sí mismo, pero sí piensa en mañana. En el mañana de volver a salir a recorrer la ciudad y ser libre. Piensa en abrazar a su familia y a sus amigos, y tiene en mente algo más: «Intentar dejar de lado el móvil y vivir cara a cara todo lo que pueda y más… porque ahora el contacto con nuestras personas (y el resto también) cobra un significado y una fuerza impresionantes. Ya se sabe que solo valoramos lo que perdemos».
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Anterior entrega de La otra vida: un desconocido llamado Diego Vasallo.