«Escuchar ‘God only knows’ de la boca de un Brian Wilson que inspira admiración y compasión a partes iguales bien merece soltar alguna lágrima»
Los Beach Boys están de celebración. Para conmemorar su 50 aniversario, los miembros fundadores han hecho las paces, han publicado un nuevo trabajo y se han lanzado a la carretera para recordar todos sus grandes éxitos. Aunque Hoyos del Espino dista mucho de las playas californianas, han comenzado su gira europea con su actuación dentro del festival “Músicos en la naturaleza”. En Gredos no hay olas, pero como si las hubiera.
The Beach Boys
21 de julio de 2012
Finca Mesegosillo, Hoyos del Espino (Ávila)
Texto: HÉCTOR SÁNCHEZ.
Las camisas hawaianas inundaron la sierra de Gredos, y no era para menos. Fans de diferentes generaciones se reunieron en Hoyos del Espino para un acontecimiento que hacía años que no ocurría. Brian Wilson, Mike Love, Al Jardine, Bruce Johnston y David Marks, los miembros supervivientes de los Beach Boys, dejaban al margen rencillas y problemas legales para celebrar los 50 años de su carrera. Ha pasado medio siglo desde que Wilson, junto a sus hermanos Dennis y Carl, su primo Love y su colega Jardine fundaran el grupo estadounidense capaz de hacer sombra a los mismísimos Beatles. En todo este tiempo la banda ha sufrido una historia tortuosa con diferentes alineaciones, la depresión, la paranoia y la esquizofrenia de Brian Wilson, las pérdidas de Dennis, ahogado en su querido océano Pacífico en 1983, y de Carl, víctima de cáncer de pulmón; pero a su vez han regalado joyas en forma de canciones de pop capaz de transportarnos a la playa en un cerrar de ojos o el fascinante sonido del ambicioso álbum “Pet sounds” (1966), para demostrar que no solo eran un grupo loco por los coches, las chicas y el surf.
La primera canción de la noche fue toda una declaración de intenciones, ‘Do it again’. Los Beach Boys lo volvían a hacer, volvían a estar juntos y tocaron una recopilación de grandes éxitos sin dar tregua y sin apenas hacer descanso entre canción y canción. En poco más de dos horas de concierto, la banda interpretó 41 canciones en un repertorio que no decepcionaría a nadie. Como no podía ser de otra manera, no faltaron sus temas habituales como la automoción, con ‘Little Honda’, ‘Little deuce coupe’ o ‘409’; las olas y el surf, con ‘Catch a wave’ o ‘Surfin’ safari’; y las chicas, con ‘Surfer girl’ o ‘California girls’. Resulta gracioso ver cómo un grupo de hombres de entre 60 y 70 años, con sus vidas ya hechas, cantan ‘When I grow up (to be a man)’.
Además de sus composiciones propias, también se atrevieron con versiones de otros músicos y grupos como ‘Then I kissed her’, el punto de vista masculino de ‘Then he kissed me’, de The Crystals, ‘Come go with me’, de The Del-Vikings, ‘ Why do fools fall in love’, de Frankie Lymon & The Teenagers, ‘Cotton fields’, de Lead Belly, ‘California dreamin’, de The Mamas & the Papas, y ‘Rock & roll music’, de Chuck Berry.
El mayor peso del concierto cayó sobre un Mike Love dicharachero con ganas de jugar con el público. El cantante bromeó diciendo que la selección española de Baloncesto no podría vencer a la de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos y de paso presumió de su sobrino, Kevin Love, jugador en los Minnesota Timberwolves. Love se animó a chapurrear en español y se pasó la actuación señalando con los dedos como si estuviera contando de uno en uno a cada uno de los asistentes o a guiñar ojos a las féminas situadas en las primeras filas. A pesar de la continua atención del “showman” con su público, las mayores ovaciones se las llevó un Brian Wilson casi ausente, mirando al infinito, sentado en su piano blanco como si todo lo que había alrededor en ese momento no fuera con él; una muestra de lo poco que Wilson disfruta de las actuaciones en directo, de su pánico escénico y de los estragos de su pasado oscuro. No obstante, Brian llevó la voz cantante en ‘You’re so good to me’, ‘Please let me wonder’, ‘Sail on, sailor’ y ‘Heroes and villains’, tema perteneciente a “Smile”, aquel proyecto tan grande que fue abandonado y que finalmente salió al mercado en una caja el año pasado.
Pero no todo fueron Love y Wilson, Al Jardine también brilló como vocalista, David Marks despuntó con su guitarra y cantó ‘Getcha Back’ y Bruce Johnston, el único que lució la mítica camisa de rayas, intentó atraer un poco la atención para no pasar tan desapercibido desde su teclado. Al fondo, detrás de la primera línea, los Beach Boys contaron con un maravilloso acompañamiento de músicos geniales que tenían las mismas ganas de pasarlo bien que el público. Entre ellos, Darian Sahanaja cantó la pegadiza ‘Darlin’’.
Si hubo un momento especial en este concierto redondo, fue escuchar seguidos tres clásicos de “Pet sounds”: ‘God only knows’, ‘Sloop John B’ y ‘Wouldn’t it be nice’. Con canciones como estas no se puede pedir más. Escuchar ‘God only knows’ de la boca de un Brian Wilson que inspira admiración y compasión a partes iguales bien merece soltar alguna lágrima. Poder disfrutar del reencuentro de los músicos mientras tocan los tres temas principales de su disco más prestigioso no tiene precio. Es una experiencia que merece la pena ser vivida una vez en la vida, pero que difícilmente volverá a ocurrir. ¿Alguien da más? Sí. Los Beach Boys trajeron sus mejores vibraciones con ‘Good vibrations’ y el ambiente festivo de Hoyos del Espino creció aún más si cabe.
‘Help me, Rhonda’, la mencionada antes ‘Rock & Roll Music’ y ‘Barbara Ann’ hicieron que los asistentes siguieran sacudiendo el esqueleto hasta que los músicos se despidieron con la inevitable ‘Surfin’ U.S.A’. La espera fue corta y no tardaron en salir. “Tenemos más cosas para vosotros”, gritó Mike Love. ‘Kokomo’ fue el primero de los bises y Love cantó una frase de la canción en español. ‘Do you wanna dance?’ y ‘Fun, fun, fun’ sirvieron de broche final. Un final redondo, ya que esa fue la sensación durante todo el concierto: querer bailar y tener ganas de divertirse. ‘Nos vemos pronto, quizá en Barcelona’, propuso Mike Love haciendo referencia a su siguiente actuación en España.
A modo anecdótico, para celebrar su medio siglo de existencia, los Beach Boys también han grabado un nuevo álbum, “That’s why God made the radio”, del cual solo tocaron su tema homónimo. Pero ofreciendo un repertorio como el que tenían, ¿quién necesita escuchar temas nuevos? Cualquier canción de los Beach Boys que se le pueda ocurrir a alguien, sonó durante el concierto. No había costa, no había olas, pero quien quisiera transportarse el sábado a las playas de California, tendría que haber ido a Gredos.