Una sección de ADRIAN VOGEL.
Escribíamos la semana pasada sobre la nueva división de Live Nation, quienes el pasado mes de septiembre anunciaron que en 2009 se dedicarían también a la venta de entradas para conciertos. Esta integración vertical hacia delante de la promotora de conciertos tuvo sus consecuencias sobre las acciones de Ticketmaster, el indiscutible número uno del sector, que se depreciaron un 39%.
Astutos lectores de mi blog –a la vista de las pérdidas acumuladas de Live Nation– intuyeron movidas empresariales, aventurando incluso una fusión (que todo se puede dar, pasado un cierto tiempo de consolidación y evitando las leyes antimonopolio de EE.UU.). El caso es que Ticketmaster no podía quedarse parada, observando cómo “invadían” su terreno. Esta semana anunciaban la compra de Front Line Management, la compañía originalmente fundada por Irving Azoff (y Howard Kaufman). Es decir, recorren el camino inverso: una integración vertical hacia atrás.
Ticketmaster, la compañía que en 2007 vendió 141 millones de entradas por un valor de 8.300 millones de dólares, reaccionaba a la amenaza de Live Nation con sus mismas armas. Si uno irrumpía en el mercado de un gigante de las ventas de entradas, el otro hace lo propio entrando en el terreno de la representación artística. Y qué mejor aliado que Irving Azoff, excelentemente conectado a todos los niveles (se le considera el rey del teléfono) y leyenda viva del “business”. Frederik Dannen en su libro Hitmen dedicaba un capítulo a “la troika” (Azoff, Geffen y Yetnikoff) donde David Geffen “el operador” manejaba los hilos para que Irving Azoff abandonase la presidencia de MCA con destino a Warner Music Group, y evitar así “obstáculos y peajes” en la venta de su Geffen Records a MCA. Otro día contaré como Geffen aprovechó las rivalidades CBS/Warner y Walter Yetnikoff/Paul Simon para sacar tajada: distribución en USA y Canadá para Warner –además de la financiación de Geffen Records– y CBS en el resto del mundo, mientras que la vuelta de Simon & Garfunkel, en directo desde el Central Park neoyorquino, pasaba a Geffen (Paul Simon era artista Warner y Art Garfunkel seguía con CBS).
The Eagles (heredados de la compañía de management de David Geffen y Elliot Roberts, para los que trabajó antes de independizarse), Jewel, Seal, Journey, Van Halen, Neil Diamond, Jennifer López (hasta enero de 2008), Steely Dan, Gun N’ Roses (y Axl Rose), New Kids on The Block, Christina Aguilera, Joe Walsh, Dan Fogelberg, Jimmy Buffett, Aerosmith, Chicago, Fleetwood Mac o Morrisey son algunos de los artistas asociados a lo largo de la carrera de Don Irving como manager, que asimismo ha presidido las discográficas MCA y Giant (la joint venture que formó con Warner, gracias al “empujón” de Mr. Geffen).
¿Qué busca Ticketmaster comprando Front Line Management? Aparte de hacerse con un considerable numero de artistas, que garantizan conciertos y por tanto venta de tickets para sus actuaciones, hay un par de objetivos más que deben tenerse en cuenta. Competir y responder a la amenaza de Live Nation es uno y otro es asegurarse el concurso de Azoff, quien se convierte en el CEO –primer ejecutivo– de la que a partir de ahora se denominará Ticketmaster Entertainment.
Conviene recordar –quizás la frase más repetida de mis artículos en estos últimos meses– que Front Line pasó a ser propiedad de Warner Music en 2007. Y con esta venta reciben 123 millones de dólares en metálico de Ticketmaster. Por su parte, Azoff será propietario del 4,5% de Ticketmaster. Y de las acciones de Front Line que mantuvo tras la venta del año pasado a Warner, se ha acordado –siguiendo la normativa de NASDAQ– un arreglo que se valora en 35 millones de dólares, que representan opciones sobre dos millones setecientas cincuenta mil acciones de Ticketmaster (además de seguir supervisando Front Line, que continuará operando).
Estaremos atentos a la evolución de todos estos meneos empresariales y su efecto sobre el negocio. Al menos desde nuestro punto de vista, que no es otro que el coste de las entradas más el odioso cargo extra por distribución. Dicen que “la mano invisible del mercado” (esa misma que ahora con la crisis se ha hecho visible en nuestros bolsillos) es sensible a la competencia, abaratando los precios. Por lo que conocemos en España, es más bien todo lo contario. Los han encarecido. Veremos cuáles son las nuevas pautas marcadas por las multis del sector desde la cabeza del Imperio…
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