La Música de El Mundano: Live Nation

Autor:

Una sección de ADRIAN VOGEL.


 

Live Nation, los gigantes de la música en directo que han producido más de 16 mil conciertos para 1.500 artistas en 57 países, son una fuente inagotable de noticias. De todo tipo. Antes del verano, su principal ejecutivo, el canadiense Michael Cohl, abandonó el barco. Cohl asombró a propios y extraños cuando en 1989 desembarcó en el negocio a nivel mundial, al hacerse con la gira Steel Wheels de los Rolling Stones.

Fue precisamente él quien impulsó los contratos integrales o “360 deals” en Live Nation.  Su salida ha ido forzando también la de algunas de las personas que incorporó para montar la discográfica, como Bob Ezrin (el afamado productor). Se rumorea que la idea de Michael Rapino, el otro hombre fuerte ya en solitario, actual Presidente y CEO, es el contratar servicios externos para marketing y distribución. En otras palabras, va a licenciar sus grabaciones evitando cargarse de personal en un mercado en claro retroceso. Porque además Live Nation debe afrontar una reducción sustancial de gastos, a la vista de sus últimos reportes financieros.

A pesar de haber vendido 45 millones de entradas el año pasado los números de la compañía no pintan bien (los últimos datos publicados corresponden al segundo trimestre y llegan hasta el 30 de junio de 2008). Y así lo refleja la caída del valor de sus acciones: a la hora de escribir estas líneas está a 10,78 dólares la acción, lejos de los 20,74, su máximo de las últimas 52 semanas. Tanto sus enormes pérdidas acumuladas como sus deudas a corto y a largo plazo lastran su cotización (aparte de los vaivenes del mercado que están a la orden del día).

Precisamente a la vista del enorme número de tickets que mueven, a partir del año que viene entrarán en el sector de la venta de entradas. Compitiendo directamente –en USA– con otro gigante, Ticketmaster (cuya acción ha bajado un 39% desde que en septiembre Live Nation anunciase esta nueva área de negocio). Para ello cuentan con su potentísimo elenco de artistas exclusivos (a los que recientemente han añadido a Nickelkback y Shakira) más algunos de los principales locales para actuar.

Muchos afirmaban que el futuro del negocio de la música estaba en los directos. Siempre afirmé que eso era una realidad desde la noche de los tiempos. Y a la vista de los malos números de un líder como Live Nation empiezo a preguntarme otras cosas. Las mismas que escribía a principios de abril en Primero fue Madonna, luego U2 y ahora es Jay-Z, en mi blog:

[…] ¿El futuro son entradas a 100 Euros? ¿El futuro son movidas especulativas como las de Live Nation? Que a pesar de las pérdidas huyen hacia adelante, para montar unas operaciones que resulten sexy en Wall Street. Todo esto recuerda mucho a cuando Branson fichó a los Stones para inflar el valor de Virgin, para luego venderla. Que es lo que leo entre líneas cuando Jay Z afirma “I’ve turned into the Rolling Stones of hip-hop”. […]

Y los últimos acontecimientos en referencia al contrato de U2, me hacen pensar que su problema de cash flow podría ser más grave de lo que a primera vista parece. Cuando el entonces activo Michael Cohl firmó a U2 no se desvelaron cifras. Pero si se supo que no era un acuerdo de “360 grados” porque excluía los derechos editoriales y discográficos (siguen siendo de Universal). El atractivo para Live Nation residía en el tremendo potencial financiero que poseen los irlandeses. Su gira con Vertigo (2005-2007) recaudó cerca de 400 millones de dólares (la segunda de la historia, tan sólo detrás de la de Steel Wheels). Las estimaciones para sus nuevas giras, durante los 12 años que cubre el contrato, superan los mil millones.

A finales de la semana pasada Billboard informaba que U2 recibía un millón quinientas sesenta mil acciones de Live Nation, como parte del pago del contrato firmado con Live Nation en marzo. Mmm. Ya sé que los pagos en papel son moneda de cambio frecuente, pero… diecinueve millones de dólares en acciones de una empresa cuyo valor en Bolsa cotiza a la baja…

Bono y los suyos (especialmente su manager que es un lince) saben muy bien lo que se traen entre manos. ¿Estarán adquiriendo participaciones en una empresa a la que pronto van a darle “el pase”? ¿Hay algún paralelismo entre esta movida accionarial y la de los Stones cuando ficharon por la Virgin de Branson?

Preguntas, preguntas, en una época de incertidumbre, donde la música y el talento pasan a segundo plano…

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