Texto: ADRIAN VOGEL.
La semana ha venido marcada por la noticia de la demanda presentada contra Pablo Soto Bravo, ante los juzgados de lo Mercantil de Madrid, por Promusicae y las filiales españolas de las cuatro “majors” (o multinacionales si así se prefiere) que son Universal, Sony BMG, Warner y EMI.
Pablo Soto Bravo es el creador y máximo responsable de las páginas Web Blubster, Piolet y Manolito.
Promusicae es la entidad que aglutina a las cuatro “multis” más otras compañías discográficas. Dado que impera el voto económico está claro que la voz cantante la llevan las cuatro mencionadas anteriormente. Cuya propiedad ha ido cambiando de manos con el paso del tiempo y a causa de la crisis del sector. Hoy están en manos de fondos de inversión y/o megacorporaciones cuyas principales actividades están relacionadas con los servicios (energía, agua, infraestructuras), medios de comunicación o hardware.
Las reacciones en los medios tradicionales y en la “blogocosa” no se hicieron esperar. Y predeciblemente posicionados a favor del Sr. Soto. Al que cariñosamente algunos calificaban como chaval, en un claro intento de manipular nuestros afectos y simpatías. ¡Tiene 28 años! Y la mayoria de edad en España es desde los 18 (y para algunos delitos y faltas es incluso menor). Y nadie mencionó que reside en uno de los barrios residenciales más caros de Madrid.
Poco importaban la nota de prensa de Promusicae donde se informaba de las razones (“la demanda aporta pruebas periciales y notariales para demostrar la veracidad de sus acusaciones”) por las que reclaman ¡13 millones de euros! por daños y perjuicios o las más de 100 paginas que conforman la denuncia o lo más simple de todas, la admisión a trámite por el juzgado. Esto último no quiere decir que Pablo Soto sea culpable. Habrá que esperar a la sentencia (y al previsible recurso que presentará la parte perdedora).
Pero no, todos expresaban una opinión sobre algo que desconocemos en gran parte y que no hemos leído. En cambio los que sí saben (o deberían) son los abogados del acusado, los señores De la Cueva y Bravo, que muestran la prudencia necesaria. Más concretamente David Bravo, desde su blog, cuelga la nota de prensa de Promusicae y pide tiempo para leer y analizar los 100 folios de la demanda. Lo lógico. Una lástima que los demás no hayan seguido su ejemplo. ¿O es una campaña de sensibilización de la opinión pública y de los tribunales a favor de Soto?
Dos hechos me sorprendieron de las reacciones de los bloggers: la coincidencia de criterios entre los progresistas y los conservadores. Así un conocido blog “izquierdista” hacía la analogía entre la industria discográfica y la armamentística. El primer error es que ni Promusicae ni las cuatro multinacionales representan a todas las discográficas. Existen organizaciones de ámbito autonómico, está la UFI –que nació precisamente para defender los intereses de las independientes fuera del tutelaje de las “majors”– o los productores y sellos que no están afiliados a ninguna asociación. Es decir, mezclar churras con merinas sólo favorece a las (“odiadas”) grandes compañías. ¿Es esto lo progresista? Y el símil establecido con la industria armamentística es de una mala baba y una ignorancia desaforada. ¿Lo avanzado es pensar que los productos culturales matan como las armas?
Pero la palma se la lleva el colaborador del Libertad Digital de Jiménez Losantos y profesor del Instituto de Empresa, Enrique Dans, que lanza el siguiente mensaje:
“[…] Bájate a una tienda, y compra diez o quince discos. Asegúrate de comprobar la política de devoluciones. Unos días después, devuélvelos sin abrir y con su correspondiente ticket de compra. La logística inversa es la que más dinero cuesta, y hasta trece millones de euros, tienes muchos discos que devolver. No compres discos, ni uno, ni medio, ni los aceptes como regalo. No colabores con semejante panda de parásitos del pasado, no sigas soportando sus insultos ni financiando a sus abogados. […]”
A lo que le faltaba añadir que es bueno aprovechar que se está celebrando La Semana de La Música (hasta el 22 de junio) y las tiendas “no cobran el IVA” (aplican un 16% de descuento). Pero no lo dice porque no lo sabe. El rey del llamado “método Ana Rosa” se limita a proponer un boicot en la misma línea que su patrón, cuando desde los micrófonos de la COPE llamó a dejar de comprar el ABC y a cancelar las suscripciones.
Preguntado al respecto, Antonio Guisasola, Presidente de Promusicae, nos respondía:
“Estamos acostumbrados a recibir todo tipo de críticas e insultos cada vez que actuamos para defender nuestros derechos. Es de lamentar que ciudadanos que se erigen como ‘apóstoles de la cultura libre’ critiquen, desde la ignorancia, a la industria discográfica, y protesten sistemáticamente y casi de forma visceral cuando tratamos de ponerle límites a parásitos que pretendiendo apoyar la difusión de la cultura se enriquecen con el fraude masivo a la propiedad intelectual. Tergiversar la realidad está dentro de la libertad de expresión y no es atacable legalmente.”
Lo curioso del caso es que tanto Promusicae como las multinacionales mandan a sus ejecutivos a cursar Masters al IE. Y se sabe, como enseñan en la citada escuela de negocios, que la calidad de una cadena o proceso viene lastrado por su peor elemento. En este caso, Enrique Dans.
Por su parte Mark Kitcatt, Presidente de UFI nos comentaba:
“Son sandeces, a las que poca gente hará caso, aunque supongo que forman parte de una campaña de ataque sobre los derechos de propiedad intelectual y suman, y dentro de esa campaña pueden tener su efecto dañino.”
Siendo UFI la asociación de compañías independientes, la mayoría de las cuales son nacionales, le preguntábamos a Mark si ¿puede hacer mucha más mella a las independientes que a las multis?
“La campaña en cúmulo tiene un efecto más acentuado sobre artistas y productores que operamos al margen de lo masivo porque tenemos menos recursos y operamos en unos presupuestos muchísimo más justitos, si atacas a una multinacional realmente sólo puedes aspirar a afectar al precio de las acciones de sus accionistas y que despidan a unos cuantos trabajadores. Los sellos pequeños estamos más indefensos.”
Para seguir a continuación:
“Toda la comunidad independiente se acuerda del caso KAzaa, donde RIAA y las multinacionales negociaron un acuerdo en nombre de la industria que finalmente sólo compensará a las cuatro multis. Esperemos que no se repita la historia, pero se ve venir. Soy más partidario de negociar, como todos los empresarios. El P2P es un gran invento para difundir la cultura, ahora necesitamos que quien se beneficie económicamente de contenidos culturales responda a los artistas y productores que somos quienes generemos esa riqueza.”
Llegados a este punto, y antes de finalizar con dos datos macroeconómicos, quisiera recordar que, entre los daños colaterales, España está en una situación única. Afronta los problemas del tercer mundo (el top manta) y los del primero (derivados de las descargas ilegales desde Internet). Asimismo los Estados Unidos nos han puesto en un par de listas negras en materias referidas a la defensa de los copyrights y países de nuestro entorno, como Francia y UK, proponen medidas mas duras contra “los piratas informáticos”.
El abogado Javier Cremades, Presidente del II Foro Iberoamericano de la Propiedad Intelectual, celebrado está semana en Madrid, decía el primer día que “hasta 300.000 empleos podrían perderse en España en cuatro años”.
En términos de aportación al Producto Nacional Bruto, la industria cultural y de ocio española constituye la sexta más productiva y contribuye al empleo en un 7,8% sobre el conjunto de asalariados.
Estos datos deberían llevar a una reflexión más profunda, sobre todo por parte de periodistas y bloggers que se lanzan al charco con demasiada frivolidad. ¿O tienen una agenda oculta vinculada a la empresa más sancionada de la historia económica de España? La misma que además tiene el dudoso honor de haber batido el récord de multa de la UE, anteriormente en posesión de Microsoft. Y que asimismo es una de las mayores anunciantes del país. Y que para mas inri estos días lanza una compañía discográfica…