“El año pasado, un blog del ‘The Times’ publicó un confuso análisis económico sobre varios aspectos del negocio musical. Pretendía demostrar que mientras disminuían los ingresos de los artistas por ventas de música grabada, aumentaban los ingresos por derechos de autor y venta de entradas. Nada nuevo bajo el sol. La confusión radicaba en mezclar ingresos brutos y netos, artistas con autores”
Una sección de ADRIAN VOGEL.
El año pasado, a la vuelta del verano, un blog del británico “The Times” publicó un confuso análisis económico sobre varios aspectos del negocio musical. Pretendía demostrar que mientras disminuían los ingresos de los artistas por ventas de música grabada, aumentaban los ingresos por derechos de autor y venta de entradas por conciertos. Nada nuevo bajo el sol. La confusión radicaba en mezclar churras y merinas: ingresos brutos y netos, artistas con autores. En varios de los comentarios al post voces autorizadas intentaban clarificar las distintas modalidades. Pero quienes por aquí se hicieron eco (interesadamente) del supuesto estudio decidieron obviar las muy pertinentes explicaciones. Tampoco me sorprendió porque a estas alturas del partido ya nos conocemos todos. Pero sí me llamó la atención que el asunto estuviese dando vueltas durante meses.
Que las actuaciones en directo son parte fundamental del negocio se sabe desde la noche de los tiempos. No hace falta que nadie del “The Times” venga a contárnoslo. Ni que los voceros habituales y promotores de Manifiestos nos lo propaguen como el maná. Pero sí convendría que aclarasen que la recaudación por taquilla corresponde a ingresos brutos. A los que hay descontar gastos e inversiones: transporte, alojamiento, salarios de músicos y personal, derechos de autor, publicidad, imprenta, alquiler de local, impuestos, etc. Los grandes artistas suelen exigir entre el 80 y el 90 de lo recaudado, con un mínimo garantizado, desde donde se pagan los conceptos expuestos anteriormente. Mientras que los royalties (el porcentaje que perciben los artistas sobre las ventas de sus discos) son ingresos netos. Y atención que artista y autor no son necesariamente los mismos. Un ejemplo: The Rolling Stones son el artista y Jagger/Richards sus compositores (además, suelen interpretar temas ajenos).
Pero claro, este panorama es aplicable sólo a los consagrados o en vías de serlo. Los que empiezan lo tienen bastante más crudo. Y el escenario varía desde pagar por tocar hasta en el mejor de los casos llegar a “lo comido por lo servido” (cubrir gastos).
El “sesudo” reporte no matizaba sobre estos aspectos. Y tampoco mencionaba que el periodo estudiado coincidió con el retorno de todas las vacas sagradas (Neil Young, Rolling Stones, Bob Dylan, Madonna, Leonard Cohen, The Who, Bruce Springsteen, Elton John, Billy Joel, Eagles, etc.).
A todo esto hay que añadir que solamente contemplaban una parte de lo percibido por derechos de autor y afines.
Hace unas semanas el anuario de la Asociación de Promotores Musicales (APM) hizo públicas sus cifras para España, desde el año 2000 hasta el 2008. En estos 9 años ha aumentado la recaudación un 115% (de los 69,9 millones de euros del 2000 a los 150,1 del 2008). Esto se puede deber a varios factores como el progresivo aumento del precio de las entradas o el ya mencionado de la vuelta a la actividad de las viejas glorias. Más interesante me parece el del aumento del número de espectadores: de 21,8 millones a 33,4 millones. Representa un aumento de un 34,8%. La explicación puede encontrarse en el aumento de la población entre el 2000 y el 2008. Pero hay otra y nos la ofrece la propia APM: la oferta de espectáculos ha aumentado un 50%: de los 71. 045 de 2000 a los 144.859. La APM agrupa desde el año 2000 a 39 empresas, entre ellas las de los principales promotores, Doctor Music y Live Nation, que concentran el 80% de los conciertos que la iniciativa privada organiza en España.
En paralelo, la revista “Billboard” daba a conocer las cifras de las giras del 2009 en Estados Unidos. Los que más vendieron fueron U2, seguidos de Bruce Springsteen y Madonna. No hay un solo artista nuevo en este Top 10. Pero lo destacable es que lo recaudado por los irlandeses en 2009 los colocaría en quinto lugar en el 2008. La más taquillera del año pasado –Madonna– obtuvo más del doble que U2 en 2009.
¿Estas cifras estadounidenses son un aviso de lo que se avecina o son producto de la crisis? De momento dan que pensar.
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Anterior entrega de La Música de El Mundano: A mal tiempo mejor cara.
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