Parece increíble, pero por segunda semana consecutiva la lluvia ha impedido que Andrés Calamaro y su banda arrancaran en Burjassot (en el área metropolitana de Valencia) su nueva gira española. En esta ocasión, tras un día soleado y caluroso, la lluvia ha llegado a media tarde, después de que los músicos probaran sonido. Tras parar, una tormenta poco antes de que se abrieran las puertas anunciaba lo que venía, una noche con mucha lluvia, por momentos cayendo en tromba y acompañada de aparato eléctrico.
El disgusto de Andrés Calamaro y su equipo era manifiesto. En el momento de redactar esta noticia (las 2:11 del sábado), todavía no habían concluido las labores de desmontaje del equipo debido a las dificultades que entrañaba.
EFE EME ha podido acompañar a Andrés Calamaro en su hotel pasada la medianoche: en unas horas publicaremos el resultado de esta charla informal con la que quiere pedir disculpas a todo el público que se ha quedado sin poder asistir al concierto y que se puede resumir en las tres palabras que más ha repetido: ¡Es una putada!