LIBROS
“Frost da rienda suelta a su talento como guionista profundizando en los personajes más emblemáticos con sus amoríos, secretos y vergüenzas”
Mark Frost
“La historia secreta de Twin Peaks. Una novela”
PLANETA
Texto: MANOLO TARANCÓN.
Cada vez que David Lynch o Mark Frost aparecen oficialmente en los medios con novedades surge un buen motivo para que los fans salten de alegría y entusiasmo. Llegaba casi a la vez la buena nueva de la puesta en marcha, veinticinco años después, de la tercera temporada de Twin Peaks, acompañada de un libro cuyo título prometía y mucho. Existe multitud de literatura acerca de la serie más importante de la historia de la televisión, o al menos, para quienes difieran de esta afirmación, la que lo cambió todo. Pero es más bien escasa la que sale de las manos de sus propios creadores.
El nuevo libro de Mark Frost, “La historia secreta de Twin Peaks. Una novela (Planeta, 2017)” llegaba a las librerías meses antes de comenzar la emisión de esta nueva temporada. Si bien no parecía una casualidad, no era ni mucho menos una mala idea como anticipo y, por qué no, como un buen método para apaciguar el ansia de los fans en vistas del retraso de la emisión de los nuevos capítulos.
Frost contextualiza en este universo ya de por sí disperso entre lo onírico y lo real, lo bello y lo siniestro, lo dulce y lo amargo. Lo hace con originalidad y un notorio cuidado estético, presentándonos un compendio cronológico de la génesis de lo que fue, es y será el extenso mundo de Twin Peaks. Supondrá a buen seguro una mala experiencia para quien espere impaciente encontrar pistas o datos que expliquen directamente las incógnitas sobre el asesinato de Laura Palmer, pero resultará ampliamente disfrutable para quien, sin expectativas directas, pretenda sumergirse en este peculiar universo.
A través del hallazgo de un curioso e inclasificable dossier, un agente del FBI cuyo nombre no se especifica recibe el encargo del subdirector de este mismo organismo, Gordon Cole (interpretando por el propio Lynch en la serie), de analizar al detalle todos y cada uno de los documentos archivados en su interior, recopilados minuciosamente por un personaje de quien se desconoce su identidad que recibe el nombre provisional de “El Archivero”. De este modo, el lector puede sentirse por unas horas cómplice del investigador y cabeza pensante de la propia trama que ya de por sí se considera de alto secreto.
No podíamos esperar un formato al uso y así sucede. Tampoco un hilo narrativo estándar. A través de documentos, cartas manuscritas, columnas de opinión, recortes de prensa, artículos completos en periódicos locales y notas mecanografiadas (bendito homenaje al mundo analógico), el investigador, añadiendo sus apuntes personales en los márgenes laterales, tratará de dar con la identidad de quien recopiló tan importante y desconcertante información.
Brillantemente entremezclados, realidad y ficción se dan cita desde 1805, donde el autor posiciona a dos de los investigadores más cercanos al presidente Jefferson, en el momento más álgido del conflicto de la colonización de las reservas indias por parte de Estados Unidos. Nos llevará a conocer los principios y lealtades del jefe indio Joseph, las costumbres de los nez percé, tribu minoritaria que peleó hasta la extenuación la defensa de su territorio hasta su expulsión a Canadá. Nos revelará flirteos reales con la masonería de miembros de altas esferas y se explayará con las diferentes investigaciones secretas que la CIA y los Estados Unidos llevaron a cabo sobre avistamientos de OVNIS por todo el territorio norteamericano, hilando con habilidad a través de nombres reales de la agencia de inteligencia vinculados incluso con el asesinato de Kennedy o la caída de Nixon por el escándalo del Watergate, casos que todavía hoy están muy presentes en las teorías conspiranoicas.
¿Y qué hay de Twin Peaks? Observaremos la importancia del enclave y de estos datos que no se exponen por puro capricho, al entender la situación geográfica del municipio, su crecimiento y desarrollo con el auge de la industria maderera gracias a sus misteriosos y preciosos bosques (no faltan los abetos Douglas y los sicomoros que tan fascinado dejan en la serie al propio agente Cooper) para llegar al caso del asesinato de Laura Palmer, del que se cuenta muy poco.
Frost da rienda suelta a su talento como guionista profundizando en los personajes más emblemáticos con sus amoríos, secretos y vergüenzas. Así, entenderemos mucho más sobre el romance de Ed Hurley y Norma, la vida desde niña de Margaret Lady Leño y descubriremos al completo la historia, diseño y contenido de la carta del mítico restaurante Doble R, donde el agente Cooper se enamoró de su café y tarta de cerezas, símbolo fundamental de la serie.
Un libro para coleccionistas y entusiastas, que sirve tanto para elucubrar nuevas expectativas (las que llegan en la tercera temporada) como para disfrutar de los personajes creados por Lynch y Frost hace ya más de veinticinco años y que tan bien resisten y mantienen su pulso al paso del tiempo. Según anuncian, su continuación verá la luz en pocos meses y se llamará “Twin Peaks. El dossier final”.
El escritor sigue siendo fiel a los principios que pactó con Lynch: el asesinato de Laura Palmer no es ni mucho menos el eje central, sino más bien una excusa para sacar a la luz las diferencias entre el bien y el mal, entre la honestidad y la miseria de los seres humanos, su debilidad, sus miedos y su volubilidad en torno a todo. Y todo en un ficticio pueblo de montaña que sus seguidores han hecho tan suyo, tan necesario y tan real, donde la preciosidad de su paisaje, el olor a café recién hecho y a tarta de cerezas contrasta con las sombras y las miserias que nosotros mismos hemos provocado con nuestro propio comportamiento. Tanto da que se trate de un pequeño municipio como el que nos ocupa u otro de similares características del que nunca escucharemos hablar.
Este libro, sin duda, es un elemento más de merchandising que refuerza la emisión, veinticinco años después, de la tercera temporada de la serie, estratégicamente publicada meses antes de su pistoletazo de salida para saciar el hambre de los fans. Como elemento físico lleno de cuidadas imágenes y textos evocadores, bien merece un hueco en la estantería de sus incondicionales, siempre dispuesto a consultarse cuando la morriña y nostalgia hacia la serie que cambió la televisión a finales de los años ochenta invada los recuerdos una vez más.
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Anterior crítica de libros: “Examen de ingenios”, de José Manuel Caballero Bonald.