«No es que hayamos forzado las cosas, pero siempre hemos tenido un interés lógico por las cosas nuevas, y quizá no se trataba de avanzar, sino de mirar atrás, ver qué hacemos bien y hacerlo tranquilamente. Nos gustan mucho Sonic Youth y Nick Drake, pero lo nuestro es el pop en castellano de siempre»
Con “Universal”, su séptimo álbum, el grupo valenciano se amplía a quinteto, abandona a Steve Albini y regresa a las sonoridades pop que caracterizaron sus primeros trabajos. La Habitación Roja, una de las formaciones incuestionables de la escena nacional, cuenta en esta entrevista las razones de este nuevo trabajo.
Texto: EDUARDO GUILLOT.
Están eufóricos, y no les faltan razones. El comprensible motivo de orgullo es su nuevo LP, el séptimo, titulado “Universal”, con el que parece que por fin han conseguido poner de acuerdo a todo el mundo. Tras dos discos grabados en Chicago con Steve Albini, los valencianos La Habitación Roja han regresado a sus orígenes pop y han acertado de pleno. Jorge Martí (voz, guitarra) y Pau Roca (guitarra) se extienden en detalles.
La opinión generalizada es que “Universal” supone un gran cambio en vuestra trayectoria. ¿Tan diferente es este disco de los anteriores?
Jorge: Lo es con respecto a los dos previos, por el tipo de sonoridad. Y por las canciones, estructuras e incluso las letras. También por la forma en que hemos grabado.
Pau: Sí, la grabación ha sido muy diferente. Por primera vez, ha habido terapia de grupo y se ha intentado preservar la frescura, aunque hubo muchos debates sobre cada decisión. El cambio, en realidad, es no haber cambiado. Dejar de preocuparnos por lo último y volver a escuchar lo de toda la vida. No es que hayamos forzado las cosas, pero siempre hemos tenido un interés lógico por las cosas nuevas, y quizá no se trataba de avanzar, sino de mirar atrás, ver qué hacemos bien y hacerlo tranquilamente. Nos gustan mucho Sonic Youth y Nick Drake, pero lo nuestro es el pop en castellano de siempre.
Estableciendo un paralelismo con Wilco, se puede decir que tras dos discos con un productor de riesgo –ellos, Jim O’Rourke; vosotros, Steve Albini–, volvéis a vuestros orígenes. ¿Es “Universal” vuestro “Sky blue sky”?
Jorge: El otro día vi un documental en el que Jeff Tweedy decía que se sienten muy bien como banda. A nosotros nos gustan las canciones. En el anterior LP nos complicamos mucho la vida pensando en las estructuras, mientras que esta vez la premisa principal era que las canciones fueran frescas y nos gustaran.
Pau: Somos gente inquieta, hemos intentado hacer ruido, nos hemos impregnado de otras influencias, pero ahora volvemos a nuestra esencia.
En los dos discos anteriores también había melodías. Al fin y al cabo, se trata de pop, grabado de una manera o de otra, ¿no?
Jorge: Hemos ido todos a una, y eso era muy importante. Todo el mundo ha tirado del carro.
¿Y eso no pasaba antes?
Jorge: Sí, pero esta vez incluso hemos consensuado las letras. Lo mismo con las melodías, los arreglos… Quizá es algo que podíamos haber hecho en otros discos, pero no rematábamos la faena. En ocasiones anteriores, grabamos las voces en dos días. Esta vez les hemos dado la importancia que merecen, algo que no hacíamos desde “Largometraje”.
A Wilco les dijeron que “Sky blue sky” era una involución. ¿Lo es “Universal”?
Jorge: A mí, me la pela.
Pau: En cierto modo lo es, porque es un disco más atemporal. Es evidente que nos hemos hecho mayores, que podemos dar protagonismo a las guitarras acústicas porque también estamos a gusto con otras texturas. La palabra involución tiene carácter negativo, pero también se puede ver desde un punto de vista positivo.
Jorge: Yo no estoy de acuerdo con eso. Mira a Sonic Youth. Tienen cincuenta años y siguen haciendo ruido.
Pau: Pero ellos ya lo hacían con veinte.
Jorge: Nosotros venimos de grabar dos discos bastante ruidosos y nos apetecía dar un giro. Antes habíamos hecho cuatro con Dani Cardona que eran muy pop.
¿Por qué Albini no podía grabar estos temas?
Jorge: Con él grabamos y mezclamos en doce días, mientras que el proceso de trabajo de este disco ha durado casi un año.
Pau: Sería como intentar comprar carne en una pescadería. A Steve no le molestaba que hubiera cosas desafinadas, y aunque es un planteamiento válido, no era el adecuado para estas canciones. Hubiera sido imposible incluso a nivel técnico, porque el trabajo con las voces se ha hecho con un ordenador, y él usa cinta.
¿Grabasteis con él en busca de autenticidad o pedigrí alternativo?
Pau: No. Además, no es tan inaccesible. Ella Baila Sola pueden grabar con él si quieren. Sólo hay que alquilar el estudio y pagar. Y no es tan caro. Hay grupos punks que graban con él en un día y sólo les cuesta quinientos dólares.
Jorge: Le buscamos porque queríamos un sonido más cercano al directo, y nuestro técnico de sonido de entonces nos lo propuso.
Pau: Vivimos en un mundo tan pequeñito que la mayoría de gente ni siquiera sabe quién es Steve Albini. Y a mucha gente le resultó desagradable escuchar esos discos.
«Por mucho que hayamos grabado con Steve Albini, La Habitación Roja siempre va a sonar blanda. En ese sentido, lo que buscamos es sonar bonito. No creo que los discos anteriores fueran más duros por el hecho de tener más distorsión»
¿DUROS O BLANDOS?
¿No os producía un poco de vértigo pensar en qué hacer después de haber trabajado con él? ¿Dar el siguiente paso tras haberos puesto en manos de un gurú internacional? Curiosamente, os habeis ido al otro extremo: Habéis grabado en casa y con gente muy cercana. De hecho, ha sido Marc Greenwood, vuestro bajista, quien se ha encargado de hacerlo.
Pau: Trabajar con Steve nos permitió entender que el grupo somos nosotros. Te da una gran autoestima, porque te dice que lo que estás grabando es tu disco y que él, en realidad, no ha hecho nada. Eso te da una gran libertad. Además, habíamos registrado previamente algunos EPs en casa con Marc y las pruebas habían sido satisfactorias.
¿Tuvieron una especial importancia esos EPs para tomar la decisión de grabar con él?
Jorge: Sobre todo, a la hora de elaborar las canciones.
Pau: Yo funciono por impulsos, hay veces en que me apetece y otras en que no. Y grabar en un estudio no deja de ser como ir a la oficina, porque tienes unos horarios fijos, mientras que poder llevarme a casa las canciones, grabadas en pocas pistas con un bajo, una batería y una voz, y tener la posibilidad de trabajar sobre ellas cuando me apetecía, me sirvió de mucho.
Jorge: Le hemos dedicado al disco mucho más tiempo que otras veces. Una de las mejores decisiones que tomamos fue la de grabar en mayo de 2009, hacer una premezcla y no volver al estudio hasta noviembre o diciembre. Hubo un periodo de barbecho que nos evitó urgencias. También hemos recuperado los ensayos de voces, y ahora los conciertos acústicos los hace todo el grupo, en vez de Pau y yo solos. La verdad es que estamos disfrutando mucho.
Marcos Collantes, director de vuestro sello, aparece como coproductor del álbum. ¿Por qué? ¿Buscaba asegurarse de que tendría un disco vendible?
Pau: Bueno, es un disco vendible, eso está claro, es cierto que el álbum tiene una orientación muy clara, pero su presencia nos vino bien. Ejerció de consejero.
Jorge: Nos daba bastante caña, y eso es muy bueno cuando un grupo lleva mucho tiempo en activo y está muy seguro de lo que hace. Es bueno contar con una voz crítica, y más si es alguien cercano a quien respetamos, que nos ha apoyado y nos conoce a la perfección. Cuando nos pidió venir, nuestra primera reacción fue de desconfianza, pero aceptamos. Y deshacía los empates cuando había que tomar alguna decisión.
Se nota un trabajo específico en el tratamiento de los coros y las cuerdas. ¿Era una asignatura pendiente para el grupo?
Jorge: La verdad es que sí, porque ya habíamos querido introducirlas en ocasiones anteriores, pero la idea no había llegado a cuajar del todo. Esta vez teníamos a Manu y Pablo Moreno, que son músicos clásicos pero también hacen rock y, además, son fans del grupo. Aportaron ilusión y frescura. Pensamos que su trabajo le iba muy bien a estas canciones. Somos muy fans de “Automatic for the people”, de R.E.M., y nos gustaba hacer ese tipo de disco, buscando la intensidad por caminos diferentes de la distorsión y las baterías atronadoras.
¿Os da miedo que se diga que el disco es blando?
Jorge: No. Más blandos son La Buena Vida o La Casa Azul.
Pau: Yo creo que, por mucho que hayamos grabado con Steve Albini, La Habitación Roja es una banda que siempre va a sonar blanda. En ese sentido, lo que buscamos es sonar bonito. No creo que los discos anteriores fueran más duros por el hecho de tener más distorsión.
Los arreglos del disco han obligado a ampliar la formación a quinteto, con la incorporación de Jordi Sapena (de los más que recomendables Caballo Trípode). ¿Es complicado llevar “Universal” al directo?
Jorge: No, pero yo toco más acústicas que nunca, y hacía falta un refuerzo. En cuanto a las cuerdas, cuando podamos vamos a incorporarlas a las actuaciones, especialmente en las capitales y en festivales.
¿Es “Universal” el disco más detallista que habéis hecho?
Pau: Sin duda. La versatilidad instrumental de Jordi ha sido fundamental en ese aspecto, porque las canciones ofrecían muchas posibilidades, y eso quiere decir que son buenas.
Jorge: Con el anterior disco, los acústicos no funcionaban igual. Estas canciones funcionan solas. Son muy melódicas, como las de los grupos que nos han gustado siempre: The Smiths, Echo & The Bunnymen o R.E.M. Son grupos con vocación popular, pero con calidad. Ese es el objetivo.
Finalmente, una curiosidad para Jorge. ¿Puedes explicar la letra de “Una nueva oportunidad”? ¿Es una canción de contenido religoso?
Jorge: Es una forma de hablar que forma parte de mi cultura. Como decir: “¡Dios mío!” No creo en Dios, pero he tenido una educación católica, como dirían Teenage Fanclub. En la canción se invoca al Señor, pero es un recurso. Tiene cierto tono espiritual, pero no habla de un ser divino, sino de la persona que ha compartido este viaje conmigo durante los últimos quince años y me ha apoyado siempre, incluso en los momentos difíciles.
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