El pasado octubre, el grupo madrileño grabó su primer disco en directo, después de tres trabajos de estudio. Una noche para la que trabajaron durante meses revistiendo las canciones más importantes de su repertorio. Arancha Moreno estuvo en la grabación y habló después con Juancho.
Texto: ARANCHA MORENO.
Fotos: JUAN PÉREZ-FAJARDO.
Terminaba octubre y a media tarde ya era noche cerrada en Madrid. Dentro de la sala But, la iluminación era anaranjada, muy cálida. En el centro del redondo local, una alfombra sobre la que aguardaban micrófonos, guitarras, teclados, batería… y frente a todo ello, unos cincuenta invitados que esperaban presenciar el primer trabajo en directo de una banda a punto de cumplir sus diez años de vida.
Con tres discos en su haber y una baja en la formación original, Juancho (guitarra solista y voz), Dr. Gerbass (bajo) y Ruly (batería) se enfrentan a este nuevo reto con el empeño de seguir definiendo su sonido y ampliando el repertorio. Dirigiendo la orquesta, el británico Nigel Walker, que ha trabajado codo con codo con la banda madrileña durante un mes y medio para preparar este trabajo. Un directo que arrancan con un ‘Fuego cruzado’ que introduce una mandolina y tira de escobillas, marcando el tono de la noche: un directo de tintes acústicos en el que revisan su repertorio dándole una vuelta a las canciones. En el setlist no faltarán los temas clásicos de la banda, como ‘De película’, ‘Fan de ti’, ‘Ya no tengo problemas’ o ‘Cremalleras’, y cuatro invitados de primera fila que se suman a la noche mágica del grupo.
“Hay mucho trabajo de instrumentación y arreglos que hemos tenido que hacer despacito, echándole muchas horas y mucho trabajo mental. Estos días, que he empezado a escuchar las mezclas, veo que ha merecido la pena”
“Comenzamos a ensayar a finales de verano, con Nigel y Matías Sorokin, guitarrista habitual de Sidecars. Empezamos a darle forma las canciones a dos guitarras y dos voces, y después se sumó la banda”, explica Juancho a Efe Eme días después de la grabación. El concepto de este trabajo en directo implicaba mucho ensayo, como explica el músico: “Vas a muerte, lo grabas todo casi a una toma; dimos dos vueltas para cubrirnos las espaldas. Hay mucho trabajo de instrumentación y arreglos que hemos tenido que hacer despacito, echándole muchas horas y mucho trabajo mental. Estos días, que he empezado a escuchar las mezclas, veo que ha merecido la pena”.
Parte de esos ensayos los hicieron en la sala Costello, “nuestra segunda casa”, donde acudieron cada mañana durante dos semanas, y el resto en una sala de los estudios Audiomatic at Drax, el mismo lugar donde se grabó un álbum esencial para ellos: el “Sin documentos” de Los Rodríguez. “Allí hemos vivido un momento muy especial en un lugar que nos parecía mágico”, confiesa Juancho.
“Nos apetecía hacer algo diferente, darnos un pequeño homenaje con amigos. Hay mucha facilidad para las colaboraciones en este país, nosotros hemos hecho tres discos y nunca habíamos hecho esto, pero esta vez nos apetecía compartirlo con gente que ha tenido que ver con nosotros”
El resultado, que escuchamos acomodados cerca del público que presencia el concierto, nos muestra una formación de Sidecars muy concentrada, menos eléctrica que de costumbre, más cuidada y con un sonido más contenido. Pero ante nuestros oídos no desfila toda la verdad del disco, porque mientras graban, nos llegan solo algunos instrumentos y voces de referencia: “En la grabación en directo primaba el sonido, para que todo sonara bien por los micrófonos necesitábamos que el sonido que salía fuera para el público fuera simbólico. Había mucha más música, pero no podíamos sacarla por la pea porque iba a ensuciar mucho el sonido de la grabación”. Juancho reconoce que el sonido, aunque no hayamos escuchado el definitivo, es más contenido que en otras ocasiones, por el propio planteamiento del proyecto: “Es un disco en acústico, hemos hecho un trabajo de lavado de cara de las canciones. Nos apetecía darle una vuelta nueva, queríamos recuperar canciones antiguas y vestirlas de otra manera”. De ahí que los temas, como indica el madrileño, muestren un traje “más elegante, un esfuerzo de menos es más. Creo que hemos acertado, hemos dado en la tecla”.
Para lograrlo recurren a sus acompañantes habituales: Matías Sorokin a las guitarras, pedal steel y mandolina; Mauro Mietta al piano y al órgano; Ramiro Nieto a la percusión y Martín Laude a la guitarra eléctrica. Pero no son los únicos que les acompañan en una noche tan importante: “Nos apetecía hacer algo diferente, darnos un pequeño homenaje con amigos. Hay mucha facilidad para las colaboraciones en este país, nunca habíamos hecho esto, pero esta vez nos apetecía compartirlo con gente que ha tenido que ver con nosotros”. Aunque los candidatos eran muchos, se autolimitaron en las invitaciones para no desvirtuar el sentido del proyecto: “Hay muchos amigos a los que no hemos llamado, no queríamos que fuera un karaoke. Me gusta ponerme un disco y oírlo entero, que tenga continuidad, que no sea algo que tengas que ir parando todo el rato”, aclara Juancho.
“Ahora lo veo con distancia y tiene pinta de ser un antes y un después. No digo que este disco vaya a explotar, pero sí creo que va a ocurrir algo, un pequeño punto de inflexión para la banda”
El primero en aparecer fue Dani Martín, con el que interpretaron ‘Todos mis males’. A él les une relación de año y medio, y muchas noches acompañándoles de teloneros. “Se ha portado muy bien con Sidecars, le gusta mucho, nos lleva por bandera de forma muy altruista, con el alma, y nos ha ganado. Cuando nos sentamos a pensar en los invitados no hubo dudas, queríamos invitarle”, explica el vocalista. Poco después aparecerá un entusiasta Iván Ferreiro para acompañarles en ‘Los amantes’ y subir el ánimo de músico y público: “Le queremos mucho, es una de las figuras con más talento y más personalidad de la música de este país. Nunca habíamos hablado de cantar juntos, surgió de forma natural. Ha venido con una sonrisa, y siempre que ha venido nos ha insuflado muchísima energía, creo que es uno de los momentos más importantes del disco”. Su colaboración supuso una ruptura con el tono calmado de la noche: “A mitad de la canción quitó el cable del micro, se puso de pie y ocurrió algo. Está grabado y se va a percibir ahí”, afirma el músico.
En la noche mágica también contaron con Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez: “M Clan es de los primeros grupos de rock and roll que tuve el placer de descubrir en casa con mis hermanos mayores, les tengo como referencia desde hace tantos años que me hacía mucha ilusión cantar con ellos. Me di cuenta que habían escuchado ‘Fuego cruzado’, estaban con muchas ganas y me propusieron una canción, muy bien”. Con el carisma que le caracteriza, Tarque no dudó en estar presenciando «una noche histórica para el rock and roll». Poco después irrumpió en el escenario César Pop, que les acompañó al acordeón en ‘Salir a matar’, y en la recta final de la noche, Leiva en ‘Más de la cuenta’ (así se nombró en la claqueta que daba paso a cada tema a la canción ‘Contra las cuerdas’): “Leiva vino por motivos evidentes, fue el productor, ha trabajado mucho con nosotros, nos tenemos mucho cariño, era obvio que iba a estar ahí”.
El planteamiento del disco, los invitados y la nueva forma de trabajar y de revestir las canciones hacen de este proyecto algo muy especial para la banda: “Probablemente ha sido la noche más importante para Sidecars. Estaba todo el mundo con el que empezamos a trabajar desde el principio: los hermanos Marín, David Bonilla y la gente de Warner… por primera vez estábamos metidos en una aventura en la que no solo estábamos emocionados nosotros mismos, éramos muchos los que sentíamos que pasaba algo. Ahora lo veo con distancia y tiene pinta de ser un antes y un después. No digo que este disco vaya a explotar, pero sí creo que va a ocurrir algo, un pequeño punto de inflexión para la banda”. Tanto, que el músico aventura que la experiencia modificará en algo su forma de enfrentarse a los futuros discos: “Creo que solo el último mes de trabajo de enfrentarse a las canciones de una manera diferente, y al trabajar con Nigel hemos aprendido cosas, enfocamos las canciones de otra manera. Eso no quiere decir que vayamos de acústico, pero nos ha hecho dar un paso más como músicos y como banda”. Mientras llegan esos pasos, se acortan los tiempos para el próximo disco y deuvedé de la banda, que en principio verá la luz el mes de marzo.