LIBROS
«La primera novela de la saga ha sorprendido a la crítica y a los lectores del género negro»
Ragnar Jónasson
La dama
SEIX BARRAL, 2023
Texto: CÉSAR PRIETO.
Al diccionario de detectives, investigadores y amateurs de la novela negra se ha unido un nuevo nombre, el de Hulda Hermannsdóttir, una de las mejores investigadoras de la policía de Reikiavik que, con La dama, inicia una serie de novelas que se prevee larga, por los puentes que en esta va trazando con anteriores casos. Porque, extrañamente, el que desarrolla la novela es el último que Hulda tiene entre sus manos. Parece raro, pero una vez que se llega al final de la novela se ve que era la única solución posible.
El último no quiere decir que le asignen un caso, quiere decir que asume un caso que tiempo atrás había quedado sobreseído. Hay una sutil diferencia entre lo que se dice y lo que se entiende, entre lo que le propone su superior —«puedes revisar un caso si te apetece»— y lo que entiende —«en estos últimos días revisa un caso», para entretenerte, le faltó decir—. Para otro cualquiera sería casi una humillación, pero Hulda se dedica a ello con todas sus fuerzas, para intentar olvidar esos fantasmas de su pasado que aparecerán en posteriores novelas de la saga.
El libro comienza con diferentes líneas argumentales: una auxiliar de enfermería que ha atropellado a un pederasta, una madre adolescente que ha de internar a su hija en un centro de acogida, una pareja que sale de excursión por valles nevados de Islandia y el caso que nuestra investigadora escoge: una joven refugiada rusa que residía en un albergue a la espera del permiso de residencia, y que aparece muerta en una cala solitaria y escondida. Al final, como era de prever, todos estos hilos confluyen en un nudo.
El marco temporal son los menos de tres días de trabajo que le quedan a Hulda. En el segundo de ellos, Magnús, su inmediato superior, la quiere apartar formalmente del caso, aunque ella decide, motu proprio, seguir adelante. Discurre por callejones sin salida, por pistas con sorpresa, por la penosa investigación original de su colega Alexander en una carrera contrarreloj que la agente de policía quiere finalizar, esquivando las trabas que le va poniendo su jefe y que la llevarán a un estremecedor final.
La primera novela de la saga ha sorprendido a la crítica y a los lectores del género negro. Una investigadora de casi sesenta y cinco años suele tener más de Miss Marple, quieta en la mesa camilla, que de Lisbeth Salander, la protagonista de la saga Millennium; pero en La Dama, viajando en un par de días de un lado a otro de Islandia, no ceja, con energía, de creerse y de crecerse con energía, hasta un final que va a ser su mayor éxito y su mayor fracaso.
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Anterior crítica de libros: Axel, de Luis García-Rey.