Una sección de JUANJO ORDÁS.
La Columna Metálica de esta quincena se mueve en torno al universo Guns n’ Roses, un hervidero de noticias continuo pero que, al menos en esta edición, no podemos ignorar.
Abrimos fuego con SLASH. El guitarrista anuncia en su blog lo que muchos deseábamos oír: La grabación de su próximo disco en solitario avanza con firmeza y parece ser que ya ha registrado cuatro canciones. Pero las buenas noticias no acaban ahí, pues está contando con los servicios de Josh Freese (ex NIN) y Chris Chaney (ex Jane’s Addiction), dos músicos que aseguran calidad en el futuro trabajo. El disco va levantando amplias expectativas poco a poco, aunque su mayor baza sigue resultando un secreto, y es que Slash anunció que se serviría de múltiples vocalistas para dar forma a los temas que lo compongan. Los rumores empezaron a correr cargados de nombres ilustres como Steven Tyler o Alice Cooper, aunque por lo pronto ya han sido prácticamente confirmados Ozzy Osbourne y la insoportable Fergie. ¡Una de cal y otra de arena! Si el guitarrista acaba por comprimir tal cantidad de talento en un único CD, podríamos estar hablando de un disco histórico.
Asociar el nombre de Duff McKagan al de Guns n’ Roses como el de un simple bajista que prestó servicio en la última gran banda de rock and roll no solo es equivocado, sino injusto. Durante el tiempo en el que McKagan formó parte de la mítica banda norteamericana ocupó el rol de instrumentista, cierto, pero también el de compositor y ocasional vocalista. Fue él quien firmo “So fine” (uno de los más hermosos temas del conjunto), marcó con su bajo temas ya legendarios como “It’s so easy” y se encargó de homenajear a los Misfits y a Johnny Thunders en el disco de versiones que el combo editó. Un tipo de raíces Duff.
Su currículum comprende dos discos en solitario (uno de ellos fantasma, sólo localizable en internet), supergrupos (Neurotic Outsiders, V000elvet Revolver) y en su tiempo libre comanda LOADED, con quienes presenta su segunda referencia en el mercado.
Sinceramente, no cabía esperar mucho de McKagan. En Velvet Revolver el motor creativo parecía ser Scott Weiland y los proyectos destinados a cubrir calendario no tienen porque ser más efectivos que los más planificados (¡a veces el relax no es buen amigo!). Pero nada más lejos de la realidad. Resulta que Loaded no es solo un entretenimiento, sino que presentan en sociedad un segundo disco impresionante.
Sick (Century Media) es una batidora guitarrera de influencias que nadie esperaba de alguien como Duff McKagan. Porque sí, conserva la potencia del punk neoyorkino y londinense, pero es que además incorpora melodías vocales francamente buenas, e ideas que dejan claro que estamos hablando de un disco muy trabajado, casi mimado. Uno escucha el tema título inicial y se sorprende de lo bien que suena (¡exquisita mezcla!), pero no deja de ser una canción agresiva y directa que encaja con el Duff que conocíamos. La sorpresa llega de la mano de canciones como “Flatline”, con un estribillo luminoso, con muchísimo gancho. Igual ocurre con “IOU”, en la que las reminiscencias de los Beatles revolotean sobre un single en potencia. La lentitud y melancolía de la sentida “Mother’s day” continua sorprendiendo, mientras que “No more” finaliza el disco con energía y actitud.
Un gran disco, sin duda, que hay que saber disfrutar olvidando el pasado del bajista (ahora guitarrista), pues poco tienen que ver Loaded con Guns n’ Roses o Velvet Revolver. Hay que ser justo, olvidar esas referencias y darle al play. Entonces estarás ante uno de los discos del año. Para completistas, añadir que el CD se encuentra disponible en edición limitada con DVD adicional conteniendo un concierto integro del conjunto.
Para finalizar, Brian Mantia (actualmente uno de los dos baterías que prestan servicio de en los Guns n’ Roses de Axl Rose) ha comentado en una entrevista concedida a Modern Drummer Magazine que AXL ROSE parece tener intención publicar un disco de remezclas de Chinese democracy. ¡Habrá que escucharlo! El componente industrial del disco propicia este tipo de experimentos que, dicho sea de paso, a veces salen muy bien. Para los más cerrados de mente recordar que The downward spiral de Nine Inch Nails funcionó perfectamente en el campo de las remezclas.