Una sección de JUANJO ORDÁS.
Se reedita en vinilo el clásico de MOTÖRHEAD [en la foto] No sleep ‘til Hammersmith, un disco en directo grabado en Inglaterra en 1981 esencial para cualquier amante de la música dura. En una época en la que las camisetas «vintage» de los Ramones o de los mismísmos Motörhead son carnaza esnob, es hora de reivindicarles como uno de los grupos más brutales que jamás han existido. Olvídate por unos momentos de Sepultura, Devildriver y de cualquier formación de death o grind metal. Aquí está la esencia de la agresividad, la razón del «headbanging». Más punk que el punk, más heavy que el heavy, No sleep ‘til Hammersmith contiene furia, rabia y sentimiento callejero sin aditivos ni conservantes. Tres tipos, el líder y alma del trío Lemmy Kilmister, Philthy Phil Taylor y Fast Eddie Clarke. Una audiencia preparada para ser derribada. Un set de canciones concisas. Una guerra. Crudeza, una batería desbocada, combativos solos de guitarra, la cazallosa voz de forajido de Lemmy, todo un conjunto de quimeras que se hacen realidad en uno de los discos más importantes a nivel cultural de los años 80. En la actualidad grupos como el que nos ocupa u otros como Iron Maiden han sido plenamente aceptados por la cultura rockera clásica, pero para disfrutar de este trabajo hace falta más que un doctorado en rock and roll, hace falta valor (que diría Santiago Auserón). La reedición dentro de la serie Back to black de Universal no nos brinda extras, tan solo el «track listing» original y 180 gramos de puro hierro fundiéndose. Eso sí, con concesión a los nuevos tiempos mediante un código de descarga gratuita digital del álbum.
Ahora hagamos una concesión a la piratería. Ya circula por las mejores tiendas un nuevo DVD pirata del siempre genial OZZY OSBOURNE. Ex vocalista de los fundamentales Black Sabbath y propietario de una carrera en solitario magistral (llena de material bastante más comercial que el que facturó en su etapa grupal), Osbourne nunca podrá competir con Robert Plant en la categoría de frontman rockero pero es muy capaz de darle sopas con onda en lo relativo a su poder sobre la audiencia. Y es que Ozzy nunca fue un gran vocalista pero su mangetismo es tal que él solo se sobra para transformar una canción mediocre en una obra maestra. The madman is back recoge en un muy buena audiovisual la actuación del inglés en el argentino festival Quilmes Rock 2008. Es importante señalar que, pese a tratarse de un concierto registrado decentemente por la televisión argentina la calidad no es la que puedan tener las emisiones capturadas por la televisión japonesa. En cualquiera de los casos, el documento nos presenta un espectáculo maravilloso, una banda sonando dura comandada por un Ozzy que se mueve bastante más que en giras anteriores, que debido a dicha movilidad no siempre afina pero que regala clásico tras clásico apoyándose en Zakk Wylde, quizá el mejor guitarrista de su generación, un vikingo imponente que desata riffs brutales con la complacencia de su jefe. No obstante, si lo tuyo no es el mercado pirata y deseas introducirte en el universo Ozzy, siempre puedes hacerte con Live at budokan (2002), un directo memorable de excelente calidad.
Para finalizar: Las entradas para la segunda fecha de METALLICA en Madrid están a punto de agotarse. Los cuatro jinetes están ofreciendo una generosa ración de su aclamado Death magnetic en cada uno de sus conciertos y, a tenor de lo escuchado en grabaciones oficiales, los temas nuevos encajan como un guante en el repertorio clásico, así que el éxito está asegurado.