La Columna Metálica El gemelo diabólico de Metallica

Autor:

MEGADETH siempre me han parecido algo más que un muy buen grupo, algo más que una banda. En parte, el grupo ha sido una válvula de escape para Dave Mustaine [en la foto], su carismático y polémico líder. Miembro fundador de Metallica, Mustaine ni tan siquiera llegó a grabar el primer largo de la famosa banda, algo que no fue inconveniente para que pusiera en marcha a Megadeth, un nombre grupal para que diversos músicos apoyaran al líder en su misión de rivalizar con Metallica por el trono del metal. Un gemelo malvado preparado para asestar golpes a su adversario hasta hacerse con la corona.
La evolución de ambas bandas sería pareja, incluso hasta al presente, incluyendo una huida de sus raíces más duras, pasando por un acercamiento al rock y finalizando (hasta la fecha) con un regreso al metal más potente. Mustaine nunca llegaría a alcanzar las cotas de popularidad de sus antiguos compañeros pero el pelirrojo ha rozado los altos niveles compositivos de estos. Así lo demuestran sus obras más duras (Rust in peace, 1990), las más rockeras (Youthanasia 1994) o su reciente United abominations (2007).
La gran noticia es que el nuevo disco de Megadeth ya ha sido grabado y será editado por Roadrunner en septiembre. Las hostilidades con Metallica cada vez son más leves pero Mustaine ahora parece más centrado que nunca en disfrutar de su propia música y de su nivel de popularidad. Desde que regresara de una temporada alejado del negocio musical debido a una lesión se ha encargado de firmar discos realmente inspirados y encabezando su propio festival estadounidense. En breve estará compartiendo cartel en Canadá con Slayer, otros con los que ha tenido sus más y sus menos pero ya ha avisado a la prensa para que durante las sesiones promocionales no le hagan preguntas relativas a la citada rivalidad. Sino levantará la entrevista. Así se las gasta.

MARILYN MANSON ha regresado y trae consigo a Twiggy Ramírez, bajista y compositor de la época dorada del polémico cantante y del que se permitió prescindir en sus dos últimas entregas discográficas. Ramírez ha sido quien parece haber puesto orden en el universo musical de Manson y juntos entregan este The high end of low (Interscope 2009), un muy buen trabajo en el que han contado con el apoyo del multiinstrumentista Chris Vrenna (NIN). Podríamos decir que el nuevo disco de Marilyn Manson es un cruce entre Antichrist superstar (su obra maestra de rock industrial de 1996) y Mechanical Animals (su disco de pop masivo de 1998). A mitad del minutaje encontramos el único punto flojo del CD: “I want to kill you like do in the movies”, un pastiche de casi diez minutos de duración en el que el grupo juega a la psicodelia mal entendida, a un vano intento de emulación de The Doors que esperemos se abstengan de interpretar en vivo. ¿El resto? Excelente. Por una parte la banda desarrolla con gran acierto –y contundencia– canciones en su oscuro estilo clásico (“Wight spider”, “I have to look up just to see hell”, “15”), juegan con su vertiente pop (“Unkillable monster”,  la pseudo-romántica “Running to the edge of the world”), se balancean con muy buenos resultados en un punto intermedio (“Leave a scar”) y además le dan al punk con ganas (“Pretty as a swastica”, “We’re from America”). Por el camino despachan un single clásico como “Arma-goddamn-motherfuckin-geddon” (es decir, glam gótico e industrial) y aplican las enseñanzas de Depeche Mode con sobriedad y muy buena mano en la excelente “Four rusted horses”.

Otros que también cargan las baterías son KISS. Su nuevo disco en estudio desde el mediocre Psycho circus (1997) parece estar casi a punto. Mientras, confirman tour norteamericano y de teloneros, ni más ni menos, que Buckcherry. Buen cartel.

 

Artículos relacionados