«El suelo sobre el que la mujer posaba de rodillas reaccionó al entrar en contacto con la miel, se formó una especie de pegamento y Ester quedó adherida. Al intentar despegarse, su piel acabó desgarrada y su carrera como modelo, hundida»
Detrás del ritmo funky y pegadizo de ‘Love rollercoaster’, de los Ohio Players, se esconde un misterio: un grito que ha dado lugar a todo tipo de teorías sobre mujeres asesinadas. Héctor Sánchez nos lo cuenta.
Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.
Ester Cordet era una modelo panameña que tuvo la suerte de ser conejita “Playboy” y convertirse en Miss Octubre de 1974 a los veintisiete años de edad. Pero Cordet no solo sería recordada por ser una chica de revista sino también por ser una chica de portada. De portada de disco. Bastaba echar un simple vistazo a las cubiertas de los álbumes de los Ohio Players para saber cuál era la tónica habitual del grupo a la hora de elegir sus imágenes de cubierta: mostraban a sensuales mujeres negras semidesnudas y Ester Cordet cumplía los requisitos para aparecer en una de ellas.
El grupo tampoco se comía la cabeza a la hora de elegir una portada acorde con el título. Si “Pain” (1972) ofrecía la imagen de una modelo armada con un látigo y “Fire” (1974) tenía a una modelo vestida solo con el casco de un bombero y rodeada de una manguera, ¿cómo sería la portada del álbum “Honey”, lanzado en 1975? Tan sencillo como sacar a otra modelo de color, ligera de ropa y con un tarro de rica miel. Ester Cordet fue la elegida para posar para la fotografía de la cubierta desplegable de este disco. En la parte exterior, Ester, ataviada con un minúsculo tanga, saborea la miel que se desliza desde la cuchara hasta su boca mientras que con la otra mano sostiene en alto el dulce néctar de las abejas. En el desplegable interior, el cuerpo desnudo de la muchacha está embadurnado por este líquido viscoso.
Este erotismo oculta una tragedia de la que Cordet salió mal parada. La miel tuvo que ser calentada previamente para que pudiera fluir y estaba tan caliente que ocasionó importantes quemaduras a la modelo al caerle sobre el cuerpo. Sin embargo, esto no quedó aquí. El suelo de fibra de vidrio sobre el que la mujer posaba de rodillas reaccionó al entrar en contacto con la miel, se formó una especie de pegamento y Ester quedó adherida. Al intentar despegar las piernas de la sustancia, su piel acabó desgarrada y su carrera como modelo, hundida. La desdichada Ester Cordet acudió al mánager de los Ohio Players para pedir una indemnización por los daños que la sesión de fotos le había causado y amenazó con demandarle, pero el mánager no le dio la oportunidad después de apuñalarla con un cuchillo. Ester Cordet lanzó un grito antes de morir y ese grito quedó grabado para siempre. En el estudio que estaba justo al lado del escenario del crimen, los Ohio Players se encontraban enfrascados en la grabación del tema ‘Love rollercoaster’ y el último chillido de Cordet quedó registrado en la canción. El grito de la modelo asesinada se puede escuchar entre el minuto 1:24 y el 1:28 en la versión del single o entre el 2:32 y el 2:36 en la versión incluida en el álbum.
Esta historia, que pone la piel de gallina a cualquiera, tiene diferentes versiones. Gracias al grito incluido a mitad de la canción ‘Love rollercoaster’, comenzaron a circular las teorías y las leyendas urbanas más absurdas relacionadas con este misterioso chillido. La más exagerada es esta historia de la modelo despellejada por la fibra de vidrio y la miel caliente. Una variación de este mito es que la miel que cubría a Ester Cordet se quedó pegada a su cuerpo; la modelo gritó cuando se le estaba despegando el producto de su piel y como la sesión fotográfica se estaba realizando al mismo tiempo que la grabación de la canción, el grito quedó registrado. También se rumoreó que la miel estaba envenenada y la mujer gritó al darse cuenta. La pobre Cordet tuvo una muerte más variada que la de Kenny en “South Park”.
Pero no todos los rumores tienen que ver con la modelo de “Playboy”. También se pensó que el chillido provenía de otra persona asesinada en el estudio, o cerca de él, y que, en lugar de Cordet, pudo ser desde una señora de la limpieza hasta la novia de uno de los miembros del grupo, pasando por un conejo. Incluso se especuló que el grito se añadiera después a la grabación y que su origen provenía de un enfermo de un psiquiátrico o de una llamada por teléfono al número de emergencias.
Hay versiones para todos los gustos pero todo tiene una explicación real. En 1976, el locutor Casey Kasem habló en su programa de radio “America Top 40” sobre la leyenda urbana del asesinato de una mujer en el estudio, y a los Ohio Players este rumor les vino de perlas para vender más discos. Sin embargo, el grito no resultó ser de ninguna mujer asesinada ni de ningún enfermo ni mucho menos de un conejo. El autor del polémico chillido fue el teclista del grupo, Billy Beck, tal y como declaró el batería, Jimmy “Diamond” Williams: “Hay una parte de la canción en la que hay una interrupción. Hay guitarras, es justo antes de la segunda estrofa, y Billy Beck hace uno de sus chillidos aspirados como los que hacía Minnie Ripperton para alcanzar su nota más alta o como hace Mariah Carey para subir varias octavas por encima. El DJ hizo esta broma y se extendió por todo el país. La gente nos preguntaba ‘¿Matasteis a una chica en el estudio?’ El grupo hizo un voto de silencio porque eso hace que vendas más discos.”
Así de sencillo. La banda hizo mutis y a nadie le importó que, en realidad, Ester Cordet estuviera viva. Cualquier truco sirve para subirse en la montaña rusa de los negocios o para saborear las mieles del éxito.
Nos veremos en La Cara Oculta del Rock…
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Anterior entrega de la cara oculta del rock: Los Byrds, el grupo que susurraba a David Crosby.
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