“Solo habían pasado unas horas desde que llegó mi bebé, estaba sujetando el milagro del nacimiento en mis brazos y ya estaba vacilando a alguien”
Las celebridades tienden a ponerles nombres excéntricos a sus retoños, como es el caso de Grace Slick. Cuando la cantante de Jefferson Airplane dio a luz a su hija, no se le ocurrió otro nombre mejor para la recién nacida que dios, escrito en minúscula. ¿En qué estaba pensando?
Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.
Grace Slick dio a luz a una niña en el French Hospital de San Francisco el 25 de enero de 1971. Aunque su marido desde hacía diez años era el cineasta Gerald “Jerry” Slick, el padre de la criatura era Paul Kantner, el guitarrista de Jefferson Airplane y compañero sentimental de la cantante desde 1969. Grace y Gerald no tardarían en divorciarse; por su parte, a pesar de tener una hija en común, Grace y Paul no tenían planes en la cabeza de casarse.
La llegada al mundo del fruto del amor de la cantante y el guitarrista de Jefferson Airplane escandalizó al sector más religioso, no por ser un bebé de una mujer que estaba practicando adulterio, sino porque esta niña recibió un peculiar y atípico nombre: Dios. O mejor dicho, dios, escrito en minúscula. Como a Slick no le había parecido suficiente con saltarse el sexto mandamiento, también decidió tomarse a la ligera el segundo y utilizar el nombre de Dios como le vino en gana.
Aunque Grace Slick tuvo esta ocurrencia de verdad, no es más que una verdad a medias. La historia real del nombre de la hija de los miembros de Jefferson Airplaine fue un chiste que debería haberse quedado dentro de las cuatro paredes en las que la cantante dio a luz. Slick se encontraba en la habitación del hospital con su hija recién nacida en el momento en el que llegó una enfermera española para encargarse de la ropa de cama, de que todo estuviera en orden y de que la cantante rellenara el papeleo correspondiente. Así lo relató Slick en su autobiografía: “Sujetaba un certificado enmarcado que parecía un diploma del instituto y dijo: ‘Le damos esto a todas las mujeres que acaban de ser madres. Dice dónde nació, a qué hora y el nombre del bebé va aquí’. Señaló una línea vacía en el documento. ‘¿Cómo se llama tu bebé?’, preguntó”. Ante esta cuestión, Grace Slick tenía dos opciones: la primera era responder en serio y la segunda, tomarle el pelo a la enfermera. Está claro cuál escogió: “Vi que llevaba un crucifijo colgado del cuello y dije espontáneamente: ‘dios. Lo escribimos con d minúscula porque queremos que sea humilde’”.
Grace era consciente de que su respuesta no era muy habitual en una madre primeriza: “Solo habían pasado unas horas desde que llegó mi bebé, estaba sujetando el milagro del nacimiento en mis brazos y ya estaba vacilando a alguien”. Atónita y confusa por lo que acababa de escuchar, a la enfermera no le quedó más remedio que pedirle que se lo repitiera. Tal vez había entendido mal lo que la cantante había querido decir, pero no tuvo esa suerte: “Después de oírlo por segunda vez, y tras decidir que la blasfemia era real, escribió titubeante la palabra ‘dios’ en el documento, probablemente pensando que tendría que rezar novenas durante toda su vida por su participación en esta profanación”.
Sin embargo, la devota enfermera no acudió a confesar a un sacerdote su parte de culpa en semejante ofensa al Señor, sino que prefirió hacerlo con otro tipo de predicador, como lo era el columnista del periódico “San Francisco Chronicle”, Herb Caen. Éste publicó la información que había recibido de primera mano gracias al chivatazo de la enfermera y el resto ya es leyenda. Leyenda urbana, claro.
Más adelante, la propia hija de Slick relataría el origen de este bulo: “Cuando nací, la enfermera era bastante religiosa. Con su voz cursi, dijo: ‘¿Cómo vas a llamar a tu bebé?’ Y mi madre, típico de ella, dijo irónicamente: ‘Vamos a llamarla dios, pero con d minúscula por respeto”. De todas maneras, aunque la vocalista de Jefferson Airplane dijera que la broma religiosa se le pasó por la cabeza al ver el crucifico que colgaba del cuello de la enfermera, dos meses antes, Slick ya había hecho mención a esta ocurrencia en una entrevista de la revista “Rolling Stone” cuando estaba embarazada y le preguntaron cuál sería el nombre de la criatura: “Solo dios. Sin apellido ni d mayúscula. Y podrá cambiarse el nombre cuando quiera”.
Sin embargo, el auténtico nombre que recibió la niña no tenía nada que ver con una deidad superior, omnipotente u omnipresente, sino que más bien estaba relacionado con un gigante asiático. El nombre escogido para el bebé de Grace Slick y Paul Kantner fue China. En “Sunfighter”, el álbum grabado por sus padres en 1971, no solo aparecía fotografiada la pequeña China de bebé en la portada, además, el disco tenía una canción homónima. Ésta no era la primera hija de músicos que tenía este nombre, o uno bastante parecido. Tres años antes, John y Michelle Phillips, la mitad de The Mamas & The Papas, eran padres de una niña a la que llamaron Chynna. ¿Influyó este nombre en la elección de Slick? Ella misma contestó a esta pregunta: “Como nunca presto mucha atención a los emparejamientos de otras celebridades, no sabía que Michelle Phillips, otra madre del rock and roll, había llamado Chynna a su hija. De hecho, ni siquiera sabía que Michelle tuviera una hija. Varios años después del nacimiento de mi hija, cuando alguien me preguntó si había escrito el nombre de forma diferente del de la hija de Michelle a propósito, la respuesta fue no. De hecho, intentaba ser original con el nombre de mi hija, y si hubiera sabido que la hija de Michelle se llamaba Chynna, probablemente habría llamado a la mía Xlopdy”. Fuera como fuese, la hija de Slick y Kantner no estaba destinada a tener un nombre como Dios manda.
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Anterior entrega de La cara oculta del rock: 10cc, eyaculaciones por encima de la media.
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