«La muerte de McCartney es uno de los puzles más divertidos del rock. Ahí están las piezas en forma de portadas y canciones y cualquiera puede construir sus propias interpretaciones. Como juego resulta gracioso, siempre que uno no se lo tome en serio’
La «prematura muerte» de Paul McCartney en 1966 obligó a los Beatles a sustituirlo por un doble sin que nadie se diera cuenta, pero ciertos «indicios» en las portadas y los temas desvelaban el incidente. Con las pistas escondidas en las canciones de los cuatro de Liverpool y la explicación de esta leyenda urbana, Héctor Sánchez da por finalizada la sección «La cara oculta del rock», pero en breve estrenará una nueva.
Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.
Por si las portadas no incluían suficientes indicios para sospechar que Paul McCartney había fallecido en un accidente de coche el 9 de noviembre de 1966 a las 5 de la mañana, las canciones de los Beatles tampoco se quedaron atrás. Los mensajes secretos ocultos en los temas se pueden dividir en tres categorías: letras que describen el acontecimiento y a los involucrados, letras que parecen decir una cosa cuando en realidad están diciendo otra y mensajes que solo se escuchan al reproducir las canciones al revés.
En esta primera categoría, la descripción del suceso, entrarían canciones como ‘She is leaving home’, donde se indica el día y la hora en los que sucedió el accidente: “Miércoles por la mañana, a las 5 mientras comienza el día”. Varios versos de ‘Good morning’ insisten en la descripción del incidente y la presencia de la chica que le hizo perder el control del vehículo al músico: “Nada que hacer para salvar su vida (…) / Y ahora estás solo, estás en la calle (…) Gente corriendo alrededor / Son las 5 (…) / Mirando las faldas, empiezas a coquetear”. Mucho más explícita es, supuestamente, la letra de ‘A day in a life’: “Se voló la cabeza en un coche / No se dio cuenta de que el semáforo había cambiado / Una multitud de gente se arremolinó para mirar / Habían visto su cara antes”. También ‘The long and winding road’ describe la noche del accidente: “La noche turbia y con viento que la lluvia se llevó / Ha dejado un charco de lágrimas llorando todo el día”. El largo y sinuoso camino es una metáfora de la vida y su inevitable final es la muerte.
Otros temas hablan sobre el sustituto de Paul, William Campbell, como ‘She came in through the bathroom window’: “Dejé el departamento de policía / Y conseguí un trabajo fijo”. Antes de entrar en los Beatles, William Campbell era policía y dejó la placa por un nuevo empleo fijo como convertirse en estrella del rock. Por otro lado, hasta John Lennon quiso enredar la madeja y jugar a esconder pistas; con ‘Glass onion’, vuelve a plantear el dilema de la morsa: “Les hablé de la morsa y yo / Somos muy íntimos / Aquí tienen otra pista / La morsa era Paul”. Al final parece que a Lennon no le gustó ser este animal símbolo de la muerte y decidió cargarle el muerto a McCartney.
La segunda categoría, frases que parecen decir otra cosa, tiene mensajes de lo más variado. Con ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’ los Beatles presentan a William Campbell, aunque aquí le llaman “Billy Shears”. Billy es diminutivo de William y Shears suena muy parecido a “’s here” (“está aquí”). Es decir, “Billy está aquí”. La canción ‘I am the Walrus’ también entra en este grupo ya que al final parece que se escucha lo siguiente: “Bury me, bury me, bury my body. Oh, untimely death. What? Is he dead?” (“Entiérrame, entiérrame, entierra mi cuerpo. Oh, muerte inesperada. ¿Qué? ¿Está muerto?”). Lo mismo sucede en ‘Strawberry fields forever’, ya que, cuando el tema termina, John parece decir “I buried Paul” (“Yo enterré a Paul”), aunque lo que dice en realidad es “cranberry sauce” (“salsa de arándanos”). Una broma típica de Lennon era soltar de vez en cuando palabras sin sentido. En el final de ‘All you need is love’ parece escucharse “Yes, he’s dead. We love you, yeah, yeah, yeah” (“Sí, está muerto. Te queremos, sí, sí, sí”). Sin embargo, cualquier oyente se dará cuenta de que lo que en realidad están diciendo son los títulos de dos de sus antiguas y más famosas canciones: ‘Yesterday’ y ‘She loves you’. Por último, al terminar ‘While my guitar gently weeps’ se oye un lamento, algo como “Paul, Paul, Paul, Paul”. ¿Están los Beatles llamando a su amigo al que echan de menos?
Para finalizar con las pistas en las canciones, una teoría conspiratoria no es igual de buena si no tiene mensajes ocultos que solo se escuchan si se reproduce el disco al revés. Al final de ‘I’m so tired’, Lennon murmura una frase confusa e incoherente que pinchada hacia atrás suena a “Paul is a dead man. Miss him, miss him” (“Paul está muerto. Le echamos de menos, le echamos de menos”). No obstante, lo que John Lennon dice en realidad en la frase sin sentido es “Monsieur, monsieur, let’s have another one” (“Señor, señor, tomemos otra”). En la polémica y vanguardista canción, por llamarla de alguna manera, ‘Revolution 9’ si se escucha al revés la frase que más se repite, “Number nine”, se oye “Turn me on, dead man” (“Enciéndeme, hombre muerto”).
Al igual como sucede que en la entrega anterior dedicada a las portadas, existen muchos más mensajes ocultos en las canciones y estos son solo unos ejemplos. Y como ocurre con la mayoría de las leyendas urbanas, todo depende de las ganas que uno tenga de querer escuchar, ver o interpretar estas supuestas pistas.
¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Cuál es su origen? ¿Tuvieron los Beatles algo que ver? El 17 de septiembre de 1969, el “Times-Delphic”, el periódico de la Universidad de Drake en Des Moines (Iowa), publicó un reportaje firmado por Tim Harper y titulado “¿Está muerto el Beatle Paul McCartney?”. Cuando el rumor se extendió, Harper logró protagonismo en los medios y concedió entrevistas hablando sobre el asunto: “Era solo una broma. Cuando escribí la historia sabía que no era cierta”. Tim Harper ni siquiera tenía un disco de los Beatles en su colección pero su “broma” empezó a ser tomada en serio. Poco después, el 23 de septiembre, en el periódico del campus de la Universidad del Norte de Illinois, “Northern Star”, Barv Ulvilden amplió este rumor en el artículo “Pistas apuntan a la posible muerte de un Beatle”. El bulo llegó a las ondas radiofónicas. El 12 de octubre, Russell Gibb, el pinchadiscos de la emisora de Detroit “WKNR-FM”, recibió una llamada telefónica de un tal Tom Zarski informándole de la supuesta muerte del Beatle zurdo. Dos días después, Fred LaBour redactó un nuevo texto sobre este suceso, “McCartney muerto. Nuevas pruebas salen a la luz”, para el periódico de la Universidad de Michigan, “Michigan Dialy”. La investigación de LaBour se inició poco después de la publicación de “Abbey road” y su teoría se basaba en que, en la fecha en la que supuestamente falleció McCartney, realmente hubo un accidente de tráfico en el que un hombre murió desfigurado y no fue posible su identificación.
La bola de nieve había comenzado a rodar. La noticia trascendió a otros medios como las agencias United Press International y Asociated Press y la revista “Life” le dedicó un reportaje de portada en noviembre desmintiendo el bulo. El rumor ya estaba extendido. Pero no todo eran pistas en los discos, incluso un estudio realizado por el Doctor Henry Truby de la Universidad de Miami aseguraba que las voces sonaban diferentes al comparar ‘Yesterday’ (1965) con ‘Hey Jude’ (1968). Además, también se encontraron diferencias en el aspecto físico de Paul McCartney y su doble, comúnmente conocido como “Faul” por un juego relacionado con el nombre del bajista y la palabra “fake” (“falso, farsante”). Para seguir alimentando esta historia, cuando McCartney fue arrestado en un aeropuerto en Japón en 1980 por posesión de marihuana le tomaron las huellas dactilares. Entonces, un periódico publicó una noticia que decía que las huellas no coincidían con sus huellas archivadas.
¿Qué parte de verdad tiene esta historia? Paul McCartney sí sufrió un accidente, pero no fue en coche sino en motocicleta. Mientras conducía, el vehículo derrapó y el bajista se rompió los labios y un diente como consecuencia de la caída. Por esa razón durante un tiempo Paul aparecía en las fotografías con un diente partido y a esa razón se debe la cicatriz en el labio. No fue necesario un concurso de dobles ni una operación de cirugía ni una suplantación de identidad. El propio McCartney tuvo que desmentir su muerte en numerosas ocasiones: “Estoy vivo y bien, y nada preocupado por los rumores sobre mi muerte. Pero si estuviese muerto, yo sería el último en saberlo”. John Lennon también se pronunció sobre ese suceso: “Paul McCartney no podría haber muerto sin que el mundo lo supiera. No se podría haber casado sin que todos lo supieran. De hecho, no podría ir de vacaciones sin que todo el mundo se entere. Es inimaginable. Pero fue una buena publicidad extra para el disco ‘Abbey Road’”.
Además, Lennon explicó por qué McCartney aparece descalzo en el famoso paso de peatones: “Paul cruzó la calle descalzo porque su idea de ser diferente es verse casi perfecto pero con una oreja pintada de azul, ¿entiendes? Algo sutil. Así que Paul decidió estar descalzo al cruzar la calle. Cuando ves el disco parece que los cuatro Beatles estamos completamente vestidos. Pero él lo hace solo por llamar la atención”. ¿Es esta la auténtica razón por la que el bajista aparece diferente respecto a los otros tres Beatles en la mayoría de las fotografías? Las pistas no son pistas, sino coincidencias. Todo lo demás se forma en nuestra cabeza.
Al final, ni el propio Beatle zurdo se tomó aquello en serio y bromeó sobre el lema “Paul is dead” al lanzar un álbum en directo con el título “Paul is live” (1993). La cubierta parodiaba la de “Abbey Road”, pero en lugar de caminar junto a sus antiguos compañeros, Paul paseaba a su perro. Y esta vez estaba calzado. Además, la matrícula del Volkswagen Escarabajo había cambiado, “51 IS” era la placa nueva, que quería decir que en ese momento el músico tenía 51 años.
La muerte de Paul McCartney es uno de los puzles más divertidos del rock. Ahí están las piezas en forma de portadas y canciones y cualquiera puede construir sus propias interpretaciones. Como juego resulta gracioso, siempre que uno no se lo tome en serio. ¿Hasta dónde es capaz de llegar la mente del hombre para imaginar historias de este tipo? Los vivos que están muertos, los muertos que están vivos, las intimidades de alcoba más extrañas, los animales como protagonistas indirectos, los caprichos excéntricos de un juguete roto, las venganzas más ridículas, las conspiraciones más delirantes, las canciones que animan a quitarse la vida, los mensajes más o menos satánicos que solo se escuchan si se reproducen al revés… Durante estos dos últimos años, «La cara oculta del rock» ha sido un recopilatorio de leyendas urbanas, mitos, bulos y demás malentendidos relacionados con la historia de la música. Después de intentar dar respuesta a los mayores misterios del rock (o de generar más interrogantes), me despido de esta sección. A la vuelta del verano regresaré con nuevas historias del mundo del rock, pero esta vez serán hechos reales. Porque, aunque sea un tópico, la realidad muchas veces supera a la ficción.
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