“¿Mi canción preferida de Dire Straits? Mmm… ‘Romeo and Juliet’. Es la que más se aproxima a la idea original de Dire Straits, o sea, la más cercana al sonido de nuestros comienzos”
Mark Knopfler actualizó el clásico de William Shakespeare colocándose a sí mismo en el papel de un Romeo despechado. Por si los problemas sentimentales no fueran suficientes, ‘Romeo and Juliet’ se grabó en un momento de tensión entre los hermanos Knopfler, lo que supuso un cambio dentro de Dire Straits.
Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.
En tan solo dos años, la vida de Mark Knopfler había dado un giro espectacular. De estar pasándolas canutas, que sería una traducción aproximada del nombre del grupo, a ser el líder una de las bandas más prometedoras de finales de los años setenta. Con su sonido de rock de pub y toques de country y de folk, Dire Straits se hicieron un hueco en un panorama musical dominado por el punk. Su primer disco, llamado como ellos y publicado en 1978, fue una estupenda carta de presentación, y en tan solo diez meses, su segundo trabajo, “Communiqué” (1979), veía la luz producido por el mismísimo Jerry Wexler. En muy poco tiempo, Knopfler era reconocido como nuevo héroe de la guitarra y tuvo el honor de que Bob Dylan lo reclutara para “Slow train coming” (1979), el primer álbum de Dylan tras su conversión al cristianismo. Y mientras tanto, Dire Straits estaban de aquí para allá en medio de una vorágine de conciertos que, según el bajista, John Illsey, les desbordaba: “El éxito te crea una presión increíble. Pick (Withers) me decía que le parecía estar corriendo una carrera de obstáculos. Estábamos en EE.UU. y al minuto siguiente en Alemania, luego grabando un álbum, y acto seguido componiendo la música para otro. Durante los últimos dos años hemos vivido en constante agitación, trabajando donde podíamos y muy intensamente”.
No todos pudieron aguantar ese ritmo y la primera baja fue David Knopfler, el hermano de Mark: “Han sido cerca de trescientos conciertos en dos años. Nadie puede resistir eso. Nuestra propia música se resentía de ello, y lo seguiría haciendo, cada vez más, de seguir por ese camino. Había demasiada tensión en el ambiente. Y, tras ver cómo iban a seguir desarrollándose las cosas, yo veía que se reproducían de nuevo los mismos esquemas. Preferí dejarlo”. David echaba la culpa a la nueva presión por la que el grupo estaba pasando, pero los celos que sentía hacia su hermano mayor también hacían mella. “La convivencia de dos hermanos, ambos guitarristas, es muy rara”, admitió el pequeño de los Knopfler. Y la convivencia era tan difícil entre los dos, que para David solo había una salida: “Me fui porque ya no era posible que Mark y yo estuviéramos en el mismo grupo. Nos cruzábamos en el estudio y mirábamos al suelo. Nuestra relación ya no estaba basada en la comunicación”.
La partida de David Knopfler coincidió con la grabación del tercer álbum de estudio de Dire Straits, “Making movies” y el 25 de julio de 1980 el abandono se publicó oficialmente. El rifirrafe definitivo entre los hermanos sucedió cuando ensayaban uno de los temas más representativos del disco: ‘Romeo and Juliet’. A pesar de su clara referencia a la obra de William Shakespeare, la letra de la canción está influida por la ruptura de Mark Knopfler con Holly Vincent, la líder del grupo Holly and the Italians. Knopfler la acusaba de haberle utilizado para lanzar su carrera como cantante y, por su parte, Vincent simplificaba el motivo del fin de su relación: “Lo que pasó es que tuve una escena con Mark Knopfler y llegó un punto en el que no pudo soportarlo y rompimos”. El líder de Dire Straits relataba con ironía su propia versión de los amantes de Verona, una posible de interpretación de qué habría sucedido si Romeo y Julieta no hubieran muerto y su relación ya estuviera de vuelta de todo. En esta historia, el que peor parado salía era Romeo, convertido en un ridículo trovador que despierta al vecindario y en un ligue más de la larga lista de conquistas de Julieta. Knopfler reflexionó sobre el carácter perdedor, o soñador, de los personajes de sus canciones: “No era consciente, pero veo a los Sultans, Les Boys, la patinadora y Romeo convertir las desventajas en ventajas. En lugar de abandonar, hacen algo para solucionarlo. No estoy defendiendo las circunstancias adversas, pero si se presentan tienes que crear algo a partir de ellas”.
En esta tema, el músico incluyó referencias a otras canciones como ‘Somewhere’, del musical “West side story” (Robert Wise, 1961), y ‘My boyfriend’s back’ (1963), del “girl group” The Angels. El ritmo de ‘Romeo and Juliet’ guarda un cierto parecido con ‘Jungleland’, el épico final de “Born to run” (1975). No resulta raro que Mark Knopfler pudiera recordar a Bruce Springsteen; para “Making movies”, Dire Straits contaron con un invitado muy especial, Roy Bittan, el pianista de la E Street Band. Sin el excelente trabajo de “Proffesor” Bittan, el tercer disco de los británicos habría sido muy diferente. Además, la producción del álbum corrió a cargo de Jimmy Iovine, quien había trabajo antes con el “Boss” como ingeniero de sonido en “Born to run” y en “Darkness on the edge of town” (1978) y como productor de ‘Because the night’ (1978), el tema de Springsteen popularizado por Patti Smith.
‘Romeo and Juliet’ sirvió como primer single de “Making movies”, publicado el 17 de octubre de 1980, álbum clave y de transición para Dire Straits. Para suplir a David Knopfler, la banda incorporó a un nuevo guitarrista, Hal Lindes, y al teclista Alan Clark, quienes participaron en el cuarto trabajo del grupo, “Love over gold” (1982). Por su parte, Mark Knopfler se tomó el título del tercer disco de Dire Straits de forma literal y no tardó en comenzar una fructífera carrera como autor de bandas sonoras de películas. La leyenda de Knopfler siguió creciendo a gran velocidad y su lista de colaboraciones con otros músicos se hizo extensa. Mientras, la carrera de Dire Straits siguió ascendiendo hasta convertirse en un grupo de rock de estadio. Eso sí, Mark Knopfler siempre tuvo claro cuál es su tema fetiche dentro del repertorio de la banda: “¿Mi canción preferida de Dire Straits? Mmm… ‘Romeo and Juliet’. Es la que más se aproxima a la idea original de Dire Straits, o sea, la más cercana al sonido de nuestros comienzos”.
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