“Sacó 1.000 copias, las metió en el maletero de su viejo Excalibur y condujo por toda California dejando discos en cada emisora de radio que encontraba por el camino. Para cuando volvió a Los Ángeles, la canción ya se estaba convirtiendo en un éxito”
Fascinado por los monstruos de la Universal que veía en el cine de su padre cuando era pequeño, Bobby “Boris” Pickett improvisó una imitación de una de las estrellas del cine de terror y esa fue la chispa que necesitó para crear ‘Monster mash’, una canción que parodiaba un baile popular de aquella época.
Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.
Bobby Pickett creció rodeado de monstruos. Pickett era hijo del dueño de un cine de Massachusetts y eso tenía sus ventajas: “Me sentaba a ver películas de terror dos o tres veces al día”. Desde pequeño, creció fascinado con aquellos personajes que se proyectaban en la pantalla. La galería de criaturas que Universal otorgaba al cine de terror era amplia. El monstruo de Frankestein, el Conde Drácula, la Momia, el Hombre Lobo… Estos monstruos no podían faltar en las sesiones y Boris Karloff era uno de los actores preferidos del pequeño Bobby. Así que, a los 21 años, Bobby Pickett hizo el petate y decidió que era el momento de buscar fortuna y gloria en el mundo del espectáculo. Como no podía ser de otra manera, Hollywood fue su destino para convertirse en una estrella del séptimo arte. Sin embargo, su carrera como actor no terminaba de despegar, por lo que se ganaba la vida como artista de clubes nocturnos junto con su grupo de doo wop, llamado The Cordials.
Como ser cantante no era el auténtico sueño de Pickett, durante una actuación decidió desplegar todas sus dotes interpretativas sobre el escenario. Esa noche, mientras The Cordials tocaban una versión de ‘Little darlin’’ de The Diamonds, Bobby Pickett pensó que era el momento de imitar a su actor fetiche. Y así lo hizo. Pickett interpretó la parte hablada del tema como si fuera Boris Karloff y su vida cambió para siempre. “Los chicos del público se desternillaban de risa”, recordó el artista. A la audiencia le sorprendió aquella original interpretación y, después de aquello, el pianista del grupo, Lenny Capizzi, le propuso escribir una canción de rock and roll dedicada a los monstruos. Sin embargo, Pickett rechazó la propuesta ya que, al fin y al cabo, lo que él quería era ser actor. No obstante, Bobby se replanteó la oferta: “Mi agente murió de un ataque al corazón y pensé: ‘Mi carrera como actor no está yendo muy bien’. Así que llamé a Lenny y le dije: ‘Vamos a probar tu idea’”. Pickett y Capizzi se encerraron frente al piano y, como si del Doctor Frankestein e Igor se tratara, en apenas dos horas habían dado vida a su criatura, a la que llamaron ‘Monster mash’.
El tema era una canción paródica narrada desde el punto de vista de un científico loco que ha creado un monstruo. De repente, este ser se incorpora y, en lugar de plantearse el sentido de la vida como lo hacía la creación de Mary Shelley, el monstruo se dedica a realizar un baile rompepistas, o rompecementerios, según cómo se mire. Este paso de baile era una parodia del conocido como “mash potato”, que traducido sería “puré de patatas”. El “mash potato” era una variación de los giros del ‘Twist’ (1960) de Chubby Checker y era un paso que se realizaba en canciones como ‘Mashed potato time’ (1962) de Dee Dee Sharp. La aportación del ‘Monster mash’ al “mash potato” era la incorporación de gestos hechos con los brazos y las manos imitando a cómo lo haría el monstruo de Frankestein. La letra de la canción era un homenaje a todos los monstruos clásicos y, además de al científico loco y a su criatura, se hacía mención a Drácula, el Hombre Lobo, Igor, fantasmas y zombis.
Por supuesto, los personajes del cine de terror no eran los únicos homenajeados, también lo eran los actores que se encontraban detrás, como Boris Karloff y Bela Lugosi. Pickett pidió a Gary Paxton que produjera aquella canción; Paxton ya había producido anteriormente otra canción parodia convertida en número uno, ‘Alley Oop’ (1960) de The Hollywood Argyles, grupo en el que el propio Paxton participaba. Gary Paxton bautizó a Pickett con un nuevo alias: “De ahora en adelante, serás Bobby ‘Boris’ Pickett”. El intérprete grabó el tema junto con un grupo de músicos de estudio, entre los que se encontraba el pianista Leon Russell, que aparecieron acreditados como The Crypt-Kickers. El tema incorporaba efectos de sonido que se tuvieron que grabar en el propio estudio como el ruido de la apertura de un ataúd, que se hizo arrancando un clavo oxidado de una madera con la oreja de un martillo, las burbujas del laboratorio del científico, hechas soplando a través de una pajita, o las cadenas, que se consiguió lanzando cadenas sobre los tablones de contrachapado del suelo. Cuando la canción estuvo terminada, según “Boris” Pickett, Gary Paxton se encargó de promocionar el tema: “Sacó 1.000 copias en su sello, Garpax, las metió en el maletero de su viejo Excalibur y condujo por toda California dejando discos en cada emisora de radio que encontraba por el camino. Para cuando volvió a Los Ángeles, la canción ya se estaba convirtiendo en un éxito”.
‘Monster mash’ fue publicado como single en 1962 y, a raíz de su acogida, se incluyó en el posterior álbum, titulado “The original monster mash”. El disco era una colección de canciones de rock and rock, rockabilly y twist de temática similar; si el protagonista no era el Hombre Lobo, lo eran Drácula o un esqueleto. Como la fórmula funcionó, no se devanaron los sesos a la hora de componer canciones nuevas. De hecho, algunas se parecen demasiado entre ellas. Aunque Bobby “Boris” Pickett sí que acabó haciendo sus pinitos como actor, apareció en la película “Frankestein sings”, no consiguió triunfar en el mundo del cine. Sin embargo, no le hizo falta; su monstruosa creación le bastó para vivir de ella.
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