«Descubrir que su pareja había caído en manos de su compañero de grupo dejó tan dolido a Joey que nunca más volvió a dirigirle la palabra al guitarrista»
Joey Ramone quedó desolado cuando descubrió que su pareja le estaba engañando con otro y que ese “otro” era su compañero Johnny Ramone. Este triángulo amoroso rompió la relación entre los dos músicos y sirvió de inspiración para ‘The KKK took my baby away’.
Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.
¿A quién se le ocurrió juntar a Phil Spector, inventor del muro de sonido, con los Ramones, uno de los mayores exponentes del movimiento punk? Pasar horas encerrados con Spector para lograr un determinado acorde sumado a la constante afición de apuntar a la gente con un arma que caracterizaba al productor fueron motivos suficientes para que los Ramones salieran escaldados. Aun así, extenuados y amenazados, la banda terminó su álbum “End of the century” (1980), el resultado de esta combinación tan extraña. Tras la publicación de este quinto trabajo, los Ramones se encontraban en una dicotomía. ¿Qué camino debían continuar ahora? Mientras Joey Ramone quería seguir experimentando con un sonido pop, Johnny Ramone prefería continuar con el sonido duro y rápido con el que se identificaba al grupo. La entrada en escena de quien sería el productor de su siguiente disco, Graham Gouldman, miembro de 10cc, despejó esta duda y disgustó a Johnny: “¿Trabajar con Graham Gouldman? Está en 10cc, ¿debería producir un disco de los Ramones? Es ridículo”. Desde su llegada, Johnny sospechaba que aquello no podía ir bien: “Supe que iba a tener problemas inmediatamente el primer día cuando dijo: ‘Tu ‘ampli’ hace demasiado ruido. ¿Puedes bajar el volumen…?’. Realmente no era el más adecuado para los Ramones, eso es todo. Pero entonces no teníamos otra opción”.
El resultado, “Pleasant dreams” (1981), continuaba el sonido pop que los Ramones habían iniciado con Spector y rompía con muchas tradiciones que la banda mantenía desde su primer álbum. Por primera vez, en la portada no aparecían los rostros de los miembros del grupo, en lugar de eso, se utilizó una ilustración que no terminó de gustar a todo el mundo. “Ya me había parecido una tontería la foto del disco con Spector, pero este último ya colmó mi paciencia. ¿Qué coño significaba ese dibujo y qué tiene que ver con los Ramones?”, se preguntaba Johnny en una entrevista realizada por Marcelo Gobello y que el periodista argentino recuerda en su biografía sobre el grupo “Los Ramones. Demasiado duros para morir” (Ediciones Lenoir). Más allá de la cubierta, dentro del repertorio, todas las composiciones eran originales de la banda y esta vez no incluyeron ninguna versión. Pero lo más significativo fue que las canciones no figuraban firmadas por el grupo sino que estaban acreditadas a sus autores: unas eran de Joey y otras de Dee Dee. Aunque puede parecer un detalle menor, estos créditos eran una muestra del clima en el que vivían los Ramones; el batería, Marky Ramone, explicó por qué los temas no se firmaron en conjunto: “Johnny y Dee Dee realmente no se llevaban nada bien. Dee Dee siempre se quejaba de que Johnny no aportaba nada a las composiciones, pero sí que aparecía en los créditos de las canciones. Eso le irritaba”. Por su parte, Dee Dee Ramone también reflexionó sobre los créditos: “Joey hacía mucho trabajo extra para el grupo. Seguramente, creía que llevaba todo el peso y quería que se le reconociera”.
Las diferentes opiniones de Joey y Johnny, entre la experimentación pop y el sonido crudo, hicieron mella en el grupo. Pero el conflicto entre los músicos iba más allá de sus preferencias musicales. Por un lado, había unas diferencias ideológicas muy marcadas. Mientras que Joey era un defensor de las ideas de izquierdas, Johnny cojeaba del pie contrario. Así describió Marky al guitarrista durante una entrevista con Gobello en 1995: “John… No estoy para nada de acuerdo con sus ideas políticas, es más conservador, un republicano. Admira a Reagan y a Bush, a toda esa gente a la cual no le importa una mierda la clase baja y solo favorece a los ricos, gente que yo desprecio”. Y más allá de unas ideologías opuestas, el enfrentamiento entre el cantante y el guitarrista estaba fundamentado en algo tan primigenio como un lío de faldas.
Linda Danielle era el gran amor de Joey y su primera relación seria hasta que la muchacha decidió reemplazarle por Johnny [en la foto aparecen ambos], con quien contraería matrimonio más adelante. Según Dee Dee, esta traición dejó hundido al cantante: “Esta mujer lo inspiraba tanto artísticamente y luego se acabó. Luego todo se derrumbó y perdió a su novia. Y probablemente su sueño, su ambición”. Descubrir que su pareja había caído en manos de su compañero de grupo dejó tan dolido a Joey que nunca más volvió a dirigirle la palabra al guitarrista. “Johnny se pasó de la raya con el tema de mi novia”, declaró el vocalista. “Si quieres que el grupo alcance su plenitud, que vaya lo más lejos posible, no cruces esa línea. De todas maneras nunca sentí ningún aprecio por Johnny”. Algo que para el cantante fue tan trascendental, a Marky no le pareció para tanto: “Joey veía a una chica y John se la robó. Así es la vida, suceden cosas y sigues adelante, no le guardas rencor a una persona en tu banda durante 18 o 17 años después. Hay muchas chicas ahí fuera”. A partir de ese momento, según el batería, la relación entre los miembros se hizo mucho más complicada: “Cada vez que Joey quería comunicarle algo a Johnny, tenía que hacerlo a través de mí, y viceversa. Y siempre estaban separados como mínimo por un metro de distancia”. Para Marky, este ambiente era demasiado violento: “En la camioneta, de gira, siempre había silencio, nadie hablaba. Yo les contaba un chiste y todos se reían. No podía soportarlo, así que tenía que animar la situación, crear un clima humorístico”.
En el documental sobre la banda “End of the century. The story of the Ramones” (Jim Fields y Michael Gramaglia, 2003), el hermano de Joey, Mickey Leigh, reflexionó sobre la relación entre el cantante, el guitarrista y la mujer: “Lamentablemente, (Joey y Johnny) nunca resolvieron el asunto. No creo fuera intencional, porque siguen juntos hoy en día (Johnny y Linda), así que tuvo que haber más que la típica cosa que sucede en las bandas donde los compañeros sienten celos de que el cantante tenga más atención, así que otro le roba la novia. No fue eso. Obviamente, la naturaleza siguió su curso y Linda y John se enamoraron. Pero eso fue, supongo, el peor enfrentamiento que hubo entre ellos dos y nunca volvieron a hablarse”. Además, Leigh aseguró qué fue lo que más molestó a su hermano para retirar la palabra a su compañero: “El hecho de que John nunca le hablara a Joey acerca de eso, ni tampoco Linda, le hacía sentir que no les importaba cómo se sentía al respecto. Eso, creo, es lo que más le dolió”
Este triángulo amoroso fue el caldo de cultivo en el que se grabó “Pleasant dreams” y una de las canciones del álbum no podía dejar de lado reflexionar sobre la traición. En ‘The KKK took my baby away’, Joey ironizaba sobre la situación y exageraba las tendencias políticas de Johnny al compararlo con el Ku Klux Klan (KKK). Aunque el hermano de Joey comentó que la canción pudo haber sido compuesta antes, siempre se ha considerado el tema como el resultado al conflicto amoroso entre los dos músicos. Así lo considera Dick Porter en su biografía sobre el grupo titulada “Ramones” (Ediciones Robin Book): “’The KKK took my baby away’, escrita por Joey, es un himno imparable con un aire surf, y el título hace referencia tanto a la actitud de derechas de Johnny como a su traición personal hacia el cantante”. El road manager de la banda, Monte Melnick, también consideró que el conflicto provocado por Linda sirvió de inspiración para el tema: “Creativamente, creo que le ayudó, porque escribió algunas canciones al respecto. Creo que por eso Joey escribió ‘The KKK took my baby away’. Así que saca tus propias conclusiones. Escucha la canción con atención”.
Después de los problemas de faldas entre Joey y Johnny, ya nada sería igual dentro del grupo. Los Ramones ya no podían seguir presumiendo de ser una familia feliz.
–