“La paranoia dirige nuestra vida. El miedo a los demás nos lleva a portarnos cada vez peor unos con otros, como si eso fuera necesario. El que golpea primero obtiene las mejores cartas. Eso es peligroso”
Que no confunda su ritmo rápido y alegre, detrás de ‘99 luftballons’ se esconde el drama de la Guerra Fría y el miedo de la sociedad ante un posible estallido nuclear. La banda alemana Nena transmitió la sensación de paranoia en un mundo dividido en dos bloques y grabó una versión en inglés dándole un poco de color a sus globos.
Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.
Los Rolling Stones no se devanaron los sesos al titular su gira Europea de 1982 como “The Rolling Stones’ European Tour 1982”, que era la continuación de su gira americana de 1981 llamada, efectivamente, “The Rolling Stones’ American Tour 1981”. Durante el verano del 82, sus Satánicas Majestades presentaban su álbum “Tattoo you” (1981) en el Viejo Continente y el 8 de junio la gira recayó en Berlín, en el Berliner Waldbühne, el Teatro del Bosque de Berlín, uno de los escenarios al aire libre más impresionantes de Europa. Aunque el lugar era ideal, la ciudad no se encontraba precisamente en su mejor momento. Berlín estaba divida como una tarta a repartir entre las potencias dominantes y un muro la atravesaba para hacer más evidente la brecha que existía entre el bloque occidental y el bloque oriental, entre el mundo capitalista y el mundo comunista, en resumidas cuentas, entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Entre los asistentes a aquel concierto se encontraba Carlo Karges, el guitarrista de Nena, banda que usaba como nombre el mismo que el apodo de su vocalista. En un momento de la actuación, los Stones soltaron un puñado de globos gigantes y estos tiñeron de color el cielo berlinés. Aquella masa de globos cambiaba de forma a medida que eran arrastrados por el viento y el guitarrista pensó que los dibujos que los globos hacían en el cielo le recordaban a naves espaciales o platillos volantes. Con los globos perdiéndose en el horizonte y dirigiéndose hacia el otro lado del muro, Karges comenzó a hacerse preguntas: “¿Qué pasaría si el viento empujara esas cosas hacia el Oeste y eso desencadenara una paranoia?”.
A partir de ahí, Karges comenzó a trabajar en la letra de una canción sobre cómo un montón de globos volando en el cielo desencadenan una guerra ya que los mandamases de turno los confunden con un OVNI y deciden responder con un ataque ante la mirada desconcertante del pueblo. Este “conflicto” conlleva a la destrucción total y el resultado es un mundo en ruinas. Y todo porque un idiota confundió unos globos inocentes. Así nació la canción ’99 luftballons’, tema con el que el músico pretendía reflexionar sobre la sensación de paranoia imperante en la Guerra Fría: “La paranoia dirige nuestra vida. El miedo a los demás nos lleva a portarnos cada vez peor unos con otros, como si eso fuera necesario. El que golpea primero obtiene las mejores cartas. Eso es peligroso”. Si el guitarrista se encargó de la letra, el teclista de Nena, Uwe Fahrenkrog-Petersen, puso un ritmo alegre y acelerado a esta sátira sobre el pánico nuclear.
‘99 luftballons’ formó parte del primer álbum de Nena como grupo, titulado “Nena” y publicado en 1983; pero, para la cantante Nena, este trabajo supuso su segundo disco de estudio, ya que el primero lo grabó con su banda anterior, The Stripes. La canción fue lanzada en Alemania y su compañía discográfica ni se había planteado publicarla también en Estados Unidos. Sin embargo, un pinchadiscos de la emisora KROQ de Los Ángeles consiguió una copia y empezó a emitirla allí. La canción había atravesado el Atlántico como si fuera un globo empujado por el aire y su adaptación al inglés no tardaría en llegar. El encargado para esta tarea fue Kevin McAlea, quien recordó cómo fue ese momento: “Tocaba en un grupo que daba muchos conciertos en Alemania (Barclay James Harvest). Su representante me dio una cinta con la canción alemana y me preguntó si podría escribir una letra. Nena y su grupo ya lo habían intentado, ya que todos hablaban bien inglés, sus amigos lo habían intentado y un profesor de la universidad lo había intentado, pero a nadie se le había ocurrido nada que sonase bien”.
McAlea cogió un sobre viejo que tenía a mano y allí escribió la letra de la nueva versión. Uno de los cambios principales respecto a la original alemana, fue el título de la canción. Mientras que en alemán ‘99 luftballons’ significa simplemente “99 globos”, en la adaptación inglesa estos globos se tiñeron de color y quedaron como ‘99 red balloons’, es decir, “99 globos rojos”. Aunque no se dijo nada al respecto, la elección del color rojo pudo estar influida por el miedo al avance comunista. No obstante, el título no fue el único cambio dentro del tema, la letra también varió respecto a la canción alemana, ya que McAlea no realizó una simple traducción literal: “Cogí la cinta y lo primero que hice fue grabar mi propia base. Le pregunté a un amigo germanoparlante cuál era la esencia de la canción y escribí la versión inglesa. No le presté mucha atención al significado de la canción, ya que tenía que sonar bien como una letra en sí misma. Creo que el error de los anteriores intentos fue que intentaron adherirse al significado original. Yo estaba más interesado en la sonoridad de la letra más que en cualquier otra cosa”. Eso sí, la mención al Capitán Kirk de “Star Trek” se mantuvo en las dos versiones.
¿Y qué pensó la banda cuando vieron esta nueva versión? Kevin McAlea dio la respuesta: “Se la envié al grupo y quedaron tan satisfechos que la grabaron al momento y la publicaron”. Sin embargo, la propia Nena reconoció después a la revista “Melody Maker” que “la versión inglesa le daba ganas de vomitar”. Nena podía estar más o menos conforme con la nueva versión de su canción, pero ‘99 red balloons’ se hizo mucho más popular que la original ‘99 luftballons’, demostrando que aunque Berlín estaba divida en dos, la música no tenía barreras.
–