“La caja negra”, de Héctor Tuya

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DISCOS

“Ese avión a punto de estrellarse en su portada debería ir hacia arriba, por lo acertado de sus canciones”

 

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Héctor Tuya
“La caja negra”
MARAL PRODUCCIONES

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

Conocí a Héctor Tuya hace unos ocho años. Corría creo que 2009 y tenía editado un epé digital que era su único trabajo solista tras haber finiquitado Babylon Chat. Recuerdo que le pregunté si tenía más canciones y me dijo que sí, que muchas. Al poco, me pasó un cedé con varias demos ¡y en su mayoría eran fantásticas canciones! ¿Cómo podía tener eso ahí guardado, lejos del público y de una audiencia potencial? Supongo que solo él lo sabe. Pero seguía escribiendo, y a todas esas demos pronto se sumaron unas cuantas más que eran incluso mejores. Ahora, en 2017, por fin llega su primer disco solista, “La caja negra”.

Durante los últimos años, Héctor ha tocado y ha producido a otros músicos, pero hacía falta que lanzara este trabajo. Y no ha decepcionado. Es cierto que sorprende que haya rescatado temas que ya estaban en su anterior epé, que son los dos que abren. Ahora, ‘Amor fou’ y ‘Virgen de los peligros’ suenan más potentes, pero lo bueno empieza justo después de ellos, cuando llega ‘Mi generación’ (a dúo con un Alfredo González maduro e inspirado), que demuestra de qué manera domina este tipo el rock dramático con pizcas de pop. Podría ser fácilmente un hit de Duncan Dhu, igual que ‘Malabares’, menos hit y más álbum track, pero igualmente indispensable.

Cuando uno va por ‘Lis en el tejado’ empieza a entender la dinámica de un disco así de heterogéneo, atado por una buena producción de Tuya y Miguel Herrero, pero tremendamente variado. No obstante, las canciones aquí contenidas demuestran una idea clara: compone, canta y toca la guitarra de maravilla. ‘Valor’ es de las más recientes, y en ella demuestra lo alto que está volando en versos como estos: “El miedo era una bala que disparamos en nuestras palabras / como una bomba nos partió la cama y nos separó al dormir”. Guau. ‘Me arrancaré los ojos’ es otra de las más antiguas, bien rematada pero superada desde hace tiempo, y tras ella llega la bailable e imparable ‘Quiero ser tú’, un hit en toda regla. No hay otra descripción posible. ¿No la quiere El Corte Inglés para anunciar su temporada otoño-invierno? Sexy, muy sexy, rockera y, lo dicho, muy bailable. ‘Frío en el cielo’ es preciosa, una pequeña joya que al igual que ‘Malabares’ da cuerpo, forma y fondo al disco. ‘Yo tengo algo’ llama más la atención, con una voz distorsionada y ritmo lento, vicioso y bluesy (con el gran Rubén Pozo a modo de invitado estelar regalando un solo). ‘Adicto a Lis’ es otra de las más llamativas, tiene un punto catártico que la hace ideal para ir poniendo fin al disco, un medio tiempo duro, turbio y un tanto enloquecido. Muy real. ‘El veneno’ sí que definitivamente pone el broche de oro, subrayando el dramatismo y haciéndose con el puesto de la mejor canción del disco, que resulta ser también de las más recientes.

Una vez escuchada la obra, hace gracia su portada, porque ese avión a punto de estrellarse en realidad debería ir hacia arriba, por lo acertado de sus canciones. Un primer paso muy certero, pero os aseguro que el segundo lo va a ser aun más.  Y no va a tardar en llegar.

 

 

Anterior crítia de discos:“Roll with the punches”, de Van Morrison.

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