Keith Richards lleva aproximadamente un año sin beber. «Ya era hora de dejarlo. Al igual que todas las otras cosas. Realmente no noto ninguna diferencia, excepto que no bebo. No me sentía bien. Lo he hecho. Ya no quería eso», dice, en declaraciones a Rolling Stone. Y añade que solo, ocasionalmente, bebe un vaso de vino o cerveza.
Su compañero de los Rolling Stones, Ronnie Wood, que dejó el alcohol en 2010, asegura que «El Keith que solíamos conocer y querer estaba en ese punto en el que si tomaba algo más, se pasaba del límite y era desagradable. El punto de corte se hizo cada vez más y más corto, y se dio cuenta de ello». Ahora, añade, es más agradable trabajar con Richards, que está abierto a más ideas.