DISCOS
«El White más desprejuiciado, más cercano a un funk-soul-rock fibroso en la primera mitad y algo más reflexivo en la segunda»
Matthew E. White
K bay
DOMINO-MUSIC AS USUAL, 2021
Texto: XAVIER VALIÑO.
Por un momento, sobre todo con su disco a medias con Lonnie Holley de este mismo año, Broken mirror, a selfie reflection, podría parecer que para su siguiente trabajo nos encontraríamos con el Matthew E. White más grave. Aquel álbum iba a ser su tercer disco en solitario pero acabó siendo uno colaborativo con el vocalista.
La impresión fue perdiendo fuelle con los singles de adelanto, “Nested”, “Genuine hesitation” y “Electric”, hasta llegar a “Let’s ball”, su primer vídeo con baile coreografiado, que es tanto una reacción al disco citado como una celebración comunitaria, más un comentario irónico sobre la necesidad de los vídeos musicales. El caso es que, sin dejar de tender lazos con su pasado ni ceder a la pretensión de aligerar sus composiciones del todo, aquí aparece el White más desprejuiciado, más cercano a un funk-soul-rock fibroso en su primera mitad (sumándole “Judy” en la segunda) y algo más reflexivo en su segunda parte, con piezas tan hermosas como “Only in America / When the curtains of the night are peeled back”.
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Anterior crítica de discos: The nearer the fountain, more pure the stream flows, de Damon Albarn.