En estos tiempos, un disco instrumental es tan raro como un conceptual –ya hasta los temas instrumentales escasean en los discos cantados; otra pérdida más a sumar a la banalización del rock padecida en los últimos lustros–, así que, como mínimo, hay que agradecerle a Julián Kanevsky el atrevimiento de debutar con una obra sin palabras. Los seguidores de Andrés Calamaro conocen a Kanevsky por ser el guitarrista de su formación actual, un músico nacido en 1975 en Buenos Aires, pero que lleva desde los 15 años viviendo en Madrid. Kanevsky, además ha tocado con Jaime Urrutia, Nacho Campillo, La Cabra Mecánica, Def Con Dos, Ken Hensley (Uriah Heep) o Steven Adler (Guns ‘n’ Roses).
Este debut, que como tal luce el nombre del guitarrista por todo título, está interpretado en formato de trío –con Kanevsky a la guitarra, Javier «Vacazul» a la batería y Ántonio Álvarez Pax al bajo– lo que le da un fuerte aire de blues-rock al asunto. Para definirlo, quedémonos con unas líneas extraídas del libreto del CD y firmadas por nuestro compañero Ángel Carmona: «OK. Tiene un disco instrumental en sus manos, pero no se asuste: esto no es un ‘clinic’, ni un plúmbeo ejercicio de destreza de guitarrista que mata pulgas en el mástil. Es creación artesanal e interpretación fresca. Son canciones. El resultado de la influencia de los Beatles por encima de los guitar heroes. ¿Cuántos discos de guitarristas conoce que se puedan silbar?». Si lo dice Ángel, hay que creerlo.
El disco de Julián Kanevsky está editado por Gaztelupeko Hotsak.
Puedes escuchar algunos temas en su Myspace.