A&R
«A los autores que se aventuran a escribir “a puerta fría” a cualquier empresa del sector, les recomiendo que envíen dos canciones como mucho»
Tras charlar con buena parte de los A&R discográficos de nuestra escena, Javier de Torres nos presenta esta semana a Juan Ibáñez, miembro de la editorial Warner Chappell que ha colaborado en los fichajes de Quique González, Marlango, Coque Malla, Zenet, Gastelo o El Guincho.
Una sección de JAVIER DE TORRES.
Juan Ibáñez es Director de A&R en Warner Chappell, la editorial del grupo Warner. Es compositor y ocasionalmente guionista y productor artístico de artistas como Zenet. Ha sido director musical de MTV España y presta también servicios de asesoramiento musical en el cine para directores como Daniel Monzón.
¿A qué artistas debutantes has ofrecido su primer contrato y qué te llamó la atención de ellos?
Antes de nada, conviene aclarar que las editoriales representan a los compositores de las canciones, que podrán ser intérpretes o no, y aunque la mayoría se sube a un escenario, para un editor el artista es el autor. He ofrecido el primer contrato a unos cuantos, no necesariamente debutantes. No hay nada más emocionante que arrancar un proyecto desde abajo, pero no soy muy partidario de la mitología alrededor del descubrimiento de un artista en plan 1492, porque la mayoría lleva un largo recorrido previo, y si no trabaja contigo, trabajará con el de enfrente. Me vienen a la cabeza Alizzz, Recycled J, Ángel Stanich, Nil Moliner, La Shica, Buika, Zenet, Aurora & The Betrayers, Marlango, Macaco, Sogeculebra, Eva Ruiz, Fábula, Superskunk, El Hombre Burbuja, Bigott, Arizona Baby, Corizonas, Patricia Lázaro, Playa Cuberris, Picadillo, Gastelo, Garabatto, Dodofoie, Mürfila, Cosmonauta, Bflecha, Los Nastys, Fernando Arduán, Kamala, Kill The Hipsters, Lesuit, Javier Laguna, Mechanismo, Partido, The Chinese Birdwatchers, Alambique, Pachamama, Road Ramos, Selecta, Tosko… Desde las editoriales majors también apoyamos el debut de otros editores independientes. En su día confiamos en el talento de Pablo Cebrián, Ismael Guijarro, Bruño Muñoz, Borja Torres, Joan Vich, Sebastian Roselló… gente de valía que con el tiempo ha dejado su impronta en la industria. Busco propuestas que transmitan autenticidad y que tengan potencial para convertir la vocación en oficio.
En los casos que citas, ¿necesitaste verlos actuar en directo o te bastó con escuchar sus maquetas?
Salvo los casos en los que son autores «no intérpretes», a la gran mayoría los vi antes en directo. Si no ves a un artista en directo, es difícil entender su dimensión y poder contribuir con acierto al desarrollo de su carrera. También es importante conocerse, ver si hay entendimiento y si se puede construir una relación de confianza. Si además son buena gente, ¿dónde hay que firmar?
Al margen de los debutantes, ¿a qué otros artistas has fichado?
He fichado o colaborado en los fichajes de unos cuantos: El Guincho, Badgyal, Henry Saiz, Najwa, 7 Notas 7 Colores, Julián Maeso, Raúl Gómez, Álex Ubago, Ari, Frank T, Sugarless, Sôber, Kyodai, Lele, Coque Malla, Coti, Matias Sorokin, Quique González, Muerdo, Novedades Carminha, Mil Dolores Pequeños, Juanita y los Feos, Patricio Barandiarán, Cathy Claret, Templeton, Dolo Beltrán, Caradefuego…
¿Escuchas todo el material que recibes o solo aquel que viene recomendado por algún productor o artista de tu confianza?
Por lo general suelo escuchar hasta lo que me recomienda la señora de la limpieza, pero la verdad es que no tenemos tiempo de escucharlo todo, ni sería saludable. Imagínate que te llegan diez temas de un autor que no conoces y tras oír las dos primeras, te quedas con la sensación de haber perdido unos minutos preciosos de tu vida. ¿Escucharías las ocho restantes? Quizá sea mejor dedicar ese tiempo a sacar adelante a los autores con los que ya trabajas. A los autores que se aventuran a escribir “a puerta fría” a cualquier empresa del sector, les recomiendo que envíen dos canciones como mucho. Y que sean exigentes en la selección.
¿Prefieres preparar audiciones con el artista o escuchar las canciones en soledad?
Con la mayoría de los autores hay confianza para hacerlo como se tercie. Voy a verles, vienen a verme, me envían las canciones… incluso a veces me la cantan por teléfono. Pero para mí, lo ideal es ir a verles al estudio o a sus casas y poder profundizar. La creatividad y una oficina son dos conceptos que no siempre casan bien. Y así como a un artista se le conoce encima de un escenario, a un autor se le conoce mejor en una sesión de composición.
¿Tienes influencia en el repertorio y la línea a seguir por los artistas?
Las discográficas nos llaman para que les enviemos canciones para sus artistas. Y aunque es un mundo muy competitivo y complicado, sigo creyendo que las canciones mandan. Si envías una canción que reúne los requisitos buscados, tendrás presencia en el repertorio. Eso sí, tiene que ser buena, ¿eh? Nunca he colocado una mala canción, no tengo tanta influencia. La mayoría de los autores/artistas con los que trabajamos sabe muy bien lo que hace, y lo hace muy bien, pero las carreras son largas y la inspiración no siempre te acompaña. Si nos piden que les echemos una mano, lo hacemos con mucho gusto.
¿Das opiniones contundentes sobre lo que el artista presenta, sea debutante o consagrado?
Lo de «contundente» suena muy contundente. Cuando un autor te enseña su obra, sea quien sea, sabes que es algo importante para él y una responsabilidad para ti, pero das tu opinión con toda naturalidad. A estas alturas ya sabemos que nos equivocamos todos. Son muchos los casos de autores/artistas que no han despertado el interés de una editorial, una discográfica, un mánager, una radio, un periodista… y que luego han triunfado. Pero los autores también tienen que estar preparados para recibir críticas constructivas, y escuchar a los demás, ya que muchas veces ellos también se equivocan. A veces los autores debutantes son más complicados que los consagrados.
«Busco propuestas que transmitan autenticidad y que tengan potencial para convertir la vocación en oficio»
Cuando el artista no escribe sus propias canciones, ¿cómo actúas para seleccionar un repertorio: acudes a las editoriales, te diriges a compositores que puedan escribir canciones idóneas para el intérprete…?
En mi caso, no sería conveniente acudir a otras editoriales (sonríe). Acudo a los autores con los que trabajamos, naturalmente.
¿Supervisas de cerca el proceso de grabación o lo dejas en manos del productor artístico encargado?
En las editoriales, normalmente no grabamos discos, pero las veces que lo hemos hecho he estado muy encima o los he producido personalmente. Acaban de cumplirse diez años de Los mares de China, de Zenet. En su día, nuestros queridos Vetusta Morla le entregaron el Premio de la Música al Artista Revelación del Año. Partimos de las letras y las fuimos musicalizando con un grupo de autores en estado de gracia. Creo que es un ejemplo de desarrollo a fuego lento, que es más factible de hacer desde una editorial que desde una discográfica. Hoy en día, en muchos casos los procesos de composición y producción se están solapando, por lo que los A&R de editoriales y discográficas estamos trabajando más cerca que nunca. Pero la responsabilidad de la grabación es del A&R discográfico.
¿Qué opinas de los campamentos de composición, tan en boga últimamente?
Nos gusta presentar a compositores que se puedan complementar. Lo hacemos todas las semanas. Este año hemos organizado un par de campamentos a lo grande y han resultado muy positivos. Hemos colocado varias canciones, y sobre todo la gente sale contenta de haber compartido tiempo y aprendido de otros compañeros. Muchos siguen colaborando, y algunos incluso se han hecho buenos amigos.
Últimamente, muchas canciones de éxito tienen una nómina extensa de autores. ¿Crees que ha perdido fuerza la figura del autor que escribe en solitario una melodía y una letra?
Pues yo veo a Coque Malla en su mejor momento, a Jorge Drexler con el zurrón lleno de Grammys, a Pablo Alborán arrasando como siempre, a Rozalén, Manuel Carrasco, El Kanka… y a una nueva hornada que viene a otro ritmo, pero con mucha personalidad. Mira, mira: ese que llega por ahí es Ángel Stanich, y la del fondo que viene con toda la calma y el móvil estropeado, es Patricia Lázaro. Piensa que el éxito es agotador, y probablemente tenga razón. Creo que el perfil de autor que escribe en solitario siempre será una referencia, muchas de las grandes canciones que se han escrito las ha hecho un autor en media hora y eso no va cambiar. La composición en equipo por otro lado, se ha hecho siempre: ahí tienes a los León, Quintero y Quiroga. Pero como una canción además de melodía y letra, es armonía y ritmo, en las factorías de pop internacional hacen hueco a otros especialistas para que participen en el proceso. Incluso añaden la tímbrica y el sonido como un quinto elemento de la composición, en parte por la influencia del hip hop y la electrónica en el pop internacional. Así que donde antes computaban principalmente dos elementos, letra y melodía, ahora pueden llegar hasta cinco. Pero es verdad que algunos créditos son llamativos y puede que no siempre se sustenten en razones puramente musicales.
¿Quién elige habitualmente los singles?
Por lo general, los artistas, junto a los A&R y el departamento de marketing de la discográfica.
¿Puedes contarnos algún acierto o error importante en la elección de los singles que haya incidido en la carrera de los artistas con los que has trabajado?
Los A&R de Editorial no elegimos singles, colocamos canciones en repertorios de artistas, películas, organizamos sesiones de composición, asesoramos a los autores/artistas en función de las necesidades de cada uno, en todos los niveles de desarrollo. Un caso de desarrollo editorial reciente: hace menos de un año encargamos a Nil Moliner que compusiera una canción a Alfred Garcia (el concursante de OT) y le hicimos llegar “Que nos sigan las luces”. A partir de ahí, Nil ha podido llegar a una audiencia más amplia, hacer su primera gira con repertorio propio, llegar a un acuerdo con Warner Discos, otro con GETIN y recibir su primer Disco de Oro como autor. Este año publicará su álbum de debut y le va a ir muy bien.
¿Consideras importante que el artista grabe un álbum completo, o crees que el long play es un formato definitivamente en crisis?
Lo que está en crisis es el long term («a largo plazo»). Todo se hace con prisas: el ciclo económico no tiene paciencia para ajustarse al ciclo creativo. Y aunque es verdad que hay que ponerle plazos a la creatividad, en muchas ocasiones se da luz verde a proyectos que no están al cien por cien. El álbum puede que genere una mayor conexión con el fan que el single, pero tampoco es sinónimo de calidad. ¡Anda que no nos hemos cansado de escuchar álbumes en los que se salvan tres canciones! Si a eso añadimos que la capacidad de atención se ha reducido a ocho segundos gracias a la ubicuidad de las pantallitas de los móviles, como nos descuidemos, en cinco años no estaremos hablando entre álbumes y singles, si no entre singles y jingles. Al final lo importante es grabar buenas canciones. Si estás en racha y te salen una docena, ve a por el álbum. Si te salen menos, don’t panic, my friend: con pocas canciones, si son buenas, puedes despegar. Pregúntaselo a Nil.
¿Algún artista que te haya dolido perder porque firmó por la competencia? O porque se fue a la autoedición.
Que un autor después de unos años no quiera renovar entra dentro de los usos del negocio. Lo podrás sentir más o menos, pero me parece normal y hasta sano. Lo que duele no es cuando se van a la competencia, sino cuando se van al carajo. Cuando llevas años tirando del carro de un proyecto en el que crees y termina por explotar todo por los aires… ¡ouch! El talento está claro que no es suficiente. Hace falta oficio, confianza y más humildad.
De todos los discos en los que has intervenido, ¿cuáles son los discos que te gustaría recordar?
Cualquiera de los artistas que he mencionado antes, pero destacaría lo que está pasando con El Guincho y Alizzz en estos momentos, por lo inédito. A raíz de sus trabajos de composición y producción con Rosalía, C-Tangana y otros artistas, están llevando la sonoridad del pop español al siguiente nivel, recibiendo propuestas de Estados Unidos, Inglaterra y Francia, además de Latinoamérica. Ya nos llaman preguntando por el “spanish beat”. Habría que ponerles un busto de bronce en plaza pública.
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Anterior entrega de A&R: Carlos Galán: «Siempre edito a artistas con su propio repertorio, para mí es algo vital».