«El objetivo no es reivindicar la figura de Lorca, sino compartir su sueño. De hecho, no es un proyecto únicamente acerca de Lorca, sino de mucha gente anónima que ha cantado esas canciones durante años»
La folksinger norteamericana Josephine Foster publica “Anda jaleo”, un álbum cantado en castellano en el que recupera un puñado de canciones populares españolas recogidas y armonizadas por Federico García Lorca. Eduardo Guillot la entrevista.
Texto: EDUARDO GUILLOT.
Lleva viviendo en España desde 2006, así que era inevitable que, tarde o temprano, Josephine Foster acabara por impregnarse de nuestro folklore. Y, como ocurre con la mayoría de músicos que recorren nuestro país, fue el duende andaluz el que se le metió en el cuerpo. El resultado es “Anda jaleo”, un curioso disco grabado de manera artesanal y en el que le acompaña un grupo mínimo, liderado por su compañero, Víctor Herrero.
¿Cómo descubriste la colección de canciones populares de Lorca?
En la Biblioteca de Toledo, donde tienen el disco con la grabación de 1931 que Lorca hizo con La Argentinita. En cuanto las escuché, pensé que podría hacer un álbum con ellas.
¿Cómo conectaste con ellas? Lo pregunto porque son muy andaluzas y, por tanto, inicialmente alejadas de una sensibilidad americana como la tuya.
La esencia de las canciones es andaluza, efectivamente, pero yo creo que también tienen muchos elementos de otros lugares de España. La primera canción que me llamó la atención fue ‘Los mozos de Monleón’. Intenté tocarla con la guitarra y sonaba muy moderna, popular y contemporánea a la vez. De hecho, las grabaciones originales no son tan lejanas. Incluso le encontré cierto aire western, y yo soy de Colorado, así que conozco la tradición musical de los vaqueros. Hay más cosas en común de lo que parece entre los dos lugares.
De hecho, en Almería se rodaron varios western europeos.
Es curioso, sí. Debe haber alguna conexión mágica.
¿Qué dijeron en Fire Records cuando les propusiste hacer un disco como este?
Ellos saben que hago lo que quiero, y siempre están abiertos a mis sugerencias. Nunca han intentado censurarme ni convencerme de hacer algo distinto o que no me apetezca. No fue ningún problema. Si ven que muestro entusiasmo por un proyecto, ellos se contagian de inmediato. Es una suerte y un gran privilegio.
¿Hay también en el proyecto una intención de reivindicación de la figura de Lorca?
Yo procedo de Estados Unidos, y allí Lorca es muy grande, pero no estoy tan informada sobre sus circunstancias personales. Las canciones me parecieron tan atractivas y llenas de energía, que era natural intentarlo. Pero el objetivo no es reivindicar la figura de Lorca, sino compartir su sueño. De hecho, no es un proyecto únicamente acerca de Lorca, sino de mucha gente anónima que ha cantado esas canciones durante años.
No es lo mismo que musicar sus poemas, como hizo Leonard Cohen con ‘Pequeño vals vienés’, ¿no?
Exacto, es algo diferente.
¿Cómo se formó la Víctor Herrero Band, que te acompaña en la grabación?
Se formó especialmente para el disco. Está Víctor, mi compañero, que ha tocado guitarras y ha cantado. Además, nos acompañó su hermano José Luis, un músico buenísimo que también canta. Vivimos con él y un amigo, José Luis Rico (percusiones), en La Alpujarra, en un pueblo llamado Mecina Bombarón. Ellos tenían muchas ganas de colaborar en el proyecto y pusieron toda su energía y flexibilidad, su corazón y su alegría.
Da la sensación de que la grabación fue muy sencilla. ¿Es así?
Sí, muy sencilla. Hemos grabado en una de las habitaciones de la casa donde estábamos viviendo, en la que había una chimenea. Era el mismo sitio donde ensayamos y preparamos todo el trabajo. También donde hicimos las fiestas (risas). Anna Tjan vino desde Londres con el equipo, lo montó en la casa para no perder nada del ambiente que se había creado y después se llevó la grabación a los Eastcote Studios, de Londres, donde hizo las mezclas.
¿Crees que se puede establecer alguna relación con “A wolf in sheep’s clothing” (2006), otro álbum donde también adaptaste material ajeno, en aquel caso de Schubert, Brahms o Schuman?
Son dos discos muy distintos. Grabé “A wolf in sheep’s clothing” en Indiana, muy lejos de Alemania, donde se habían originado las composiciones que versioneaba. Era un disco más ensoñador, como si imaginara que me encontré con las canciones sin tener información previa sobre ellas, sin la paranoia que supone pensar que se trata de música clásica. Me enfrenté a ellas como si no existieran precedentes. Por el contrario, con las canciones de “Anda jaleo” quería zambullirme de manera más profunda en mi vida en España, en Andalucía, con Víctor, en el campo. Era un proceso más cotidiano. En el otro caso abordé material de compositores de gran prestigio, y esto es música popular, que se canta en la calle o en el trabajo. El objetivo era vivir las canciones.
Llevas cuatro años viviendo aquí. ¿Te has planteado regresar a Estados Unidos?
Lo hemos intentado este año, pero allí hay demasiados problemas y una enfermiza obsesión por el control, lo cual dificultaba el regreso. De momento, seguimos aquí, donde parece que hay más libertad que en mi propio país [risas].
¿Es igual de fácil para ti organizar tu carrera y tu trabajo desde España?
Tengo mucho trabajo en Europa, y en España, con este proyecto, más que nunca. También he recibido invitaciones de Estados Unidos para actuar, pero no tengo prisa en volver, porque en primavera hice una gira por allí. Con este proyecto y la banda, queremos compartir la música en todo el mundo, pero especialmente en España.
¿La gira se limitará al contenido de “Anda jaleo”?
Los conciertos van a estar dedicados a la música del disco, pero incluirán algunas canciones nuevas que queremos grabar próximamente. Estamos planeando ya un nuevo álbum, con canciones propias y ajenas, pero no de la colección de Lorca, sino otros temas populares con arreglos nuestros.
¿Qué papel juega este disco en tu trayectoria?
Si sigo viviendo en España y la gente acepta mi trabajo, es una manera de ir entrando poco a poco en el lenguaje y conociéndolo un poco, porque es como nacer de nuevo en otra cultura y otro lenguaje. No puedo ponerme a escribir canciones en castellano de repente. Hay que vivir un poco, conocer las raíces… Sigo componiendo mucho en inglés, para otros proyectos a desarrollar en el futuro. Esto es una manera de tener una segunda vida.
¿Ya habéis probado las canciones en directo?
Hemos ofrecido un par de conciertos en Andalucía, pero aún no hemos salido fuera. No sé cómo acogerá el público este repertorio. Le he puesto las canciones a gente cercana de Estados Unidos, como mis padres o unos amigos de Nashville, y han gustado mucho, pero no sé qué pasará en Europa. Ya lo comprobaremos.
Howe Gelb acaba de grabar “Alegrías” en Granada, con músicos andaluces. ¿Es imposible resistirse al influjo de la música del sur español?
Es una pregunta interesante. Creo que hay algo infeccioso en la música del sur de España, es un mundo muy rico en sí mismo, y tiene su propia lógica, lo cual me gusta mucho. Hay que prestar atención al flamenco para poder penetrar en él, no se puede entender escuchándolo por encima. Yo todavía no lo he conseguido. Se siente en el corazón, y cuando vienes de una tradición musical pop, basada en los ritmos 4 x 4, el flamenco suena maravilloso. Es otro mundo.
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