PISTAS
«Me encantaría tumbarme en una habitación de balneario a releer La montaña mágica mientras ponen en la tele el final de El planeta de los simios»
Cuando se lo dijeron, no daba crédito, pero sí: hace solo unas semanas que vio la luz un tributo dedicado a José María Granados, orquestado en secreto y grabado por compañeros como La Granja, Miguel Costas, Los Secretos, Txetxu Altube, Fernando Martín, Hombres G o Álvaro Tessa, entre otros. La constatación de que las canciones de Granados, al frente de Mamá y en solitario, han calado hondo en estas más de cuatro décadas de música a sus espaldas. «Cuando me lo contó la gente de Vinylroute, que han sido los promotores de la idea, al principio me dio un poco de corte, pero una vez asumido y con el disco en las manos hace mogollón de ilusión. Aunque no entienda el fondo ni la forma, siento segura tu mano… Eternamente agradecido», confiesa a Efe Eme. Mientras tanto, José María prepara el próximo concierto con Mamá, el 19 de marzo en la sala Moby Dick de Madrid, antesala de una pequeña gira que hará el grupo por salas y festivales, y anuncia que tiene un puñado de canciones nuevas en la recámara para un futuro disco, en solitario o con la banda. Hoy pasa por Pistas para contarnos qué otras cosas hace al margen de música.
Texto: JOSÉ MARÍA GRANADOS / EFE EME.
Último libro que has leído.
Ya hace tiempo, pero me gustaron mucho una colección de relatos de Lucia Berlin agrupados bajo el título de Manual para mujeres de la limpieza. Y ahora mismo unos preciosos cuentos de Katherine Mansfield que descubrí por la prensa, porque este año se cumple el centenario de su muerte.
Última película que has visto.
Casi cada día veo una peli, pero en el cine creo que Close y Aftersun.
Última serie de televisión que has visto.
La ruta, sobre la movida del bailoteo y las discotecas de Valencia de los ochenta y noventa: Barraca, Chocolate… no pude disfrutar de ese ambiente y me ha encantado la recreación.
Último disco que has comprado o escuchado.
Escuchado de todo: el single anticipo del nuevo disco de Lapido [“Curados de espanto”], el de J Planetas [“Natalia dice”], Alarmantiks, el Pingüino, Ecléctica… Clásicos y neoclásicos, de Biznaga a Neil Young. Comprado, el vinilo del homenaje a Granados para regalárselo a un amigo.
Último descubrimiento musical.
Yago Fernández.
¿Cuál es el mejor concierto que has visto en tu vida?
King Crimson en 1973 en el Alcalá Palace de Madrid. Rory Gallagher en el 1974 en el teatro Monumental. Kinks y Neil Young en sus conciertos respectivos del Rocódromo en los ochenta.
¿Qué música escuchas cuando estás de gira?
La que pone Pepe Bermejo, que además de tocar el bajo es el que conduce. Escuchamos de todo, ¡lo que me descubre!
¿Cuál ha sido tu peor experiencia como músico?
Caerme con Nono de Los Frenillos tocando en Sevilla, se abrió una trampilla en el escenario y caímos los dos varios metros. Seguimos tocando, íbamos pedo.
¿Practicas algún deporte?
Sí, viajo en metro.
¿Eres aficionado a algún deporte?
Al fútbol de transistor.
Ciudad favorita.
Madrid.
Bebida preferida.
Cerveza, pero ya no bebo.
Comida.
Potaje de garbanzos.
Tus mitos musicales.
Beatles, Stones, KInks, Costello y X.T.C.
Un vicio confesable.
Es más bien una perversión que aún no he practicado. Me encantaría tumbarme en la cama de una habitación de balneario a releer la primera parte de La montaña mágica mientras ponen en la tele el final de El planeta de los simios, la primera. Charlton Heston descubriendo semienterrada la estatua de la libertad. La pantalla no tiene por qué ser enorme.
Afición desconocida.
La música barroca.
Un placer musical culpable.
El primer disco de Veneno.
¿Con quién te gustaría compartir estudio o escenario?
Andy Partridge.
¿Cuál es el disco que más has escuchado en tu vida?
Supongo que el sargento Peppers [Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, de The Beatles].
¿Qué canción te gustaría que sonase en tu funeral?
Qué yuyu, si yo no la voy a oír. Pero si el servicio funerario incluye gratis la música, podéis decir al encargado que ponga “Sígueme” de Vainica Doble o “Las barricadas misteriosas” de Couperin. Estarían bien para que los asistentes pudieran agradecer el seguir vivos. Bendito regalo.
–