De boca en boca: así ha corrido “Johnny and Mary”, una de las canciones más emblemáticas de Robert Palmer. Sara Morales recoge seis de las versiones más interesantes, entre ellas las de Tina Turner, Status Quo o Bryan Ferry.
Selección y texto: SARA MORALES.
La historia de Johnny y Mary estaba condenada al fracaso. Habían sido felices tiempo atrás, se quisieron como nadie y llevaron su amor por bandera hasta que la desidia hizo de las suyas. Atrás quedaron los días de efusiones y pasiones, cuando la complicidad comenzó a convertirse en hábito y la magia en rutina; y aunque su romance terminó con el peor de los finales, engullidos por la soledad aun estando uno en compañía del otro, continúan protagonizando una de las canciones de amor y desamor más reseñable y querida de los años ochenta.
Robert Palmer la compuso a finales de 1979 y, al igual que los demás temas de Clues, su sexto álbum de estudio y donde habitan desde entonces “Johnny and Mary”, fue grabada en los Compass Point Studios de Nasáu (Bahamas) con el propio Palmer ejecutando la producción. Además de esta y su composición, él solo se bastó para hacer frente a la guitarra, el bajo y, por supuesto la voz, en un tiempo en que el rock andaba asumiendo cambios y había comenzado a digerir con deleite la experimentación electrónica.
Robert Palmer, conocido ya entonces por su eclecticismo musical —recordemos sus inicios en los setenta cercando la música caribeña o el reggae— se atrevió para este disco con los secuenciadores, poniéndolos en manos también de sus músicos de acompañamiento, que hasta entonces no habían trabajado con ellos. Entre estos, los procesadores de voz y un uso delicado y minimalista de los sintes, terminó adoptando las formas del synth pop en una escena ya llamada new wave que sobrevolaba la actualidad musical de aquellos años dispuesta a todo. Así fueron los ochenta y, además, no habían hecho más que empezar.
La canción vio la luz en agosto de 1980 como el primer sencillo, en vinilo de siete pulgadas, de aquel disco que fue editado de la mano de Island Records. Acompañándola, un videoclip en el que una pareja de mimos interpreta el papel de Johnny y Mary al tiempo que Palmer, desde una oficina, canta en modo retro todo lo que vino a contarnos con esta composición que ha hecho historia. Tanta, que alcanzó los puestos más altos de las listas musicales de muchos países aquel año, sobre todo en Europa continental, entrando en España en los más alto de Los 40 Principales, en Francia en el segundo puesto durante treinta semanas seguidas y así en Suiza, Italia, Alemania y Austria. Tanta, que logró el disco de oro por sus más de 500.000 copias vendidas. Tanta, que con los años no son pocos los que se han lanzado a versionarla; y ahora vamos con algunos de ellos.
1. Placebo
Incluida en su álbum Covers del año 2003, aquel disco de versiones que Brian Molko y los suyos incluyeron en el paquete de Sleeping with ghosts atrajo los oídos del nuevo milenio de tal modo que muchos prefirieron quedarse con esta nueva fórmula de “Johnny and Mary” en lugar de con la original de Palmer. Aceleración en el ritmo, pequeños chispazos de oscuridad y otra forma, más nasal, de cantarle a la pareja rota más unida en el tiempo.
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2. Ellen Foley
Una versión más pop, más disco, quizá más melódica e incluso ralentizada, para recrearnos en la voz de la cantante y actriz estadounidense que fue, por cierto, una de las primeras en lanzarse a versionarla. Lo hizo en 1983 para incluirla en su tercer álbum de estudio, Another breath; y aunque siempre la recordaremos por sus andanzas como leal colaboradora de Meat Loaf, esta forma de hacer suya “Johnny and Mary” también ha pasado a la historia.
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3. Tina Turner
Quizá con un soplo más de balada, pero con el arranque vocal de la incandescente Tina. Más ímpetu y fuerza para la canción de Palmer que quedó registrada de esta personalísima forma en la banda sonora de Summer lovers (1982), en el que la cantante de Tennessee participó con un par de canciones. En 1994, su versión de “Johnny and Mary” sería reeditada para incluirla en la caja The collected recordings.
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4. Status Quo
Una de las interpretaciones más redonda de este mítico tema fue la de los londinenses Status Quo. Con ellos la pieza se vuelve más envolvente instrumentalmente y menos sintética, al tiempo que la voz de Francis Rossi termina de rematar un experimento que grabaron para su álbum de 1996, Don’t stop. Un disco de versiones con el que celebraron sus primeros treinta años de carrera y en el que no dudaron en incluir su revisión de la de Robert Palmer.
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5. Bryan Ferry
Maravilloso punto de vista el de Ferry para reinterpretar “Johnny and Mary”. En medio tempo sosegado, sereno, suspirando en shoegaze y dotándola de atmósferas tenebristas, convirtió la pieza en una canción distinta —quizá la más diferente de todas sus versiones— para llevársela a su decimoquinto álbum, Avonmore (2014). Para llevarla a cabo, el líder de Roxy Music contó con la colaboración del productor noruego Todd Terje, quien también incluyó este trabajo compartido en su disco It’s album time publicado aquel mismo año.
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6. Melissa Manchester
La ganadora de varios Billboard tampoco pudo resistirse a los encantos del tesoro de Palmer. En 1983 lo revisionó, le dio el toque de percusión eléctrica con el que ya venía trabajando y triunfando en otros álbumes y bandas sonoras, y se metió al público de los ochenta en el bolsillo aunque no tanto a sus agentes comerciales. Tras este disco terminó su relación con el sello Arista después de diez años, pero quedó para siempre otra forma más de entender a “Johnny and Mary”.