«De pequeño me reía mucho cuando Mark Knopfler hace ese “uh uh…” en “Walk of life”»
Joe Crepúsculo cerró el pasado año con la publicación del epé Mi motor en movimiento, un trabajo para el que contó con la compañía de músicos amigos como Tomasito, Camellos o El Instituto Mexicano del Sonido con los que revisionar su clásico “Mi fábrica de baile”, la canción que le llevó al reconocimiento hace diez años. Ahora, a unos días de su concierto en la sala Apolo de Barcelona (27 de enero), para continuar con la presentación en directo de su último álbum, Trovador tecno, el músico catalán nos lleva hasta ese disco que lo cambió todo para él. Aquí nos lo cuenta.
Dire Straits
Brothers in arms
Vértigo / Warner, 1985
Texto: JOE CREPÚSCULO / EFE EME.
«Este disco, en vinilo, lo ponían mucho mis padres en casa y se hizo muy importante para mí. No recuerdo lo que costó porque no lo compré yo, pero sí sé que eran tiempos en que el dinero se contaba en pesetas. Me imagino que lo comprarían mis padres en un bazar de Cornellà o en la calle Tallers de Barcelona, y se lo he acabado robando porque mi padre ya no pone discos en vinilo».
Así recuerda Joe Crepúsculo cómo llegó hasta el quinto álbum de Dire Straits, el que ha elegido como su “punto de partida”, como ese disco que le cambió la concepción de la música y, por qué no, quizá también de la vida.
Si hacemos pensar al músico barcelonés sobre qué tiene de especial este álbum para él, su respuesta es rotunda y cargada de recuerdos entrañables: «“Money for nothing” me parecía una bomba y de pequeño me reía mucho cuando Mark Knopfler hace ese “uh uh…” en “Walk of life”. Decía mi madre que cuando lo escuchaba no para de reír».
Sin embargo, aunque Brothers in arms siempre será un disco importante para él, reconoce lo siguiente: «Creo que no es el mejor trabajo de Dire Straits, el primero sí podría serlo, quizá; pero todo esto es relativo. Para mí este es mejor. Y, por supuesto lo sigo escuchando».
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