«Me gustaría hacer alguna vez una versión de Andy Gibb, que tuvo una corta vida pero intensa: cantó con Olivia Newton John y compartió lecho de amor con Victoria Principal»
A Javier de Torres parece que le han abandonado las musas y acaba de publicar «Inspiración vuelve», un álbum de versiones en el que recupera temas de los Bee Gees, Graham Parker, los Cars, Tom Petty, Billy Joel, Teenage Fanclub, Simon & Garfunkel y hasta Elton John. En este artículo, sin dejar de su lado su típico humor, De Torres nos introduce en cada una de las canciones de este variado y sorprendente disco.
Texto: JAVIER DE TORRES.
Foto: THOMAS CANET.
‘ONLY TALKING SENSE’
Abría el primer disco que Tim y Neil Finn y publicaron como Finn Brothers y es tan buena como las mejores que editaron como Crowded House. La melodía tiene una clara inspiración beatle y crea una atmósfera hipnótica que siempre me llevó a escucharla una y otra vez. Hablando de inspiración beatle, aunque nunca haya obtenido titulares por destrozar la habitación de ningún hotel, creo que Neil Finn escribe mejor que Noel Gallagher. Tiene además como fan a Sheryl Crow, que no es poco. La versión es fiel al original en armonía, melodía y tempo, pero el tratamiento instrumental es muy distinto.
‘METRO JETS’
El timbre de voz andrógino de Nick Gilder y algún teclado del original hicieron que los músicos con los que la he grabado me lanzaran una mirada acusadora en el estudio al escucharla por primera vez. Pero tiene una melodía pop sencilla y brillante que se pega como un chicle. Una canción que siempre da buen rollo.
‘TEMPORARY BEAUTY’
Hay quien sostiene que Graham Parker es Dios. Yo le tengo mayor fe a Costello y admito que nunca compré un solo álbum de Mr. Parker, pero me hice con este single en Londres hace muchos años y la canción es espléndida. Hemos prescindido de los teclados del original. Estupendas guitarras de Carlos Rodríguez y Miguel Malla se multiplica al saxo.
‘JUST WHAT I NEEDED’
En el original de los Cars la cantaba el malogrado Benjamin Orr. El dibujo del teclado del original era genial, y si The Killers se gastan en estos días esos sonidos de sinte, haberlo respetado era desde luego una opción, pero Carlos Rodríguez ha hecho un remedo con slide muy aparente y efectivo.
‘YOU AND ME’
«The last DJ» no es de los mejores discos de Tom Petty, pero siempre me gustó esta canción honesta, perfecta para conducir y con un dibujo naif de piano tocado con tres dedos, que David Gwynn ha recreado ahora con guitarra acústica. «You and me, and the road ahead…»
‘TILL THERE WAS YOU’
Nunca he escuchado el original del musical «The music man», la conocí cantada por McCartney en «With The Beatles». Éste, a su vez, la conoció curiosamente al escucharla en la voz de su prima mayor, que le hacía de canguro. Tiene una elegancia luminosa y he disfrutado cantándola. Si nunca la cantó Elvis, debió hacerlo. Gran violín de Diego Galaz y coros de los Happy Losers. Carlos Rodríguez, pegado como una lapa, me apoya con una segunda voz en toda la canción.
‘MOVIN’ OUT (ANTHONY’S SONG)’
Abría «The stranger» (1977), el LP de mayor éxito de Billy Joel. La melodía se me quedó tanto de adolescente que en «Las grandes ambiciones» tuve que descartar una canción porque mi bajista, Pepe Bermejo, me advirtió que el estribillo se acercaba peligrosamente a este clásico del genio de Long Island. Me pasé a Billy Joel cuando mi padre me prohibió comprar más discos de Elvis, recuerdo que empecé con su «Glass houses». Creo que Billy Joel nunca se tomó demasiado en serio a sí mismo (lo que habla en su favor). A veces quería ser McCartney, otras no sé muy bien quién. Pero detrás de tanta impostura, que a veces parecía degradarle a la categoría de mero «entertainer» de ambición roma, hay grandísimas canciones que perduran.
«I AM A ROCK»
Art Garfunkel decía con razón que era una de las canciones más neuróticas de Paul Simon. La letra es una llamada a refugiarse en la poesía y los libros, a mantener el ánimo imperturbable, a despreciar el amor y la amistad porque al final traen dolor. Pero el mensaje contrasta con una armonía alegre y con una melodía optimista. No sé si los Byrds hicieron alguna versión, pero pensamos en ellos al hacer las guitarras y las voces.
‘RUN TO ME’
En directo he hecho a veces una versión de ‘Words’, pero en los ensayos Carlos Rodríguez se arrancaba enseguida con ‘Run to me’. Yo la recordaba de «Best of Bee Gees Vol. 2». Los arreglos de aquellas canciones resultan hoy todo un alarde de feísmo, pero las melodías eran muy buenas y han envejecido sin achaques. La letra, con mirada malintencionada, podría hoy verse apologeta de cierta pederastia («run to me/you need someone older!»). Me gustaría hacer alguna vez una versión de Andy Gibb, que tuvo una corta vida pero intensa: cantó con Olivia Newton John y compartió lecho de amor con Victoria Principal. Puestos a comparar desaparecidos ilustres, mucho se ha hablado de Jeff Buckley, de su habilidad para la natación y de su posible trastorno bipolar, pero qué gran canción ‘Shadow dancing’.
‘SURVIVAL CAR’
Una canción de power pop redonda del primer álbum de Fountains of Wayne. No me gustan en directo, pero Adam Schlesinger tiene la fórmula de la perfecta canción pop de tres minutos, como ‘That thing you do’, que escribió para The Wonders. Su proyecto al frente de Ivy dejó también buenos discos.
‘YOU LOVE IS THE PLACE WHERE I COME FROM’
Es difícil elegir la mejor canción de «Songs from Northern Britain» de los Teenage Fanclub, pero ésta es mágica. Con todo, Fountains of Wayne sostiene que tiene algún problema serio en la armonía. Diego Galaz le da un aire folkie con su violín y una mandolina.
‘ROCKET MAN’
Los arreglos de cuerda de Jesús Redondo dan empaque a esta versión de Elton John. Tengo que admitir que llegué a odiarla en algunos momentos de la grabación, pero finalmente me reconcilié con ella. Confío en que su última frase, que cierra el disco, no se me vuelva una agorera profecía: “and I think it’s gonna be a long long time”, dice, y el disco se titula «Inspiración vuelve». ¿Volverá?
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