“Es un disco con mucho color, con mucho fuego… queríamos que la parte instrumental pintara muy bien esos paisajes sonoros”
Jacobo Serra debutó en 2015 con “Don’t give up”, y ahora se reinventa con “Fuego artificial”, su primer disco en castellano. Por Jagoba Estébanez.
Texto: JAGOBA ESTÉBANEZ.
Jacobo Serra (Albacete, 1983) es una de las firmes promesas musicales de nuestro país. Tras debutar en 2014 con “Don’t give up” (Artyfacts Recordings), reaparece con un segundo largo titulado “Fuego artificial” (Warner, 2017), su primer trabajo en castellano. Y en la portada ya deja claro que no es un mero producto comercial: una composición de imágenes rayadas, frías y cálidas que, acompañada de su título y los nombres de sus canciones, vaticina algo poético, donde elementos de contraste como el fuego, el hielo y el agua explotarán en letras y notas elevadas a su máxima expresión, el arte de la música.
Tras haber mostrado una infinidad de recursos líricos y sensibilidad en “Don’t give up”, su debut íntegramente en inglés, el artista ha pasado al castellano en un disco cuya composición ha afrontado de manera diferente: “Con ‘Fuego artificial’ hice una cosa que no había hecho antes: me encerré un par de meses a componer. Empecé desde cero a hacer canciones, todas especialmente compuestas para este disco. Sin embargo, en mis trabajos anteriores se trataba más de recopilar composiciones que venían acompañándome durante meses”, relata Serra a Efe Eme. De esta manera fue confeccionando los puntales del álbum: “Me colgué la guitarra eléctrica casi por primera vez e intentamos utilizar sonidos más eléctricos y actuales. Es un disco con mucho color, con mucho fuego… queríamos que la parte instrumental pintara muy bien esos paisajes sonoros”. Un disco de pop alternativo moderno.
Su trabajo inicial satisfacía una necesidad artística en el lenguaje en el que ocurrían sus vivencias durante su estancia en Londres, y el pop anglosajón era parte de su ser. “Tras un proceso largo y gradual”, en su segundo elepé decide comunicarse en su lengua materna y describir las emociones que fundamentalmente le ocurren en Madrid, donde reside en la actualidad. Pero, además del idioma, las diferencias entre ambos discos son significativas. El puro folk pop anglosajón en el que Jacobo Serra aportaba gran frescura ha pasado a un pop rock urbano con un deje canalla en ocasiones irreconocible, donde parece que se ha olvidado de ser él mismo, o al menos el que nos mostró con anterioridad
“Don’t give up” era chamber pop exquisito, pausado y melancólico, con melodías y estribillos pegadizos afrontados con cierta tónica burlona y melodías naif, incluso en varias ocasiones con aires circenses al más puro estilo ‘beatle’. “La tristeza de la más onda felicidad era mi máxima inspiración. Es un álbum que pasaba por la tristeza pero de una manera muy optimista. Creo que en todas mis canciones hay un factor de melancolía, pero también de lucha y de ánimo”, reflexiona el manchego. Para él “hay mucha belleza en la melancolía”, y así lo demuestra en algunas piezas del nuevo disco, como la destacable ‘Mientras estés ahí’, que explota instrumentalmente alcanzando su apogeo en la segunda mitad, al más puro estilo Vetusta Morla. “Mi intención era la de romper con lo que venía haciendo, quería reinventarme, romper un poco mi propio molde y salir de mi zona de confort. Ese es mi concepto del arte, el de arriesgarse, el de cambiar, el de romper y sobre todo el de evolucionar e intentar dar otra vuelta de tuerca a la creación”, confiesa.
“Creo que en todas mis canciones hay un factor de melancolía, pero también de lucha y de ánimo”
Esa reinvención no termina de convencer a pesar de la riqueza instrumental y la variedad armónica y tímbrica de la que goza “Fuego artificial”, una gran producción de Juanma Latorre, haciendo inevitable la comparativa con Vetusta Morla, donde es productor además de guitarrista. Los instrumentos de viento no funcionan ahora como lo hacían en su elepé anterior, donde Jacobo no solo asumía el papel de cantante de banda, sino que también daba la sensación de dirigir la orquesta. Pero una sobresaliente batería y notable manejo de los tiempos toman protagonismo por delante de la voz, que goza de buena retórica en versos como “Sé que el humo no volverá / y seré ceniza en el vendaval”, pertenecientes a la canción homónima del nuevo disco, y otros alardes poéticos que hacen mella en el oyente: “Es nuestro tiempo desierto y dolor preludio de un final / eres la cuerda que se va a romper / escarcha en el volcán”. Un disco lleno de poesía contemporánea en el que frecuentemente cada sílaba es alargada por el cantautor hasta el máximo.
El disco sale a la carretera este viernes, 3 de noviembre, en Zaragoza (Las Armas), y pasará por Madrid (11 de noviembre, Joy Eslava), Murcia (24 de noviembre, sala REM) y Valencia (25 de noviembre, sala Wah Wah). En esta gira le acompañan Pope (Supersubmarina) al bajo, Gonzalo Maestre (Nawja, Marlango) a la batería y coros, Adrian Seijas (Xoel López) a la batería y percusión y Brais Ruibal multiinstrumentista (Reno). Además, Juanma Latorre los acompañará en los primeros conciertos de la gira y contarán con Karim Bulkharter (Estudios Reno) como técnico de sonido.
