Nervios, ilusión y mucho disfrute en sus respectivas giras. Así se preparan cinco de los músicos nacionales más importantes de nuestro rock para su gran cita en el WiZink Center (antiguo Palacio de los Deportes de Madrid). Por Arancha Moreno.
Texto: ARANCHA MORENO.
La Navidad se cierne sobre la ciudad y el rock se cobija en palacio. En apenas ocho días, Madrid condensa una intensa programación musical que hará desfilar individualmente a Iván Ferreiro, Coque Malla, M Clan, Quique González y Leiva por el recién bautizado Wikinz Center. Entre el 22 y el 30 de diciembre cinco clásicos del rock patrio aterrizarán en el Palacio de los Deportes de Madrid para defender algunos de los mejores discos que se han facturado en este 2016. Días antes, charlamos con ellos para ver cómo afrontan la gran cita.
Iván Ferreiro: Batiéndose contra la laringitis
Hace justo once años, Iván Ferreiro se estrenó en el Palacio de los Deportes de Madrid. “La primera vez me invitaron Amaral, Eva y Juan, y fuimos de teloneros. Creo que era la gira de “Canciones para el tiempo y la distancia”. Fue mi primer Palacio y fue con ellos, y fue fantástico”, recuerda de aquel directo que ofreció el 1 de julio de 2005, lleno hasta la bandera. Así lo contó entonces el crítico de El País: “La sorpresa de la noche la protagonizaron Eva Amaral a dúo con Iván Ferreiro, ex-vocalista de Piratas, en el tema ‘Cómo hablar’, y con la que definitivamente se metieron al público en el bolsillo, cantando frente a frente, para acabar de rodillas abrazados”.
Desde entonces ha publicado otros cinco discos de estudio y uno en directo, y va a presentar allí su nuevo trabajo, “Casa” (Warner, 2016), el jueves 22 de diciembre. “Me lo propuso mi manager para que no hiciéramos una sala repetidas veces, que era lo que hacíamos antes, repetir. Estoy bastante nervioso y con ganas de hacerlo, me hace mucha ilusión y espero disfrutarlo mucho”. Ferreiro usará el aforo del Ring, en el que caben 5.000 personas, y a escasos días del show ya le falta poco para agotarlas. Como le ocurrirá a parte del público, lamenta no poder ir a ver a todos sus compañeros: “Un montón de ellos se van a quedar fuera, y va a ser una pena, yo mismo me voy a quedar sin poder ver a los demás allí. Por otro lado, creo que significa que algunas bandas estamos llegando a un sitio bastante molón, supongo que los recintos de 2.000 se nos quedan pequeños y empezamos a tener la opción de tocar en sitios más grandes. Espero que eso sea síntoma de buena salud para la música”, reflexiona.
“Mi banda es lo más importante del mundo para mi, adoro a la gente con la que toco, son mis amigos, mis hermanos. Son el pilar de lo que hago”
Hablando de salud, la suya le ha jugado una mala pasada la semana antes del concierto: sufrió una laringitis que le obligó a cancelar el concierto previsto para el sábado 17 en Valencia: “Estos días estoy enfermo y eso me agobia un poco, porque me gustaría estar en plenas facultades. Estoy bastante nervioso, pero también muy ilusionado”. Y se siente muy respaldado por sus compañeros: “Mi banda es lo más importante del mundo para mi, adoro a la gente con la que toco, son mis amigos, mis hermanos. Son el pilar de lo que hago, los que me van a ayudar a llevar el show adelante. Hemos estado rodando, la banda está increíble, nunca había tenido una banda tan extensa, ahora somos siete en el escenario y estoy encantado de tenerlos conmigo”. Según comentó a Efe Eme en la entrevista de presentación de «Casa», el vigués ha preparado «un repertorio de dos horas: el disco nuevo dura una hora, y luego todo lo demás». Para reforzar el show llevará proyecciones y “unas luces bastante chulas”, pero lo más importante es que será el inicio de lo que está por venir: “Para mí tiene que ser el resumen de lo que voy a hacer este año: una especie de presentación de lo que va a pasar en los demás conciertos”. Y, sobre todo, el más esperado, después de que su entorno le obligase a tomarse un merecido descanso de los escenarios: “Supongo que llevo un año y medio preparándome para este concierto”.
La muesca en el revolver de Coque Malla
Cuatro días después será el turno de Coque Malla, que ya ha vivido un par de momentos divertidos sobre ese escenario: “Recuerdo un concierto benéfico de “Ayuda en acción” que hicimos en la última época de Los Ronaldos. Luis Martín no podía y le sustituyó Ariel Rot. Tocamos Luis García, Ariel y yo en acústico y a mí se me olvidó completamente la letra de ‘Sabor salado’”. Se quedó en blanco, pero la improvisación y el apoyo del público le ayudó a terminar el tema, como recogen los testimonios visuales de la época, que lo sitúan en 1993.
“Hemos hecho algunos retoques en el show que, aunque en el papel son pequeños, en la energía del espectáculo se notan muchísimo”
También actuó en aquel recinto en las fiestas de San Isidro con Los Ronaldos, presentando “Quiero que estemos cerca” , y volvió a hacerlo en 2009 en el homenaje a Antonio Vega, junto a una veintena de compañeros de profesión y ante 10.000 personas. Y volvió a ocurrirle algo parecido: “Los nervios me jugaron una mala pasada y también me olvidé de la letra, no creo que los fans de Antonio me lo perdonen jamás”, reconoce. Aunque ya lo ha pisado varias veces, siente que el día 26 de diciembre será diferente: “No sé por qué, esta me parece la más especial”.
Cuando le propusieron tocar allí con su nuevo disco, “El último hombre en la Tierra”, le sorprendió: “Al principio me pareció un poco atrevido, pero si tenemos en cuenta que mi concierto va a ser en el formato Box, unas 3.000 personas, y que desgraciadamente en Madrid no hay salas con ese tipo de capacidad que suenen bien y que sean bonitas y acogedoras, me parece que tiene todo el sentido del mundo. La Joy se queda pequeña, y con todo el respeto, La Riviera tiene muchos problemas de visibilidad, sonido y estética. No hay muchas más opciones. Además, tocar ahí supone una preciosa muesca en el revolver”.
Coque presentó este disco el pasado abril en la sala Joy Eslava, y después de unos meses de rodaje, se siente seguro y cómodo con el repertorio: “No te miento si te digo que estoy en el momento que siempre soñé. Es la mejor banda y el mejor show que he tenido nunca desde que estoy en solitario. El éxito del disco ha facilitado mucho las cosas. Hemos podido hacer una gira muy larga, y eso se nota. Estamos engrasados y somos una piña. Creo que no hay ninguna fisura, ni en lo personal ni en lo musical, y sonamos como una locomotora. Cada vez estoy más feliz con la decisión de haber ampliado el repertorio de Los Ronaldos en el show, porque encaja perfectamente con el resto”. Sí reconoce que pasar por Madrid, y enfrentarse a un aforo más grande de lo habitual, supone una presión especial: “Claro que lo es. Pero no es solo una cuestión de matemáticas, es que tocas en tu ciudad, para tu familia, tus amigos, la gente de la profesión… ¡está todo el mundo! Y tú estás en el escenario y no los ves, pero sabes que están ahí. En cambio, ellos te ven perfectamente, cada gesto, cada nota… es un viajazo”. El hecho de coincidir con cuatro compañeros en apenas ocho días lo toma como algo positivo: “Pase lo que pase, son buenas noticias”.
“Estrenamos una tremenda sección de metales, algo que nunca había hecho en solitario y que le va a dar mucha mala hostia al sonido de la banda”
Para la gran cita en la capital ha introducido cambios: “Hemos hecho algunos retoques en el show que, aunque en el papel son pequeños, en la energía del espectáculo se notan muchísimo. Hemos quitado y añadido algunas canciones, hemos sumado alguna de Los Ronaldos y ahora el ritmo es perfecto”. Además ha apostado por algo que ha sido fundamental en su nuevo disco, y contará con un invitado muy especial: “Estrenamos una tremenda sección de metales, algo que nunca había hecho en solitario y que le va a dar mucha mala hostia al sonido de la banda. Y hay un punto emocional importante: una de las personas que más ha tenido que ver en el sonido del disco, Miguel Malla, mi hermano, estará en el escenario capitaneando a los metales. Me parece muy importante, porque unos meses después de haber sacado el disco, ha quedado claro que los arreglos de Miguel han sido una de las claves de su éxito. Es emocionante que se suba al escenario con nosotros. Además, llevamos una bonita y sencilla escenografía, piano de cola… ¡Ah! Y un traje dorado diseñado para la ocasión. ¿Algo más?”.
M Clan: Folk en el Ring
La banda murciana regresa al recinto madrileño el miércoles 28. M Clan ya ha actuado allí en algunos festivales y han subido para hacer algunas colaboraciones, pero como banda solo lo hicieron una vez, para celebrar su veinte aniversario, justo hace dos navidades (el 23 de diciembre de 2014). Ahora repiten para presentar su recién estrenado “Delta” (Warner), su disco más folk: “Buscábamos una sala importante y que tenga un aforo acotable según demanda. Este es el sitio”, asegura Carlos Tarque. Lo harán en el formato Ring, que tiene capacidad para unas 5.000 personas.
Aunque varios de ellos hagan una lectura positiva de coincidir en el tiempo y el espacio, Tarque deja entrever sus dudas: “Creo que todos vamos a notar este aluvión… No sé si es muy buena idea. Habrá que ver si esos aforos se llenan realmente”. Cuando le preguntamos si la cita les crea une presión especial, como ha confesado el propio Leiva, distingue entre su situación y la de su compañero: “Leiva está en otra liga a nivel de público y venta de discos. Él va a reventar el aforo máximo. Lo importante es que entre gente, sí, pero sobre todo que el show quede bien y que la gente que venga se vaya contenta”.
El grupo ya ha presentado este nuevo trabajo en varias ciudades, y asegura que llegan a la capital confiados: “Venimos rodándolo por toda España y llegaremos al palacio muy seguros del show. Hay algunas proyecciones audiovisuales, es un concierto largo y mucha música en diferentes formatos, acústico y eléctrico”.
“Venimos rodándolo por toda España y llegaremos al palacio muy seguros del show”
La tercera vuelta de Quique González
“Entre homenajes, colaboraciones y abriendo shows para otras bandas, he tocado allí unas cinco o seis veces”, calcula Quique González sobre sus actuaciones en el recién nombradoo Wizink Center. Hay que hacer labor de hemeroteca para recordar la primera: fue el 9 de octubre de 1998, como telonero de La Oreja de Van Gogh y Estopa. Aquella noche presentaba su primer disco, “Personal” (Universal); y desde entonces ha facturado otros nueve trabajos discográficos, el último de ellos “Me mata si me necesitas” (Cultura Rock), publicado en marzo. La propuesta de tocar ahí el próximo 29 de diciembre la acogió “con un poco de miedo, claro, hasta que me explicaron que hay varios formatos. Cuando se trata de un sitio tan grande se hace más grande en tu cabeza. Para mí, toque donde toque, supone responsabilidad”. Además, se identifica con los nervios de alguno de sus compañeros: “Pues si Lei está sufriendo, ¡imagínate yo! Claro que sí, hay un poco más de presión, pero asumo las circunstancias”.
La situación de Quique se aproxima más a la de Coque que a la del resto, ya que sus discos salieron a principios de año y ambos los han presentado ya en la capital. Él, además, ya ha ofrecido cuatro conciertos en la ciudad en lo que va de año: dos en abril, en el auditorio de la Universidad Carlos III de Leganés, y otros dos en julio, en el Circo Price. «Es nuestra tercera vuelta en Madrid y ellos están presentando unos discazos, además. Así que asumo que nos costará un poco más que a ellos vender entradas. También es cierto lo que dices, llevamos nueve meses tocando y la banda está muy en forma y es el mejor momento de la gira. Los Detectives son la mejor banda que he tenido en mi vida y los últimos cinco conciertos han sido los más bestias de la gira. Sigue muy vivo todo y nos queremos un montón”.
“Vamos a invitar a un par de amigos a cantar con nosotros y a intentar dar un súper concierto para los que vengáis a vernos”
Reconoce el madrileño que coincidir con tantos amigos y compañeros hará que la gente tenga que elegir a qué shows va: “Compartimos público y entiendo que a muchas personas les resulte imposible venir a vernos a todos”. Sobre el hecho de que todos ellos salten a un recinto de mayores dimensiones, se muestra cauto en el análisis: “No sé si hay tanto público como para decir que el rock de aquí está llegando a grandes audiencias”. Él tocará en el formato Ring, que acoge entre 3.000 y 5.000 personas, y un par de semanas antes ha vendido “cerca de las 2000, según me dicen”. Hace días que tocó en el Palau de la Música Catalana y una semana antes de hacerlo en Madrid, recala en Bilbao (el 23 de diciembre en el Antzokia). Y llega con la idea de dar lo mejor de sí mismo, mientras piensa cómo hacer un show especial: “Acabamos de venir de tocar en Barcelona y ahora empezaré a pensar en ello. Vamos a invitar a un par de amigos a cantar con nosotros y a intentar dar un súper concierto para los que vengáis a vernos”.
Leiva, rastreador de miedos
El último incendio del año lo provocará Leiva, que llenará el Palacio de los Deportes la noche del 30 de diciembre. Coincidir con tantos amigos le lleva a hacer una doble lectura: “La buena es que hemos apostado todos por ello. Hemos creído que lo que tenemos ahora merece apostar, eso ya es muy bonito. Pero una cosa es apostar, y otra como te salga. No es tan buena noticia que coincidamos todos porque algunos de nosotros compartimos público. Quique, Iván y yo somos los que más público compartimos. Es una putada, porque mucha gente va a tener que elegir, la gente no puede ir a tres shows en una semana, los unos a los otros nos quitamos público, y a todos nos gustaría cedérselo a nuestros amigos… pero es muy bonito. Creo que los cinco estamos viviendo un momento creativo importante, estamos en un momento bueno de canciones, de carrera y de público. Nunca he compartido un recinto grande con tantos amigos en una semana ”.
Antes de publicar “Monstruos” (Sony) el pasado agosto, su entorno creyó que este recinto era el espacio adecuado para presentarlo, pero a él le empezaron a entrar sudores fríos, como confesó en esta entrevista. Ahora lo vuelve a confirmar: “Yo estaba muy asustado, me asusto mucho con los grandes recintos porque pienso que no los voy a llenar”, admite. Ya ha tocado dos veces allí en solitario, con “Pólvora” para 11.000 personas, y antes lo hizo con Pereza en diferentes aforos: “El aforo más grande con Pereza lo hicimos dos veces, la última vez con “Aviones” metimos 13.500, y ya llevo más de 13.000 entradas. Este palacio es el que más gente voy a meter de mi carrera”, nos cuenta tres semanas antes del directo.
Pero la preocupación de Leiva va más allá de los números: “Nunca pienso en el golpe económico que te puede suponer que salga mal, pienso en el golpe emocional. Siempre creo que no estoy preparado para las cosas que me vienen, es una actitud de vida, no sé si derrotista. Cuando me proponen el Palacio digo que hagamos una cosa más pequeña primero, La Riviera. Con este disco los que me lo han propuesto tenían razón, ha salido bien, la gira está saliendo muy bien y el Palacio va a estar lleno, es así. Nunca lo habría pensado”.
«Estamos en un punto de conexión cósmica que me hace salir al escenario con más seguridad que nunca. De quien tengo miedo es de mí»
Pero el éxito de público no impide que el madrileño sufra por otras cosas. “Encuentro otros miedos, soy un rastreador de miedos. Ahora estoy pensando en cosas del repertorio, en las luces…”. De quien no duda ni un segundo es de los que le acompañan: “Estamos en el momento que yo siempre quise tener: puedo darme la vuelta y decirles que toquemos una canción que no hemos ensayado nunca, y va a salir. Estamos en un punto de conexión cósmica que me hace salir al escenario con más seguridad que nunca. De quien tengo miedo es de mí. En otras ocasiones me he subido al escenario teniendo dudillas y miedo de otros aspectos, en este caso si tengo miedo de algo, es de mí. Creo que nunca me había pasado, esta sensación de voy bien armado, vamos todos a una, todos entendemos hacia donde tiene que ir la canción”. Su experiencia grupal y en solitario le ha servido para darse cuenta de lo que sucede cuando un álbum cala entre la gente: “En mi corta trayectoria he visto cuándo un disco conecta y cuándo no. Y cuando conecta es como si tiras agua por una montaña y se van abriendo canales, te sobrepasa”. Y “Monstruos”, que es Disco de oro desde hace semanas, ha conectado: “Nunca hubiera pensado llenar el Palacio, y eso hay que atribuírselo a las canciones, no hay otra. Las canciones están haciendo que el palacio se llene. Si hubiese hecho otro disco habría metido al público que viene a verme, pero no habríamos llenado. Esto me dice que el disco ha entrado en los coches de la gente”. Él cerrará las Navidades más rock que ha vivido el Palacio. El show en Madrid está a punto de comenzar.
WIKINK CENTER (PALACIO DE LOS DEPORTES DE MADRID)
22 de diciembre: Iván Ferreiro (aforo Ring)
26 de diciembre: Coque Malla (aforo Box)
28 de diciembre: M Clan (aforo Ring)
29 de diciembre: Quique González (aforo Ring)
30 de diciembre: Leiva (recinto completo)