“Soy un tipo antiguo, de los que hacen descanso. Pero quédense, que hay aún muchas sorpresas. Además lo llevo bien, porque casi no he llorado”
Ismael Serrano despidió la gira “20 años. Hoy es siempre” en Madrid, ante un Palacio de Deportes abarrotado y en un escenario repleto de invitados, como Rozalén, Silvia Pérez Cruz, Víctor Manuel, Miguel Ríos, Zahara, Pedro Guerra, Marwan, Javier Bergia o Andrés Suárez. Allí estuvo Marta Sanz.
Ismael Serrano
Wizink Center
17 de octubre de 2018
Texto: MARTA SANZ. Foto: ÓSCAR LAFOX.
Este miércoles de octubre el Wizink se hizo pequeño, vivo y luminoso, como la plaza de un pueblo una noche de verbena. Apenas existieron las butacas, ocultas tras las risas y los reencuentros. Un crisol de caras felices que desbordaban la espera y que podría copar la crónica de esa noche de otoño: hombres y mujeres de pelo cano zapateando, brindis casi por cada verso, aulas enteras de universidades. Cientos de manos entrelazadas, miradas largas. La complicidad que nos une está tejida por veinte años de canciones, el saberse en la misma trinchera, y una inevitable nostalgia. Pocos públicos son tan familia como el de Ismael Serrano, y por eso celebrarlo es fiesta de guardar.
Una inmensa luna le espera en el escenario, reconvertido en una azotea. Sobre el tejado, una banda infaltable que llena de notas los huecos que la emoción, en algún rincón del camino, quiebra la voz del homenajeado, que comienza la fiesta con una reverencia. Mira a todos lados, se detiene en solo sabe él dónde, supongo que busca en los miles de rostros que le sonríen. Y las primeras palabras son los versos de ‘Ven’ y ‘Cien días’. Nervioso, recorre la pequeña habitación de un lado a otro. Mira al tejado a su banda, pero sus brazos parecen pedir algo más que una guitarra, y en la tercera canción sale el primer invitado de la noche, para cantar la defensa de la alegría que es ‘Sucede que a veces’. Es Javier Bergia. Y qué bien le sienta al Palacio su inmensa voz.
Una ovación alcanza a Marwan antes de que su nombre sea pronunciado, porque este madrileño hijo de un refugiado palestino se ganó hace ya muchos conciertos el cariño de Madrid. “Ismael me cambió la vida con sus canciones, y es increíble compartir esto con él”, revela entre abrazos repetidos y risas, para después vestir solo con piano una bellísima interpretación de ‘Pequeña criatura’. Y tras mostrar todos los respetos debidos a Silvio Rodríguez, y un ‘Ojalá’ que no podía faltar, Ismael cumplió el sueño del niño que nunca dejamos de ser: cantó ‘Te vas’ con Miguel Ríos.
Solo se ensaña en la nostalgia que tanto nos enseñó del tiempo en ‘Vértigo’, y aprovecha ese halo de cierta tristeza para invitar a Silvia Pérez Cruz a ‘Mi Problema’, desgarrando la canción con su voz de hilo. A estas alturas de la noche, que no ha hecho más que empezar, los nudos que debían atenazar al generalmente parlante anfitrión se van soltando, y alarga la charla entre canciones para hablar, por ejemplo de las redes sociales. “Cuando se trata de ser hijo de puta la gente se pone muy creativa”, ríe, “como ese tan bueno que dice: ‘Me he metido un disco de Ismael Serrano en el bolsillo y se me ha dormido la pierna”.
El reto de la segunda mujer que subirá al escenario esa noche lo expone el propio Ismael, al contar que ‘Todo vuelve’ le regresa siempre a la voz de Mercedes Sosa, cuando en esta ocasión la dibuja, “esa voz…”, Zahara. Tras la caricia el revuelo de Nach, y la belleza caótica de ‘Ellas’. “Soy un tipo antiguo, de los que hacen descanso. Pero quédense, que hay aún muchas sorpresas. Además lo llevo bien, porque casi no he llorado”, dice antes de desaparecer.
La fiesta vuelve tras una pausa donde siguieron las risas y los bailes. Salta en el tiempo entre canciones hasta que se detiene en el mágico momento en el que su “amigo del alma, su hermano” sube al escenario. Ver a Pedro Guerra y a Ismael Serrano cantar juntos es como mirar a todos los espejos que te han mirado en la vida, y sonreírles. Es la canción dieciséis, y suena ‘Ya ves’.
El siguiente paso de baile hay que darlo sin reparos, porque llenan las tablas el grupo Fetén, Fetén, y el actor Álvaro Morte, y se celebró ‘Bella Ciao’, las posibilidades y el derecho a resistencia.
Tras la explosión de luz y color la luna va menguando, y la noche se hace densa. Casi cede a la tristeza con ‘Recuerdo’, pero por suerte sale al rescate el gran Víctor Manuel para regalar ‘Un destello de felicidad’. Sigue el acento norteño con la llegada de Andrés Suárez, que le besa entre versos y solo cierra los ojos para cantar cuando no mira embelesado a Ismael Serrano. El penúltimo brindis, con la imprescindible voz de Rozalén.
Repasar la discografía de Ismael Serrano es para muchos como releer los capítulos de una vida, y pararse en todos los sueños por cumplir, en los que quedaron por el camino, en las ganas que vuelven a surgir de nuevo. Por eso ‘Papá cuéntame otra vez’ es de alguna manera un momento al que siempre se debe regresar, y con ella coreada parece despedirse. La luna vuelve a ser inmensa. Pero el aplauso se alarga y tiene que volver la banda. “Gracias por una noche que no olvidaré en mi vida”, dice extremadamente emocionado, antes de hacer el regalo de ‘La llamada’. Cómplices aún, la felicidad de las gradas va tomando las aceras de Madrid, en esta noche templada de otoño. Aún nos abriga la complicidad, la suerte de ver el tiempo pasar junto a las canciones de Ismael.
Que cumplamos muchos, muchos años más.
Repertorio de Ismael Serrano en el Wizink Center:
1. Ven
2. Cien días
3. Sucede que a veces (con Javier Bergia)
4. Pequeña criatura (con Marwan)
5. Ojalá
6. Te vas (con Miguel Ríos)
7. Vértigo
8. Mi problema (con Silvia Pérez Cruz)
9. Sin ti a mi lado
10. Nieve
11. Todo cambia (con Zahara)
12. Ellas (con Nach)
13. La extraña pareja
14. Vuelvo a Madrid
15. Últimamente
16. Ya ves (con Pedro Guerra)
17. Bella Ciao (con Fetén,Fetén y Álvaro Morte)
18. Recuerdo
19. Un destello de felicidad (con Víctor Manuel)
20. Si te vas
21. Tantas cosas
22. Vine del norte (con Andrés Suárez)
23. Si se callase el ruido (con Rozalen)
24. Papá cuéntame otra vez
25. Ahora que te encuentro