Cuatro años después del último trabajo, la banda de Jorge Martínez vuelve a reunirse para presentar su nuevo elepé. A la presentación acudió Chema Domínguez.
Texto: Chema Domínguez.
Ilegales son un prodigio dentro del panorama roquero tanto en España como en latinoamérica. «La vida es fuego», su nuevo trabajo, lo demuestra. Presentado ayer en la madrileña sala El Sol, Jorge Ilegal fue teloneado y acompañado por Igor Paskual, ambos fueron desgranando una a una las nuevas canciones que también sirven de prólogo a un año muy «ilegal»: este miércoles actúan en Joy Eslava, Madrid, y en breve iniciarán gira española, americana y editarán dos referencias discográficas más a lo largo de este año.
Antes de salir Jorge, Igor habló de justicia histórica para reivindicar la trayectoria de Ilegales. Razones le sobran. Metidos en faena, la banda no tenían nuevas canciones desde «Si la muerte me mira de frente, me pongo de lao» (2003), y estaban inactivos desde el 2011 cuando se inició el proyecto de Jorge Ilegal con Los Magníficos. «El regreso se debe a que la cabra tira al monte», afirmó Jorge, y se nota la inspiración y esa rabia tan bien dirigida en «La vida es fuego» como ya ocurriera con «Agotados de esperar el fin» (1984), «Regreso al sexo quimicamente puro» (1992) o «El corazón es un animal extraño» (1995).
«El mensaje de lucha y pelea es una constante en Ilegales», afirmó Jorge, y eso está en «La vida es fuego» como están los rasgos humorísticos, combativos y poéticos en sus textos. ‘Voy al bar’, ‘Vivir sin novia ni reloj’, ‘Hipster’ o ‘Las rosas trepadoras asesinas’ prometen llevar al concierto de esta noche en Madrid algunos de los mejores momentos de la velada. Si a esto le sumamos el excelente sonido que siempre ha aportado Ilegales en sus directos y el amor por el riesgo que suele imprimir Jorge en cada concierto, hoy es la noche perfecta para volver a nacer.