El clásico “Rockin’ around the Christmas tree”, de Brenda Lee, se transforma en “Nochebuena y Navidad”, en castellano, sobre la grabación original de 1958 y con la voz de Lee recreada mediante Inteligencia Artificial.
Texto: JUAN PUCHADES.
Que no hay que confundir cantar con dar el cante, lo sabe cualquiera. Pero es justo lo que sucede con la versión en castellano del clásico “Rockin’ around the Christmas tree”, de Brenda Lee, recién publicada como “Nochebuena y Navidad”. Nada que objetar a que la legendaria cantante, a sus venerables 79 años recree una canción que grabó cuando tenía 13 años. Solo que… la voz que escuchamos en esta “Nochebuena y Navidad” es la de Brenda Lee sobre la grabación original de 1958 ¡y con su voz a los 13 años! Y no, no es que la pista vocal en nuestro idioma permaneciera perdida en un archivo y haya sido rescatada para disfrute de su sus seguidores, es que ha sido recreada mediante Inteligencia Artificial «entrenada de manera responsable». Sea esto último lo que demonios sea y por mucho que la propia Lee haya autorizado tamaño desacato.
Detrás de la «cosa» está el productor Aureo Baqueiro, que ha recurrido a la grabación original de la música y los coros y ha reemplazado la voz con MicroDrop, «parte de la Inteligencia Artificial de SoundLab» (empresa a la que se ha asociado Universal Music), un plugin que, explica una nota de prensa de la discográfica, «le permite al usuario transformar su voz en una voz distinta o en la de un instrumento». El proceso consistió, tras traducir la letra, en que Leyla Hoyle, una vocalista chilena asentada en Los Ángeles, cantara la canción en español «emulando los patrones vocales únicos de Lee, igualando el tono, los respiros y los fraseos de la grabación original». Luego, siguen argumentando en la nota de prensa, «Baqueiro le dio la grabación de la voz a SoundLabs, quienes también contaron con varias horas de grabaciones vocales aisladas de los archivos de Lee en UMG [Universal Music Group] para crear un modelo vocal de Inteligencia Artificial hecho a la medida y basado en su voz». Desde ahí, se modificó «la grabación en español y la hizo sonar como si fuera la propia Lee». Y ya tenemos a la Brenda Lee de 13 años «cantando» en español, seseo incluido, sobre su grabación de 1958.
Pero, no se lo pierdan, que a esto lo denominan «Inteligencia Artificial ética» y, aseguran, demuestra cómo «se puede utilizar para expandir los horizontes artísticos, y al mismo tiempo ser tanto respetuosos con los artistas, como contar con su completa autorización». Es decir, esta canción es solo el principio, y vendrán más grabaciones recurriendo a la IA. Y por mucho que se cuente con la autorización de los propios artistas (o, veremos, los propietarios de sus derechos, lo que resultaría altamente indignante), estamos ante una absoluta impostura, una completa tomadura de pelo. Y convendría aclarar que ese «expandir horizontes artísticos» tiene más que ver con un frío trabajo de laboratorio de productores, técnicos de sonido e informáticos (y de editores discográficos) que con los verdaderos creadores: los artistas. Esos que ponen su talento e incluso su alma en las grabaciones y sus creaciones.
Tomadura de pelo ya completa cuando uno busca esta “Nochebuena y Navidad” de Brenda Lee en Spotify o Youtube y en ningún caso se indica o advierte que la voz está creada mediante Inteligencia Artificial. Muy ético —ya que recurren a la ética como adjetivo— no parece.
Si los dúos post mortem daban mucho yuyu (los famosos «desenterrados»), esto resulta completamente escalofriante. Nos espera un futuro inmediato tan preocupante como desalentador. Porque no, el arte no era esto. No es esto. No debiera ser esto, por mucho que estemos atravesando unos tiempos en los que todo vale. Solo cabe esperar movimientos de los artistas haciendo pública su negativa a que en el futuro (cuando no estén) se manipulen sus grabaciones mediante IA. Eso, o estamos perdidos.