“Hits and Pieces. The Best of Marc Almond & Soft Cell”, de Marc Almond

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DISCOS

“Su validez como artista pop jamás ha dejado de brillar por mucho que él haya deseado adentrarse en los terrenos más oscuros”

 

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Marc Almond
“Hits and Pieces. The Best of Marc Almond & Soft Cell”
UNIVERSAL

 

Texto: RAFA CERVERA.

 

Su trayectoria ha sido errática a efectos comerciales, pero incluso en sus episodios más desgarrados y en sus arrebatos más experimentales, Marc Almond siempre recompensa al público menos sacrificado con canciones en el sentido más clásico y efectivo del término. Esa dualidad ha sido un factor crucial en su carrera. Almond es ante todo un artista de canciones, y muchas de ellas adquirieron categoría de singles, que a su vez le han dado visibilidad y popularidad, libertad para poder hacer cosas que normalmente otras estrellas (estamos hablando de 30 y 20 años atrás, un pasado que se nos antoja ya remoto por cómo ha cambiado todo desde entonces) ni se planteaban hacer. A su vez, el éxito ha sido siempre la espada de Damocles de Almond. Siempre lo ha sentido como algo asfixiante, quizá porque en ídolos como Scott Walker vio claramente lo restrictiva que puede resultar la fama. Y fama es lo que consiguió Soft Cell prácticamente desde el primer minuto. ‘Tainted Love’ se convirtió en un éxito universal y propició una situación –cansancio, decepción, hartazgo– que acabó destruyendo al dúo como tal en un tiempo récord. Fue el principio de un largo y placentero camino, tortuoso también, que Almond ha recorrido a su manera, evitando lugares comunes, haciendo lo que le apetecía hacer sin preocuparse por tener presencia en las listas. El éxito nunca se despegó por completo de su música, aunque tampoco le ha acompañado tanto ni tan a menudo como su repertorio merece.

 

 

Después de casi cuatro décadas saltando de discográfica en discográfica y aventurándose por los más diversos caminos musicales, se pone a la venta el primer recopilatorio que recorre su carrera desde los comienzos hasta la actualidad. Una odisea en lo que a negociación de derechos se refiere, que se concreta en un disco cuya entidad va más allá de la mera recopilación de hits. Pocos astros del pop tienen una carrera tan variada y rica como la de Almond, ni una discografía que se haya detenido en tantas posibilidades y que esté tan plagada de colaboraciones y tan expandida por los estilos. “Hits and Pieces. The Best of Marc Almond & Soft Cell” (Universal) es ese mapa necesario que, a través de las canciones más conocidas del artista, nos sumerge en uno de los itinerarios artísticos más excitantes de la historia de la música pop. Solo equiparable a Bowie en cuanto a versatilidad musical, Almond aparece aquí reflejado como el creador inquieto y valiente que es, siempre armado con una melodía a prueba de bomba.

La versión deluxe del recopilatorio, que cuenta con dos discos, refleja mucho mejor ese mosaico musical que es Marc Almond. Arranca con Soft Cell y su turbadora ‘Memorabilia’ para a continuación llegar a la incontestable ‘Tainted Love’ y a los sencillos de autoría propia del dúo –‘Bedsitter’, ‘Torch’, ‘Say Hello Wave Goodbye’, ‘Where The Heart Is’–, composiciones más que legitimadas para ser los éxitos que fueron. Una pena que ‘Numbers’, una mirada nada complaciente sobre la promiscuidad masculina, haya quedado fuera del disco. Seleccionar canciones en una trayectoria que abarca tanto no es fácil y, por cada omisión sentida, hay una aparición plausible. Por ejemplo, ‘Black Heart’, la única canción comercial de “Tormento and Toreros” (1983), que en su versión single se convierte en otra de esas oscuras delicias con las que Almond ha ido sembrando su discografía. No hay nada de “Vermin in Ermine” (1984) pero sí está el pop de arreglos clásicos de “Stories of Johnny” y“‘Melancholy Rose”. Tampoco falta la poderosa ‘Tears Run Rings’, su regreso a la listas en 1988, que fue rematado con el suceso mundial del ‘Something’s Gotten Hold On MY Heart’ de Gene Pitney.

 

 

Por algún extraño motivo, Almond siempre parece tener más éxito cuando interpreta un tema ajeno que uno propio. ‘Jacky’ y ‘The Days Of Pearly Spencer’, que pertenecen al sobreproducido “Tenement Symphony” (1992) volvieron a situarle en la cima de las ventas, posición que a partir de entonces rara vez volvería a visitar. Seguramente ésto a él jamás le importó demasiado; al fin y al cabo, no ser esclavo del éxito es algo que siempre buscó. Pero aunque sus canciones posteriores no gozaran de la repercusión adecuada, siguen mereciendo ser recordadas y esta recopilación también se encarga de ello, especialmente en ese recorrido final que abarca canciones como ‘Child Star’, ‘Adored and Explored’, ‘Glorious’ o ‘Tragedy’, además de la magistral ‘Scar’. Y como colofón, un nuevo tema, de nuevo compuesto con Chris Braide, el productor que le ayudó a restablecer su identidad pop con su último álbum de estudio “The Velvet Trail” (2015). En A Kind Of Love vuelve a ejercitar sus dotes como intérprete de ese pop camp y a la vez atemporal que viene aflorando en su música desde los días de Soft Cell.

 

 

El balance que arroja “Hits & Pieces” es abrumador, y eso que no están –resulta imposible, por lo visto, por motivos legales– todas aquellas canciones que deberían estar. La selección nos muestra al Marc Almond más entregado al pop, más alejado de ese lado tortuoso que tanto le ha seducido siempre y que tantos grandes momentos musicales le ha inspirado. Treinta y cinco canciones en la versión deluxe (las 19 de la versión normal también dan una imagen ajustada de la dimensión pop del artista, pero al final saben a poco) para intentar crear un fresco estilístico de uno de los nombres más importantes del pop anglosajón. Un outsider que nunca ha aceptado que le impongan límites pero que jamás ha dejado de hacer canciones que le permitan ser amado por ese gran público que jamás compraría sus álbumes menos complacientes. Mantener ese equilibrio no resulta fácil, pero escuchar cómo consigue llegar a él es un absoluto placer. Conocer la dimensión real de la obra de Marc Almond no es fácil por su amplitud y variedad, pero no cabe duda de que este recopilatorio resulta muy útil para no olvidar que, a pesar de la complejidad del personaje, su validez como artista pop jamás ha dejado de brillar por mucho que él haya deseado adentrarse en los terrenos más oscuros.

 

 

Anterior crítica de discos: “Elwan”, de Tinariwen.

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