“Nosotros defendíamos al grupo desde dentro, pero también había gente que lo defendía desde fuera. Igualmente, teníamos a nuestros grandes detractores que también habrá que agradecerles su mala hostia”
El veinticinco aniversario de “Senderos de traición” y la reedición del disco que ha hecho Parlophone trae de vuelta la historia de la banda zaragozana. Tiempos lejanos y gloriosos que recuerdan Joaquín Cardiel y Pedro Andreu en esta entrevistas de María Martín Consuegra.
Texto: MARÍA MARTÍN-CONSUEGRA.
Fotos: JOSE GIRL.
Corría el año 1990 y Héroes del Silencio, que traían a sus espaldas el peso de un disco “fallido”, al menos en la producción, buscaban plasmar la esencia de su sonido en nuevo trabajo. Para evitar cometer los errores de “El mar no cesa” (1988) encargaron la producción de “Senderos de traición” a Phil Manzanera, que posteriormente se convertiría en una pieza importante tanto en la carrera de Héroes como en la de Enrique Bunbury en solitario. Nació así “Senderos de traición” y con él, el mito: uno de los discos más importantes de la música en España. Con motivo de la reedición de un trabajo que no solo abrió las puertas de los maños al mundo entero, sino también las del propio Manzanera, nos reunimos con dos de sus protagonistas, Pedro Andreu y Joaquín Cardiel. El batería y bajista recuerdan, con cierta añoranza, cómo fueron esos años. Nos cuentan que el guitarrista Juan Valdivia se ha tenido que quedar en casa y que Enrique Bunbury, en estos momentos “prefiere dedicarse a lo suyo”. Aunque cada uno sigue con sus proyectos en solitario, se percibe a los veinte segundos de sentarse a hablar con ellos que les encantaría volver a reunir a la banda. Mientras eso sucede (o no), insisten: “Seguimos defendiendo el nombre de Héroes del Silencio”.
Con motivo del 25 aniversario de “Senderos de traición” se reedita este disco, acompañado de un DVD y de textos de periodistas que dan su visión de cómo vivieron el éxito de la banda. ¿Qué habéis sentido al leer la visión que estos periodistas sienten de las canciones, 25 años después?
Joaquín: A mí me ha retrotraído a aquella época, sobre todo el primer artículo de Jesús Rodríguez Lenin, que admite que tenía ciertos prejuicios sobre nosotros. Eso es un poco lo que ocurría realmente en aquel panorama del 90. Había ciertos prejuicios con la banda y había cierto sector de la prensa que no creía en nosotros porque no nos había visto en directo, simplemente. En el momento que nos veían en directo cambiaban de opinión. A mí eso me gusta mucho, sobre todo que lo reconozca.
Y vosotros, ¿cómo veis esas canciones con el paso del tiempo?
Pedro: De alguna manera las vemos como las hemos visto siempre. Es un disco muy representativo del sonido de la banda, algunas canciones son casi míticas. No sé, lo veo como normal.
J: Ha estado ahí siempre, incluso antes de ser grabado.
P: No está el concepto ese de que porque hayan pasado veintinco años tenga otra visión o valoración del tema. Me siguen pareciendo las doce canciones de “Senderos de traición”.
Hay muchas veces que después de grabar un disco empiezas a encontrar cosas que cambiarías o que harías de otra manera. ¿Eso no os pasa con estas canciones? Si tuvierais que volver a grabar el disco en el 2015, ¿lo grabaríais igual?
P: Creo que cuando llegamos a “Senderos de traición” nos importaba más el sonido que lo que aportáramos en cada canción. Y cuando se da por definitivo no es bueno darle muchas vueltas más, porque acabas en una obsesión. Lo que buscábamos era que representara el sonido de lo que era el grupo y se consiguió ese sonido con la producción de Phil (Manzanera) y el método de grabación que utilizamos.
J: Las canciones tampoco han variado mucho a lo largo de los años cuando las hemos ido tocando en directo. Quiere decir que de alguna manera acertamos en su planteamiento inicial.
Han envejecido bien, entonces.
J: Sí, yo creo que sí.
Además de estas entrevistas de promoción y la reedición, ¿se plantea hacer algo más especial por el 25 aniversario?
P: Por el momento no. No hay más que una intención de editarlo en los países que tuvo repercusión, acercarlo a los fans para presentárselo y esperar que haya gente nueva que descubra a los Héroes a través de este medio. Pero en cuanto al trabajo nuestro personal, se va a quedar de momento en la promo que hagamos aquí.
¿En qué punto se encuentran ahora mismo vuestras carreras por separado?
J: Yo llevo poquito tiempo, el año pasado publiqué un mini elepé que apenas ha tenido promoción porque estoy desarrollándome un poquito más como vocalista, que es algo nuevo para mí. Y ahí sigo, practicando.
P: Yo formé una banda hace cuatro años. Se llama L4RED, hacemos rock, hemos sacado un EP de tres temas, de tirada muy limitada y bastante underground. Ahora vamos a sacar otro y la verdad que bien, bastante ilusionado, estamos empezando.
Después de tantos años, ¿habéis llegado a entender todo lo que se creó alrededor de Héroes del Silencio? Me refiero a si tenéis claro lo que sucedió para que la banda creciese como creció, que generase ese fenómeno fan y al mismo tiempo fuertes detractores.
J: Pues te diría que fue un poco nuestro empecinamiento en que eso fuera así. Cuando estábamos ya los cuatro en Héroes y empezábamos a trabajar lo hacíamos muy duramente y con el convencimiento de que si lo hacíamos así, tarde o temprano saldríamos adelante. Costó tiempo encontrar el productor para el primer disco, el sonido no fue lo mejor del mundo… continuamos luchando, y con mucho trabajo y suerte, evidentemente, al final lo conseguimos. Yo creo que teníamos desde un principio el convencimiento de que esto tenía que pasar tarde o temprano
P: Sí, había mucha honestidad y seriedad en lo que estábamos haciendo. Había buenas canciones, buena imagen, un directo en condiciones a cualquier nivel y gente de la banda absolutamente convencida y entregada a lo que estaba haciendo. Supimos enseñárselo a la gente y provocar que también tuvieran algo que defender. Igual que nosotros defendíamos al grupo desde dentro, había gente que lo defendía desde fuera. Igualmente, teníamos a nuestros grandes detractores que también habrá que agradecerles su mala hostia.
¿Os sirvieron esos detractores para replantearos cosas?
P: Yo creo que nos sirvió para hacernos más fuertes.
J: De hecho, al poco tiempo de “Senderos de traición” sacamos un mini epé en directo que se llamaba “Senda 91” basado en la gira de ese año. En los créditos hay un montón de críticas de conciertos nada positivas. Las pusimos ahí para informar a la gente… (risas)
A día de hoy, ¿reconocéis vuestro sonido en bandas actuales?
P: Resultaría muy obvio, creo. Ver la combinación de las guitaras de Juan con esa sonoridad tan propia con la mezcla de un bajo como el de Joaquín, más la base que haya y la voz de Enrique, que es inconfundible… no sé, es que si entras ahí te van a crucificar rápidamente, vas a acabar siendo comparado. Creo que los que lo hacen lo hacen intencionadamente.
J: Hombre, me gustaría pensar que de alguna manera hemos influido en gente joven que se ha animado a formar grupos y tocar. Me encantaría que hubiera ocurrido y supongo que habrá ocurrido como me pasó a mí con la música que escuchaba.
“Que Enrique cante canciones de Héroes significa que le gustan, por lo tanto a nosotros nos deja en muy buen lugar. Luego, como él siempre tiene ese afán por hacer las cosas diferentes pues intenta darles una vuelta de tuerca, pero la canción es la canción. Personalmente me parece bien, aunque muchas veces no me gusta nada, pero es mi opinión, nada más”
¿Creéis que ha habido o hay algún grupo cuya influencia o alcance se pueda equiparar al que tuvo Héroes del Silencio?
P: Sin querer menospreciar nada, quizá es por desconocimiento, pero no tengo esa sensación. Quizá existe, pero no tengo constancia.
Quizá si existiese sí tendrías constancia.
P: Sí, sí… (risas) pero vamos… ese comportamiento en los fans no lo he visto.
J: Cada época tiene su momento y sus formas de trabajo y su entorno. Es muy difícil comparar algo parecido, porque los tiempos cambian tanto que es muy difícil que pase algo parecido.
Si hay un grupo en ese país al que le han salido bandas tributo, ese es Héroes del Silencio. ¿Cómo lo vivís?
J: Yo me lleno como un pavo… (risas). Es algo que me enorgullece tremendamente. ¿Qué más puedes pedir?
P: Los chavales que están en ese lío lo hacen con mucho respeto y mucho cariño y eso para nosotros es un orgullo. Nos da marcha escuchar a unos chavales tocar ‘Entre dos tierras’.
Robe Iniesta, por ejemplo, comentaba hace unos meses en una rueda de prensa todo lo contrario, que estaba harto de bandas tributo, y más si eran de Extremoduro.
P: Bueno, tiene su opinión, como es lógico. Esto de las bandas tributo, ahora parece aquí la quintaesencia o la piedra filosofal, pero en Estados Unidos hay cientos de miles de grupos que hacen versiones; en Inglaterra también es muy común estar en un bar y ver a un grupo tocando versiones de otros. A mí no me parece tan raro ni tan antinatural. Sí podemos echar de menos que no haya creación nueva, pero tal y como está el panorama… Mucha gente que toca en grupos tributo, ya sea de Héroes, de Queen o de Mecano también tiene sus propias bandas y también son creativos. Bueno, a mí no me parece mal, cada uno tiene derecho a tocar lo que le apetezca. Quizá Robe Iniesta había oído esa semana a cuatro y estaba harto, también puede ser (risas).
Antes hablábamos de la visión que tenéis de las canciones 25 años después, decís que no cambiarías nada. Pero, de la historia de Héroes del Silencio, 30 años después, ¿cambiaríais algo?
J: Sí. Cambiaría el hecho de que no nos supimos parar a tiempo. Y esto era, como decía Phil Manzanera, como un superpetrolero que muchas millas antes de llegar a puerto tiene que andar parando porque de repente no puede parar. El grupo tendría que haber parado tras “El espíritu del vino” uno o dos años, y tras “Avalancha” otro, lo que pasa que tras Avalancha paramos definitivamente. Fue un cúmulo de circunstancias, no supimos o no quisimos parar el carro y pagamos las consecuencias.
¿En qué estado se encuentra vuestra relación con Enrique y con Juan?
P: Bueno, Enrique ya conocemos todos que está un poco más metido en sus asuntos y prefiere dedicarse a lo suyo. Nosotros dos y Juan seguimos defendiendo a los Héroes. Pero bueno, la relación sigue siendo pues como siempre… complicadilla… porque es un matrimonio a cuatro bandas que no terminó muy bien y es complicado. Ese sería el resumen: complicado.
Hace unas semanas Enrique grabó un MTV Unplugged en México y tocó cinco canciones de Héroes. No sé si habéis tenido la oportunidad de verlo. ¿Cómo se ven tus canciones interpretadas por el cantante de tu banda pero tocadas por otro músico que no eres tú?
P: Bueno, el hecho de que Enrique cante canciones de Héroes significa que le gustan, por lo tanto a nosotros nos deja en muy buen lugar. Luego, como él siempre tiene ese afán por hacer las cosas diferentes pues intenta darles una vuelta de tuerca, pero la canción es la canción. Personalmente me parece bien, aunque muchas veces no me gusta nada, pero es mi opinión, nada más. Él tiene derecho a tocar las canciones. Me parece bien siempre que sepamos de qué canción hablamos y quiénes son los jefes aquí.
¿Y quiénes son esos jefes?
P: Los Héroes.
¿Qué haría falta para una reunión de Héroes?
P: Son cosas que están ahí, que pueden pasar o no pasar y las circunstancias y el tiempo dirán.
J: A día de hoy está complicado. A mí me encantaría volver a reunirnos, hacer incluso canciones nuevas, giras… pero está muy complicado. Enrique tiene su historia montada y nosotros estamos aquí defendiendo a Héroes.
¿Se ha planteado una reunión de Héroes sin Enrique?
P: Valoramos, como es lógico, que una reunión de Héroes sin Enrique no es una reunión de Héroes. Deberíamos pensarlo de otra manera, quizás. Si Héroes se reúne debería ser con Enrique.
En cualquier caso, si eso sucediese y os reunieseis sin Enrique, lo lógico sería hacerlo con otro nombre ¿no?
P: Claro, estaríamos hablando de otro proyecto.
