DISCOS
«Toda una celebración de la resiliencia cultural y una afirmación desafiante de la identidad sin adornos de la herencia musical maliense»
Songhoy Blues
Héritage
STUDIO MALI / TRENSGRESSIVE – PIAS, 2025
Texto: XAVIER VALIÑO.
Después de años de electrizante rock del desierto, Songhoy Blues opta por revertir todo lo hecho hasta ahora en Héritage. En el vasto paisaje musical de Mali, donde la tradición y la innovación a menudo bailan una delicada danza, el cuarteto ha desenchufado sus guitarras eléctricas y sus amplificadores para enlazar directamente con el antiguo latido de la tradición musical maliense.
La canción que lo abre, “Toukambela”, establece inmediatamente la conexión espiritual con el pasado a través de la encantadora voz de la flauta lontore, cuyo timbre agudo transmite siglos de historias en cada nota ronca. La calabaza invertida proporciona la base rítmica, y su percusión terrosa se hace eco de los pasos de las caravanas que una vez cruzaron el Sahara durante el apogeo del poderoso imperio Songhai.
Cada composición se siente como una excavación arqueológica, quitando suavemente las arenas del tiempo para revelar los brillantes artefactos de la tradición musical que se encuentran debajo. La instrumentación ancestral, que incluye kora, soku y n’goni, crea un rico tapiz que trasciende la etiqueta reduccionista de “blues del desierto” que a menudo se aplica a la música de Mali. Estas canciones respiran con el ritmo de la vida cotidiana, celebran historias antiguas y lamentan pérdidas olvidadas.
Lo que hace que Héritage sea particularmente convincente es que consigue desprender su fuerza a partir de la intimidad acústica y la sabiduría labrada durante siglos, cantando en bambara y rebuscando en la riqueza cultural de una civilización que una vez se extendió desde Senegal hasta la República Centroafricana. Para una banda formada en el exilio, huyendo de la opresión yihadista en el norte de Mali, este regreso a los instrumentos y composiciones tradicionales tiene un profundo significado: es toda una celebración de la resiliencia cultural y una afirmación desafiante de la identidad sin adornos de la herencia musical maliense, un disco que no solo honra el patrimonio sino que le da nueva vida.
–
Anterior crítica de discos: Fever longing still, de Paul Kelly.