Hoy, 3 de marzo, ha muerto en Barcelona, después de una larga enfermedad, el músico Tony Ronald. De nombre real Siegfried Andre Den Boer Kramer, nació en Arhhem, Holanda, en 1941, era el segundo de cuatro hermanos. Aprendió a tocar la guitarra de niño, de forma autodidacta. A los 16 años se enroló como marinero en un barco: «me voy», le dijo a su padre. «¿Adónde vas?», le respondió éste. «No sé, a ver mundo», respondió él, y salió desde del puerto de Rotterdam.
A finales de los años cincuenta, recaló en Barcelona, donde se quedó, viviendo en la calle, tocaba la guitarra a cambio de un bocadillo y dormía en bancos o en el metro. Hasta que un día un chico lo llevó a su casa y sus padres le dejaron un sitio par adormir. Años después, consideraba a esta su segunda familia. De aquellos días, decía: «En realidad, el gran problema de un extranjero en otro país es la comida. Porque lo de dormir se puede solucionar casi siempre». En el arranque de la década de los cincuenta, comenzó a tocar en el Hondo Club, en la calle Muntaner. Formó el dúo Kroners, junto al vasco José Luis Bolivar, inspirados por el Dúo Dinámico. Luego llegó un segundo dúo, Tony and Charley: tras la separación, Charley (que no era su hermano, como cuentan algunas biografías) logró triunfar con «La yenka». Tony, por su lado, formó su primer grupo Tony Ronald y sus Kroners, funcionando esencialmente en Cataluña. En este periodo, incluso grabó en Londres. Son años en los que se integró en la naciente escena pop y rock española, que conoció bien de cerca.
Ya en solitario, grabó la primera versión de la canción principal de «Jesuscristo Superstar», pero el éxito le llegó sorpresivamente en 1971 con ‘Help ayudame’, con la que ganó el festival del Atlántico en Tenerife y resultando un gran éxito en toda España. Esta canción, una canción del verano, es la más recordada de su discografía: nunca logró un éxito igual. Antes, y sin saber casi qué era aquello, comenzó a producir al grupo barcelonés Los Diablos (grupo del que fue descubridor), con éxitos como ‘Fin de semana’: «Tenían una gracia especial –comentaba en 1972 a la revista «Mundo Joven»– una naturalidad… Hace cinco años que les trato y no han cambiado en nada. Les propuse hacer una canción y alguien me dijo que eso era ser productor. Yo ni conocía la palabra. Y ahí empezó todo y así sigue». Efectivamente, siguió: en años sucesivos Ronald se volcaría en las producciones de artistas tan variopintos como Nubes Grises, Dyango o Miguel Gallardo. Entre estas producciones destaca claramente su trabajo para Los Amaya, a los que produjo en 1977 el elepé «Nosotros los gitanos», que más allá de incluir el éxito ‘Vete’, les dotó de un nuevo sonido y entidad musical que evolucionaba la rumba catalana y que siguió desarrollando en los discos «Sentimiento gitano» (1978) y «Decirle a ella que vuelva» (1979). Entre los músicos de estos sensacionales trabajos, contó con José Mas «Kitflus» y Max Suñé, componentes del grupo progresivo Iceberg. Ya en los primeros años ochenta, produjo sin demasiada fortuna al grupo de la nueva ola Melodrama.
En los últimos años, Tony Ronald actuaba en proyectos nostálgicos, como Míticos 70, junto a Micky, Lorenzo Santamaría y Jeannete. Ya enfermo, para el próximo 19 de marzo estaba previsto concierto de homenaje en la sala Luz de Gas de Barcelona.
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