Finalmente, tras el derrame cerebral sufrido el pasado 13 de junio, Clarence Clemons, «The Big Man», el saxofonista de la E Street Band de Bruce Springsteen falleció el sábado en Florida, a los 69 años. Clemons, en los últimos días, fue operado en el cerebro varias veces. La muerte parece que se ha producido debido a las complicaciones tras las operaciones. En las últimas horas, los componentes de la banda de Springsteen, dada la gravedad de la situación de su compañero, habían ido viajando hasta Florida. La salud de Clemons en la última década no era muy buena y solo en el último año había pasado en dos ocasiones por el quirófano: para operarle de las rodillas y de una fusión espinal (unión de vértebras que evita que éstas se muevan).
Clarence Clemons nació el 11 de enero de 1942, en Norfolk, Virgina. A los once años, su padre, un estricto predicador baptista, le regaló un saxofón, aunque Clemons no sentía especial interés por la música, lo suyo era el fútbol americano, para el que parecía haber nacido gracias a su tremenda corpulencia. Por medio de algunas becas, llegó hasta New Jersey, para integrarse en equipos universitarios.
Un accidente de coche le provocó lesiones en ambas piernas, lo que tuvo como consecuencia que sus sueños de ser jugador profesional se vieran truncados. Sumido en una depresión, encontró refugio en la música, en el instrumento que había tocado de niño, el saxo. Sus influencias principales fueron el jazzman Gerry Mulligan y los saxofonistas de las grabaciones clásicas de soul que le apasionaban.
En 1973 entró en contacto con Bruce Springsteen, al que buscó pues había oído hablar muy bien de él, de la música que facturaba el incipiente rockero. Srpingsteen le hizo una prueba y el gigante se unió a su banda. Clemons dotó de robustez sonora la música de Springsteen, de ese poso soul que sería seña en unión con el rock and roll de inspiración clásica, convirtiéndose en su mano derecha profesional: Su saxo, en gran medida, iba a definir el intensísimo sonido de los primeros años del de New Jersey. Clemons grabó en sus tres primeros discos, «Greetings from Asbury Park», «The wild, the innocent and the E Street Shuffle» y, por su puesto, en «Born to run», la obra que iba a cambiar el destino de Springsteen y de su banda, y casi el del rock and roll. Fue el propio Springsteen quien decidió que en la portada de ese álbum junto a la E Street Band solo aparecieran fotografiados él y el saxofonista, con un sentido muy evidente: el «Boss» se apoyaba en el hombro de Clemons.
Desde entonces, comenzó a forjarse la leyenda de Bruce Springsteen y la E Street Band, en aquellos inacabables conciertos de intensidad nunca vista, en los que el saxo de Clemons brillaba con luz propia, siendo pieza esencial no solo del sonido, sino también de la imagen del grupo.
En 1983 publicó su primer trabajo en solitario, «Rescue», al que siguieron: «The chief» (1984) y «Hero» (1985), en ellos se dejaba llevar por su pasión por el soul y el rock. Tras la separación del grupo en 1987, Clarence Clemons colaboró en un dueto con Jackson Browne (‘You’re a friend of mine’), con Aretha Franklin, Twisted Sister o Ringo Starr, además, continuó grabando discos solistas: «Night with Mr. C» (1989) y «Peacemaker» (1995).
En 1995 se unió de nuevo a la rehabilitada E Street Band, permaneciendo desde entonces hasta la actualidad al lado de Springsteen. Clemons todavía publicó un par de discos más, ambos en directo: «Live in Asbury Park» (2002) y «Live in Asbury Park, Vol. 2» (2004).
Pese a sus problemas en las piernas y la columna, en los años 2008 y 2009 siguió saltando cada noche a escena junto a la E Street Band en sus giras, aunque parece que los dolores físicos eran intensos.
Clarence Clemons es el segundo componente de la E Street Band en fallecer, pues en 2008 murió el teclista del grupo, Danny Federici. Con Clemons se va una de las leyendas del rock, un músico al servicio de una estrella, sí, pero parte insustituible e indiscutible del éxito, el sonido y la entidad de ésta (Springsteen). La intensidad de su saxo en piezas como ‘Jungleland’ o ‘Hungry heart’ forma parte de la gran historia del rock.
