DISCOS
“Un disco que enlaza a la perfección con el legado del grupo y la herencia del paradigma pop que representaron”
The Monkies
“Good times”
RHINO/WARNER
Texto: ÀLEX ORÓ.
The Monkees celebran por todo lo alto su cincuenta aniversario. Diseccionamos y explicamos su historia en el número 6 de Cuadernos Efe Eme. Desde su génesis como producto artificial y comercial basado en una serie de televisión en 1966, pasando por la rebelión de sus miembros (Mike Dolenz, Davy Jones, Michael Nesmith y Peter Tork) para tomar las riendas de su carrera artística y discográfica para acabar en la decadencia provocada por el paso de los años y el agotamiento del proyecto creativo de la banda. Y pese a que nuestra adhesión a la obra y la trayectoria de The Monkees es inquebrantable y nos ha costado más de una vehemente discusión sobre su autenticidad como banda de pop, no esperábamos un regreso discográfico del calibre de “Good times” y más teniendo en cuenta que “Justus”, su anterior disco de estudio, grabado hace veinte años, es un trabajo absolutamente prescindible.
Para celebrar su medio siglo de existencia, los tres Monkees supervivientes (Dolenz, Tork y Nesmith) hubieran podido apostar por una opción conservadora: una recopilación con algun tema extra o un disco de dúos y una gira para cantar las imbatibles melodías pop de su repertorio. En lugar de eso, han vuelto a sacar ese carácter rebelde que les impulsó a grabar los instrumentos en sus discos en contra de la opinión de sus productores televisivos o componer joyas psicodélicas como ‘Porpoise song’, de la banda sonora de la disparatada película “Head” (1968). Dolenz, Tork y Nesmith nos presentan un disco con material completamente inédito y nuevo en el que se alternan composiciones propias con repertorio especialmente creado para la ocasión por Andy Partridge (XTC), Paul Weller, Noel Gallagher, Bob Gibbard (Death Cab for Cutie), Rivers Cuomo (Weezer) y temas de autores que en los sesenta abastecieron el cancionero de The Monkees como Neil Diamond, Carol King, Gerry Goffin, Tommy Boyce y Bobby Hart. El resultado final es un disco que enlaza a la perfección con el legado del grupo y la herencia del paradigma pop que representaron. The Monkees fueron la quintaesencia del pop y demuestran que todavía tienen arrestos para ofrecer un disco que se sitúa entre los mejores de su dilatada discografía.
“Good times” se abre con el tema homónimo, compuesto por Harry Nilsson, que también participa cantando. Es una de las canciones del disco en las que se recupera material de sesiones de los sesenta. Es una declaración de intenciones, un aviso tipo: “Agárrense que vienen curvas. Prepárense a disfrutar”. Le sigue uno de los momentos mágicos del elepé. ‘You bring the summer’, de Andy Partridge, con su efervescente y optimista melodía. El crescendo continua con ‘She makes me laugh’, de Rivers Cuomo, que enlaza la prístina tradición pop de The Monkees con la de Weezer. En la línea de estas canciones también esta ‘Our own world’, con un solo de guitarra de psicodélica influencias y que lleva la firma de Adam Schlessinger, productor del disco. ‘Gotta give it time’ tiene un ritmo endiablado, mientras ‘Me & Magdalena’, de Benjamin Gibbard, ofrece un momento de paz y reflexión. ‘Whaterver’s right’, rescatada del baul de Boyce y Hart, conecta con el repertorio clásico de The Monkees como también lo hace. ‘Love to love’, de Neil Diamond, que tiene material procedente de hasta tres sesiones diferentes de los sesenta y que lleva el inconfundible sello del autor de ‘Sweet Caroline’.
Las aproximaciones al folk y el country que hizo el grupo en los sesenta están representadas por ‘Little girl’, de Peter Tork y ‘Wasn’t born to follow’, de King/Goffin. Mención aparte merece ‘Birth of an accidental hipster’, escrita al alimón por Paul Weller y Noel Gallagher. Es una canción que navega entre las influencias de la era psicodélica del grupo representada en el filme “Head” y el sonido de Oasis en “(What’s the story) Morning glory?”. La traca final llega con la preciosa y emotiva ‘I know what i know’. The Monkees se despiden con un tema que en el cual los tres Monkees supervivientes nos lanzan un mensaje final: ‘I was there (and I’m told I had a good time)’. Efectivamente, estuvieron allí, se lo pasaron bien y tienen ganas de continuar haciéndolo. Esperemos que la gira que están preparando para celebrar su medio siglo de existencia, los traiga a España. Si Brian Wilson va a festivales como el Primavera Sound o FIB, ¿por qué no The Monkees?
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Anterior crítica de discos: “I wanna go back to Detroit City”, de André Williams.