25 años después, Gilberto Gil regresó este sábado al Festival Pirineos Sur para recrear su álbum de 1977 “Refavela”. “‘Los brasileños no estamos acostumbrados al frío en verano’. Con estas palabras se presentó amigablemente a un público que le esperaba con ganas de moverse y cantar con algunas de las canciones más famosas que han surgido de la tropicalia”, informa el festival.
“Y tuvieron que ser pacientes porque Gilberto Gil no apareció en escena hasta la sexta canción, ‘Patuscada de Gandhy’. No repercutió en el concierto; su hijo Bem Gil ejerció de líder de una numerosa banda (guitarras, vientos, percusión) y suplió de manera más que convincente a su padre. Así arrancó ese repaso a ‘Refavela’: ‘Ilé ayê’ y ‘No Norte da saude’.
”Gil ya en el escenario flotante, aprovechó para explicar la génesis de este famoso disco: un viaje de casi un mes en el Festival de la Cultura Africana en 1977, en el que se empapó de los sonidos del continente negro y se relacionó con gente como Fela Kuti o Stevie Wonder. El resultado se puede palpar en ‘Refavela’ y muy claramente en temas como ‘Balafon’ (un instrumento africano que precisamente encargó tras la experiencia). Como homenaje a esa cultura, Mayra Andrade, la única integrante africana de la banda, se encargó de entonar ‘Compassi Pilon’.
”Porque este concierto no era un recital de Gilberto Gil, ni si quiera un homenaje, sino un proyecto muy romántico impulsado por su hijo Bem que buscaba recrear las sensaciones y el espíritu de aquel 1977 en el que nació ‘Refavela’. Familia (también cantaron su hija Nara y su nieta), amistad, entendimiento, pasión por la música, buenas canciones… Todo eso es lo que se pudo respirar en Lanuza”.