Gigantes y Molinos (6): Los dioses del Olimpo

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«La samba –por entonces– me parecía un estilo pachanguero propio del Carnaval de Río, un evento al que asocio más con el infierno que con el paraíso. No sé cómo fue, pero un día me convertí»

Sergio Makaroff sigue desvelando algunas de sus más ocultas preferencias musicales: esta semana se pone sambero y nos presenta a Alcione y Zeca Pagodinho.

 

Una sección de SERGIO MAKAROFF.

 

Argentina limita con Brasil. Quizá por eso en casa sonaba música de esas tierras. También había unos amigos de mis padres que venían cada año: ella era concertista de piano. Es muy probable que trajeran algunos de los vinilos de Dorival Caymmi y Jobim con los que me crié. Muchos años más tarde, cuando casi todos empezamos a hartarnos del rock, recuperé esas sonoridades de la infancia para nutrirme de otros sabores y colores.

Curiosamente empecé por Astrud Gilberto, para pasar de inmediato al que fuera su marido, el gran Joao Gilberto. De este hombre puede decirse que él solito inventó la bossa nova. Aunque no es compositor su creatividad como intérprete lo pone a la misma altura –o más arriba– que los principales cantautores de los Estados Unidos de Brasil (y el mundo mundial).

Me hice con el material de Chico Buarque, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Vinicius de Moraes, Djavan, Marcos Valle, Jorge Ben, Celso Fonseca, Joyce, Joao Bosco y todos los demás. Me gustaban los cantautores, la bossa nova y las intérpretes como Gal Costa, Elis Regina, María Creuza, María Betanha, etc.

La samba –por entonces– me parecía un estilo pachanguero propio del Carnaval de Río, un evento al que asocio más con el infierno que con el paraíso. No sé cómo fue, pero un día me convertí. Supongo que habré escuchado alguna samba sutil y no-carnavalera y –siempre sediento de canciones que hagan cosquillas en el alma– me dejé llevar por la melodía y el ritmo. Un ritmo que considero el más rodante de cuantos existen: nada gira y se desliza de un modo tan aceitado y a la vez tan trepidante. Es dulce, salada, cálida, envolvente. La samba, para mí, es la máxima expresión de la música popular. Es un mundo dentro de otro mundo: Brasil. En el universo de la samba hay estilos y sub-estilos como el pagode, la samba de enredo, el partido alto, la samba-canción, la samba de breque, la samba-rock… que en un principio pueden sonar similares para el neófito.

Vamos al grano: no pretendo escribir un tratado sino contagiarte mi entusiasmo. ¿Será posible que otras personas consigan disfrutar tanto como yo con Zeca Pagodinho y Alcione? Sambista él, sambista ella, super estrellas en Brasil y totalmente desconocidos en nuestro país. Al menos yo, que me muevo en ambientes de «melomanía» (según la Real Academia Española es el “amor desordenado a la música”) no conocí nunca a nadie que los conociera.

Otros artistas del género en mi colección: Wilson Das Neves, Joao Donato, Nelson Cavaquinho, Beth Carvalho, Leny Andrade, Trío Calafrío, Trío Mocotó, Dona Ivone Lara, Clara Nunes, Adoniran Barbosa, Wilson Moreira, Nei Lopes, Geraldo Pereira, Paolinho Da Viola, Martinho Da Vila, Bebeto, Os Originais Do Samba, Fundo De Quintal, Banda Raça Negra y las viejas glorias de las principales Escolas do Samba: Imperio Serrano, Portela y Mangueira.

En mi Olimpo personal los dioses se llaman Alcione y Zeca Pagodinho.

 

Anterior entrega de Gigantes y Molinos: Dinastía.

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