DISCOS
«Es en el pop de cámara e intimista donde Olson se encuentra cómodo y desarma»
Gary Olson
Gary Olson
Tapete, 2020
Texto: XAVIER VALIÑO.
Tiene detrás cinco álbumes con su banda Ladybug Transistor, que bien reclamarían la atención hacia su debut a cualquiera que cayera embrujado por sus canciones. Tras ocho años sin saber de ellos, Olson debuta en solitario con un disco grabado entre Noruega y Brooklyn. Burt Bacharach, Prefab Sprout, The Blue Nile, The Divine Comedy o Belle & Sebastian son nombres que nos vienen a la mente al escuchar estas once hermosas canciones.
Hay en ellas algo del artesano que sabe crear sin alharacas, que da un tratamiento distinguido y delicado a lo que hace, que compone piezas exquisitas sin aparente esfuerzo. Es en el pop de cámara e intimista, que habla de viajes, sueños y memoria, revestido por arreglos de viento y de cuerda, donde Olson se encuentra cómodo y desarma, como en “A dream for a memory”, “The navy boats”, “Some advice” o “Giovanna please”.
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Anterior crítica de discos: Never not together, de Nada Surf.