Françoise Hardy dice estar en un estado de «sufrimiento de pesadilla»

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Coincidiendo con el lanzamiento en Francia del libro Chansons sur toi et nous (Éditions des Équateurs), que recoge todos los textos de sus canciones desde 1962, Françoise Hardy, de 77 años y enferma de un cáncer de laringe desde 2015, ha ofrecido un par de entrevistas en las últimas semanas en las que relata su estado de ánimo: «Como gracias a los rayos y la inmunoterapia me quedé sorda de un oído y tengo la cabeza seca —garganta, nariz, boca—, no podré volver a cantar nunca más», ha revelado en Paris Match.

Mientras, en una entrevista radiofónica en RTL, ha recordado su relación con el amor de su vida, Jacques Dutronc, al que dedicó la mayor parte de sus canciones de amor. De “Tous les garçons et les filles”, explicó que «ciertamente la escribí en ese periodo tan largo en el que no me atrevía a dar el más mínimo primer paso hacia él, ni él hacia mí. Incluso escribí una canción sobre eso llamada “Avec des si”». A propósito de los textos recogidos en el libro y a la función de una melodía en una canción, dijo: «Una melodía debe ser mágica. La escuchas una vez y necesitas escucharla nuevamente, y escucharla nuevamente, y escucharla nuevamente».

En RTL expresó, en relación con el tratamiento que tuvo que seguir por el cáncer y su renuncia a seguir cantando, que «Los rayos me atravesaron la cabeza 45 veces, me quemaron las glándulas salivales, estoy completamente seca. Por eso sufro tanto al hablar contigo durante tanto tiempo. No es posible cantar cuando no tienes más saliva». Pero aseguró que eso no la apena, que su tiempo pasó y que «escribí todo lo que pude escribir». También explicó que permanece «en un estado de sufrimiento de pesadilla la mayor parte del tiempo».

En Paris Match, preguntada por si tiene a morir, respondió: «No. En 2015, no sabía lo que me estaba pasando porque estaba prácticamente en coma. Hoy es peor, mucho más concreto. Privada de saliva durante tres años por 45 sesiones de radioterapia, tengo dificultad respiratoria constante, ataques de asfixia y ahogos, por no mencionar un sangrado nasal interminable. No tengo miedo de morir pero tengo mucho, mucho miedo de sufrir, sobre todo porque ya es el caso […] Cuando mi estado se vuelva aún más insoportable, desafortunadamente no tendré el alivio de saber que me pueden sacrificar. Francia es inhumana a este nivel».

—En el número más reciente de Cuadernos Efe Eme, el 27, ofrecemos una amplia retrospectiva de las dos primeras décadas de la carrera de Françoise Hardy.

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