Franco Battiato publica un nuevo disco. La dilatada discografía del italiano vuelve a ensancharse con la llegada de Il vuoto, el álbum que recoge el testigo de su anterior rodaja, un directo eléctrico y guitarrero del año 2005 bautizado acertadamente como Un soffio al cuore di natural elletrica. Es la primera vez que transcurren dos años de barbecho discográfico. Su nueva faceta como director de cine (actualmente anda liado con lo que será su tercer film) tiene mucha culpa de ello.
El nuevo álbum está ocupado por nueve canciones que se desgranan en treinta minutos escasos. Il vuoto requiere la complicidad del oyente en tanto que segrega litros de excentricidad, extrañeza, sonidos alambicados, una miscelánea que se abastece del pop pero que agrega elementos de la música clásica, la electrónica, el bell canto, el rock, el trip hop, la canción melódica tradicional. Es un disco de paladar largo que solicita segundas oportunidades. A pesar de que Battiato continúa demostrando su aversión al inmovilismo, su repulsa a afincarse en zonas de confort, su sello personal se incrusta en el tuétano de todas las canciones. La autoría de los crípticos textos vuelve a recaer una vez más en el filósofo Manglio Sgalambro.
Il vuoto lo ha editado Universal Music. Pero, por el momento, sólo ha visto la luz en Italia.
