«Las primeras veces me resultaba bastante enojoso escucharme, porque cantaba con timidez, con mucha inseguridad, y con unos tics indies que, desde la primera canción, tenía claro que quería eliminar»
Tras la disolución del celebrado dúo Mus, el asturiano Fran Gayo pone en marcha un proyecto en solitario en el que se lanza como cantante. «Las próximas cosechas» muestra sus primeras composiciones en castellano.
Texto: EDUARDO GUILLOT.
Foto: MILAGROS MUMENTHALER.
Tarde o temprano, todo tiene un final, y el del dúo asturiano Mus llegó cuando sus integrantes, Fran Gayo y Mónica Vacas, se separaron. «En esa nueva situación, no era sostenible seguir con el proyecto», explica Fran, que continuó escribiendo y ahora se presenta en solitario. «Supongo que la forma en que están escritas las canciones, casi a bocajarro, y el hecho de que, de algún modo, todas respondan a un momento de mi vida lleno de cambios bastante drásticos, conlleva también el asumir la autoría, hasta el punto de firmar con tu propio nombre, interpretar esas letras, etc… Parapetarse detrás de una banda o un seudónimo hubiese sido absurdo».
El fruto de ese periodo creativo lleva por título «Las próximas cosechas», y marca el debut oficial de Gayo como cantante solista. «Es evidente que asumir ese papel conlleva un montón de interrogantes, dudas y miedos. Es jodido saber que vas a tener ese nivel de exposición. Las primeras veces me resultaba bastante enojoso escucharme, porque cantaba con timidez, con mucha inseguridad, y con unos tics indies que, desde la primera canción, tenía claro que quería eliminar. Luego, empiezas a dejar de ver la voz como un parche sobre los instrumentos, vas acostumbrándote a ella y eso te hace ir interpretando con más soltura, y con un cierto descaro absolutamente necesario».
Y si Mus se distinguieron por cantar en asturiano, esta vez Fran Gayo ha decidido expresarse en castellano. «Hay muchos motivos. Quería dejar el asturiano por un tiempo. Al menos, este disco, con esta temática y estas canciones, no era posible en otra lengua que no fuese el castellano. Ya volveré al asturiano cuando haya un buen motivo, pero no de modo mecánico y porque sí».
«Las próximas cosechas» contiene once temas originales, aunque se especuló con que Gayo debutara grabando versiones. «En realidad, nunca hubo una idea de hacer un disco de versiones. Tenía que rellenar el MySpace de algún modo, los temas del disco estaban en fase de maqueta y no quería mostrarlos aún, así que hice tres covers, algo muy divertido y que ayudó a que alguna gente se pueda enfrentar ahora al álbum con el trauma de escucharme cantar medio superado».
Se le ha situado cerca de Leonard Cohen, Serge Gainsbourg o Barzin, aunque canciones como ‘Te irás al campo’ podrían recordar a Luis Eduardo Aute. «Hay gente que también ha mencionado a Amancio Prada. Me los quedo a los dos».
Tanto el sonido del disco como los textos de las canciones poseen una indudable cualidad íntima, como si fuera la grabación en la que Gayo más se ha expuesto a nivel personal. «Desde luego, y mira, estaba tan convencido de todo lo que había escrito, que en ningún momento he sentido ni un atisbo de rubor, aunque sé que para algunos conocidos ha resultado un poco embarazoso escucharme cantar esas letras».
Sin embargo, no considera que el de su debut en solitario haya sido un parto difícil. «No, siempre hay inseguridades, momentos de bajón porque has decidido echarte el disco a las espaldas, grabar en casa, ser a un tiempo el místico y el contable, y a veces es jodido hacer convivir los dos papeles, pero insisto en que, por encima de todo eso, había una fuerza, un convencimiento y una tozudez que me llevaron, creo, a buen puerto».
Obviamente, «Las próximas cosechas» es el fruto del trabajo personal de Fran Gayo, que firma el álbum con su nombre y se lanza a pecho descubierto con una serie de canciones de corte intimista, pero la grabación está enriquecida con la aportación de otros músicos que configuran un grupo al servicio de un proyecto sonoro común. «Tenía la idea de reunir una banda muy distinta de lo que había sido Mus, quizás con menos pulsión rockista, con gente que venía de campos muy diferentes, y sobre todo, con los que nunca hubiese grabado nada. Los primeros en entrar fueron Eras Sánchez (de Las Uvas de la Ira, la banda de Xabel Vegas) y Eduardo García Salueña (Edwin Moses). No conocerlos de nada ayudó mucho a la hora de mostrarles las canciones y cantarlas frente a ellos cuando todo estaba en una fase muy embrionaria. Todo eso hubiese sido mucho más difícil con gente que hubiera estado vinculada a Mus. Luego entró Manuel Scattini, que fue el bajista de directo de Mus en los dos conciertos que dimos cuando editamos ‘La vida’, pero realmente no habíamos trabajado juntos, en aquel momento todo se había limitado un poco a aprenderse las canciones y ensayar. Esta vez, estuvo ligado al proceso de grabación y mezcla. Y ahora se ha sumado Miguelo Altable, para los directos. No me atreví a grabar baterías en el disco por miedo, preferí programar algunas bases, así que ha sido divertido reconstruir las canciones para el directo. De momento, vamos a hacer alguna presentación antes de las navidades, y en la primavera del año que viene, posiblemente me plantee una gira».
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