«Si aspiras a vivir de la música hoy en día, quizá no seas una persona muy realista. La música en verdad es para disfrutarla, tanto si la haces como si la escuchas»
Ahora es Pecker, pero antes fue Pequeño Pecker. En todo caso, es una rara avis difícilmente clasificable: es como un exquisito cantautor pop, pero también electrónico y rítmico, bailable; algo no muy frecuente por estos pagos. Estos días lanza su nuevo disco, «Comercial».
Nombre completo, fecha y lugar de nacimiento.
Raúl Usieto Aquilué. 8 de marzo de 1973. Huesca.
¿Qué música sonaba en tu casa cuando eras niño?
En casa de mis padres recuerdo básicamente a Los Panchos, pero pasaba muchas horas en casa de mis abuelos. Y mi tío me ponía los vinilos de los Ramones, ZZ Top, AC/DC, Radio Futura, Golpes Bajos, Sugar Cubes, Talking Heads…
Si no te hubieras dedicado a la música, ¿qué te gustaría haber hecho en tu vida?
Cine. Seguro. Estudié Imagen y Fotografía y mi otra pasión eran las películas.
Un consejo para quienes aspiren a vivir de la música.
Si aspiras a vivir de la música hoy en día, quizá no seas una persona muy realista. La música en verdad es para disfrutarla, tanto si la haces como si la escuchas. Si después suena la flauta: fantástico. Así que tal vez mi consejo sería: “quítate esa idea de la cabeza y sé feliz escribiendo canciones”.
¿Cuál fue el primer disco que compraste?
Mi primera cinta fue “Bon voyage”, de la Orquesta Mondragón, con siete u ocho años.
¿Y el último?
Un pre-order de “Wonderful, glorious”, de Eels, en vinilo, que saldrá el mismo día que mi “Comercial”, el 5 de Febrero.
Selecciona tres discos esenciales de tu colección.
“Rubber Soul”, de The Beatles. “Licensed to ill”, de The Beastie Boys. “Odelay”, de Beck.
Un disco doble al que no le sobra nada.
“Honestidad brutal”, de Andrés Calamaro.
Cita un músico al que te gustaría producir o editar un disco.
Más bien lo siento al revés. Me gustaría que Beck produjera un disco mío, por ejemplo. O Danger Mouse. O me encantaría trabajar con los Canadienses Chromeo.
Un grupo o un cantante a quien rescatarías del olvido.
Herman’s Hermits.
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Elige y razona tu elección:
Serrat/Aute.
Serrat me emociona si le presto atención, el problema es que no le he dedicado tiempo. Aute sonaba también en casa de mis padres, pero a mí no se me movía ni un dedo.
Sabina/Robe Iniesta.
Iniesta. Con Sabina no puedo. Robe llegó a tocarme bastante, sobre todo con «Pedrá».
Radio Futura/Los Planetas.
Por supuesto Radio Futura. Me los inyecté en vena desde los once años hasta los dieciséis o diecisiete, hasta que la balanza se inclinó demasiado hacia los sonidos latinos. Me fascina la manera de escribir que tiene Santiago Auserón. Comparto con él ese gusto por el surrealismo.
Nacho Vegas/Quique González.
Ninguno de los dos me gusta lo suficiente. Tal vez crea en la actitud de Nacho y en las canciones de Quique, pero no son santos de mi devoción.
Jacques Brel/Serge Gainsbourg.
Gainsbourg, por su eclecticismo y espíritu punk de eterno provocador.
Frank Sinatra/Elvis Presley.
Elvis también estuvo presente en mi vida. Mi primer grupo tuvo acercamientos al rockabilly y durante un tiempo lo escuché mucho. Durante un tiempo mis escasas sesiones como pinchadiscos las cerraba con ‘Suspicious mind’.
Marvin Gaye/Bruce Springsteen.
A Bruce digamos que lo respeto, pero nunca he comprado nada suyo. Y Marvin desde luego me emociona más, pero ninguno de los dos ha vivido lo suficiente conmigo.
Tom Waits/Lou Reed.
Ésta me parece bien difícil. Lou Reed suele dejarme sin respiración (incluso si se junta con Metallica). Pero Tom Waits es tan visceral, tan salvaje, tan ruidoso y tan feo que me enamora, incluso como actor. Lo que él toca me lo convierte en oro.
Michael Jackson/Prince.
Creo que “Diamonds and pearls” fue el último vinilo que compré (hace unos años empecé a comprar de nuevo, pero se entiende que hablo de cuando nació el compact disc) y “Dangerous” fue el primer cedé que compré. A Prince lo vi en directo, a Michael no. Supongo que me interesa más Prince como creador, aunque Michael tiene mejores canciones.
The Rolling Stones/The Velvet Underground.
No sé qué me pasa con los Rolling que nunca me han llamado la atención (ahí queda eso) aunque no dejo de admirarlos, por supuesto. Soy más del pop y ruido de The Velvet, sencillamente me emocionan.
Paul McCartney/John Lennon.
Yo soy de Harrison, o eso me gusta pensar. Creo que era el más persona y con ‘Here comes the sun’ me tiene fiel para siempre.
Bob Dylan/Neil Young.
Me flipa ver tocar a Neil Young en directo. Pero las canciones, las de Dylan.
Elvis Costello/Paul Weller.
Costello forever. Tiene una voz mágica y construye melodías maravillosas.
Miles Davis/Jimi Hendrix.
Hendrix me acompañó por un tiempo y me hizo disfrutar, pero si me pongo a escuchar a Miles Davis me deshago de gusto.
Camarón/Enrique Morente.
Camarón, pero porque le he prestado más atención. Seguro que si escucho bien a Morente me gustaría igual.
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Un equipo de fútbol.
La verdad es que no me gusta el fútbol. Lo único que a veces veo son los partidos de la selección, igual que puedo ver las olimpiadas.
Un político.
No me gustan los políticos, me gustan las personas y no tengo el gusto de conocer a ninguno de los que son relevantes en el estado.
Una ciudad para vivir.
Barcelona.
Un álbum de homenaje a otro artista que te gustaría poner en marcha.
The Housemartins.
El disco que detestas y que despierta alabanzas entre los críticos.
A ver, lo que es detestar, detesto pocas cosas, pero, por ejemplo, no acabo de entender la pasión general por Los Planetas.
¿Vinilo o cedé?
Vinilo, por supuesto.
La película que nunca te cansas de volver a ver.
“Atrapado en el tiempo”, de Harold Ramis.
El libro que nunca te cansas de releer.
“Cosas que los nietos deberían saber”, de Mark Oliver Everett.
¿Por qué disco te gustaría que te recordaran?
En realidad por todos. Es que no me arrepiento de ninguno y para mí son igual de importantes.
Si estuviera en tus manos elegir la música que suena en los ascensores,
¿qué discos seleccionarías?
Que va el topicazo (pero es que es así): todos los de los Beatles en continuo bucle.
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