DISCOS
«Un disco sobresaliente por momentos, de psicodelia rítmica y un tanto cósmica»
Jane Weaver
Flock
FIRE, 2021
Texto: XAVIER VALIÑO.
Hay dos hechos que pueden ayudar a ubicar a Jane Weaver: por una parte, Coldplay utilizó en una de sus canciones (“Another’s arms”) un fragmento de una de las suyas, “Silver chord”, después de que Chris Martin la telefoneara personalmente; por otra, su último disco, de tirada limitada, era una reinterpretación de la banda sonora de una película húngara de culto de 1981, Fehérlófia.
Entre la accesibilidad y la experimentación se ha movido siempre Weaver, desde que empezase en 1993 —y en solitario en 2002—. Su nuevo disco parece querer acercarse al funk de Parliament o de Prince, pero tocado por el influjo del kraut-rock de Can o Tangerine Dream. El resultado es un disco sobresaliente por momentos, de psicodelia rítmica y un tanto cósmica, que encuentra su más rotunda plasmación en “Solarised”, “Pyramid schemes”, “Modern reputation” o “Stages of phases”.
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Anterior crítica de discos: Romance de tarifa plana, de Sanches.